El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile dio la bienvenida a la generación 2025 de sus programas de magíster con una jornada de inducción que permitió a las y los nuevos estudiantes conocer la historia, estructura y desafíos de su nueva casa de estudios.
Recibimos a las y los estudiantes que cursarán estudios de Magíster en Envejecimiento y Calidad Vida y Magíster en Nutrición y Alimentos en sus tres menciones: Alimentos Saludables; Nutrición Humana; y Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades Asociadas a la Nutrición.
La apertura de la jornada estuvo a cargo del director del INTA, Francisco Pérez Bravo, quien enfatizó la trayectoria del programa de Magíster en Nutrición y Alimentos, el más antiguo de la Universidad de Chile: “Sin duda es el más exitoso de todos los programas de magister que hay en el país y uno de los más exigentes. Hoy en día existe mucha competencia, lo cual es normal, pero nuestro programa sigue destacando por su excelencia y exigencia académica. Tenemos el desafío de cumplir con sus expectativas e ilusiones y, junto con darles la bienvenida les pido que también nos exijan a nosotros”, expresó.
El director de la Dirección de Postgrado, profesor Miguel Arredondo, repasó la historia e hitos del instituto, creado en 1976 por el Dr. Fernando Mönckeberg para combatir la desnutrición infantil en Chile. Además, explicó la organización de la Escuela de Postgrado y Educación Continua, que actualmente ofrece tres programas de doctorado, cuatro programas de magíster, tres cursos de especialización de postítulo, y más de 20 cursos de perfeccionamiento y diplomas.
En particular, el profesor Arredondo explicó que el Magíster en Nutrición y Alimentos ha graduado a más de 600 estudiantes, con un 32% de extranjeros (más de 20 nacionalidades).
A continuación, el profesor Fernando Pizarro, coordinador general de los magísteres y coordinador de la mención en Nutrición Humana, dio paso a una serie de exposiciones sobre las políticas para enfrentar situaciones de acoso o desigualdad de género y los procesos académicos y plataformas estudiantiles, además de otros aspectos que marcarán la vida estudiantil de la nueva generación.