El Cine Club Universitario de la Cineteca de la Universidad de Chile, presenta su ciclo del mes de julio titulado “Cuerpos en conflicto: deseo, memoria y afecto en el cine latinoamericano”. Esta programación, propone una revisión de seis obras realizadas entre las décadas de 1970 y 1990, que examinan cómo ciertas narrativas latinoamericanas han abordado lo corporal no como un elemento decorativo o anecdótico, sino como eje estructural de conflictos íntimos, políticos y culturales.
El público podrá apreciar en estas obras personajes cuyas trayectorias están marcadas por experiencias corporales específicas: la represión del deseo, el envejecimiento, la afirmación sexual, la disidencia de género, la enfermedad, el duelo, el trauma o la reapropiación del placer. Asimismo, estas películas abordan estas vivencias desde contextos históricos particulares, tales como dictaduras militares, el exilio, los sistemas de administración patriarcal o las normas sociales de clase media. Dichos escenarios retratan cómo las condiciones sociales inciden directamente en las formas de vinculación afectiva.
En así que mediante estas proyecciones cinematográficas la audiencia podrá apreciar que el deseo no se presenta como una dimensión exclusivamente sexual, sino como una fuerza que interviene en la manera en que los personajes negocian su lugar en el mundo. Estas películas poseen una evidente diversidad estética y privilegiarán narrativas en las que los afectos no son mecanismos secundarios, sino componentes centrales en la construcción de identidad, relaciones y toma de decisiones.
En este sentido, Luis Horta, coordinador de de la Cineteca de la Universidad de Chile, señaló que el ciclo del mes de julio será una instancia que busca visibilizar cinematografías latinoamericanas menos presentes en los circuitos comerciales. “Las obras seleccionadas destacan por su exploración estética, y un reconocimiento por parte de la crítica que les da relevancia histórica, pero que habitualmente no son proyectadas en los espacios convencionales. Es por eso que este ciclo se plantea como un espacio de educación abierta, donde el cine se convierte en un fín en sí mismo que abre la posibilidad de pensar el presente desde la sensibilidad de lo íntimo y su relación con lo colectivo, lo común y lo propio”.
Asimismo, Valentina Ávila, encargada Área de Mediación y Públicos de la Cineteca de la Unversidad de Chile, señaló que "el cine latinoamericano es siempre una deuda pendiente en las carteleras de cine en general. Son filmografías que conocemos muy poco a pesar de nuestra cercanía geográfica. Por lo tanto, esta curatoría en particular, busca relevar títulos canónicos producidos entre la década de los 70 y 90 conservando una significativa variedad de estilos y géneros cinematográficos. Son películas que dan cuenta de elementos culturales centrales de sus respectivos países y que, en algunos casos, establecen diálogos con la literatura latinoamericana".
Todas estas funciones se proyectarán a las 18:00 hrs en la Plataforma Cultural del campus Juan Gomez Millas de la Universidad de Chile, ubicado en Av. Grecia 3401. Cada función del Cine Club Universitario cuenta con exhibición y cine foro junto al público asistente e invitados/as especiales que abordarán y reflexionarán sobre los aspectos más relevantes de las películas programadas.
“A través de cine foros abiertos al público y proyecciones gratuítas, se propone una experiencia participativa y reflexiva en torno a películas que abordan temas profundamente ligados a nuestras realidades cotidianas actuales, explorando las alteridades de los afectos desde una perspectiva crítica y situada”, detalló Horta.
"Invitamos al público a conocer más en profundidad las producciones latinoamericanas para reflexionar colectivamente sobre los impactos, puntos de encuentro y de desencuentro que podemos observar tanto artística como culturalmente. El Cineclub es un espacio formativo abierto a la ciudadanía y nuestro objetivo es constituir un puente entre las inquietudes de la comunidad, el arte y el trabajo docente desarrollado en la universidad", señaló Ávila.
Funciones gratuitas todos los jueves en Plataforma Cultural
El Jueves 3 de julio se proyectará la película Doña Flor y sus dos maridos (1976) de Bruno Barreto, un film que se encuentra basado en la novela homónima del escritor brasileño, Jorge Amado, una obra que combina elementos de realismo mágico y una sátira social.
Doña Flor es una mujer que, tras la muerte de su primer esposo, se casa con un hombre más estable y serio. Sin embargo, el espíritu de su primer marido regresa para complicar las cosas, creando un conflicto entre el deseo y la racionalidad. A través del humor, la película explora el erotismo y las convenciones sociales en la sociedad brasileña de la época.
El Jueves 10 de julio, el público podrá presenciar la película El lugar sin límites (1977) del director méxicano, Arturo Ripstein. Este film está basado en la novela homónima del escritor chileno José Donoso, una de las películas más desafiantes y complejas del cine mexicano del siglo XX. Esta función trata de Manuela, un travesti que administra un burdel en un pequeño pueblo junto a su hija, La Japonesita. La llegada de Pancho, un joven y viril camionero, desatará la tensión entre los personajes. Fue una de las primeras películas mexicanas en representar abiertamente a un personaje queer como protagonista, no desde los estereotipos, sino desde la complejidad humana y trágica.
La programación del Jueves 17 de julio, consta de una proyección doble. En una primera instancia se presentará Mi último hombre (1996) de Tatiana Gaviola que retrata la vida de Florencia (interpretada por Claudia di Girólamo), una periodista que regresa a Chile decidida a reconstruir su vida tras vivir en el exilio. Mientras intenta adaptarse a una sociedad aún marcada por la dictadura, inicia una intensa relación con Pedro (Willy Semler), un misterioso hombre mayor que, con el tiempo, se revela como parte de su pasado. Este es el debut de esta directora en el largometraje de ficción que entrelaza el thriller emocional con la exploración de la subjetividad femenina en tensión constante con el pasado colectivo.
Por otro lado, en esta instancia también se proyectará Yo no le tengo miedo a nada (1984), también de Tatiana Gaviola, que consta de un video experimental-documental de seis minutos en el que la directora articula imágenes personales (su reflejo, una niña sollozante, rostros de mujeres) y de protesta callejera, con un discurso poético y de autoafirmación frente al temor colectivo.
Para continuar, el Jueves 24 de julio se presentará Danzón (1991) de la directora María Novaro, una emblemática película del cine mexicano y que ofrece una representación compleja del deseo femenino maduro en el cine latinoamericano y resalta una parte importante de la cultura popular mexicana. Este film trata de Julia, una telefonista de mediana edad que encuentra consuelo bailando danzón cada semana con su compañero habitual, Carmelo. Cuando él desaparece sin explicación, Julia emprende un viaje a Veracruz para encontrarlo, pero en el camino descubre nuevas formas de deseo, intimidad y autoconocimiento.
Para concluir la proyección de este mes, el Jueves 31 de julio, se presentará la película La luna en el espejo (1990) del director Silvio Caiozzi. Una obra clave del Nuevo cine Chileno que expone los mecanismos de poder desde lo doméstico. En detalle, esta función tiene escenario en el puerto de Valparaíso y retrata la vida de Don Arnaldo, un marino viejo y postrado en cama, que controla obsesivamente la casa mediante espejos. Su hijo “El Gordo”, que vive encerrado con él, es obediente pero anhela libertad. Cuando conocen a Lucrecia (interpretada por Gloria Münchmeyer), una vecina viuda, el deseo y la rebeldía se despiertan, desatando la discordia y violencia del padre autoritario.