"El hombre generalmente reacciona a los eventos económicos, "el Homo oeconomicus de John Stuart Mill", por lo que no es de extrañar que ponga especial atención a aspectos tan esenciales como es su alimentación cuando los alimentos se hacen escasos y el precio sube. Hace ya dos décadas que los Centros Internacionales del Grupo Consultivo para Investigación Agrícola Internacional (agrupados en el CGIAR por su sigla en inglés, con asiento en el Banco Mundial), dedicados al desarrollo de material genético de trigo, maíz (CIMMYT) y arroz (IRRI), los tres cereales que proporcionan más del 50% de la alimentación mundial, han hecho presente a la comunidad internacional que el progreso genético del rendimiento potencial (1% anual) de estos cultivos está por debajo del crecimiento de la demanda global (1.5% anual). Esto dentro de un contexto en que la superficie global cultivada esta al límite y una mayor producción debe provenir fundamentalmente de mayor rendimiento por unidad de superficie. Estos Centros también han alertado acerca de la necesidad de hacer una agricultura sustentable ya que de lo contrario baja la productividad del suelo. El ecosistema cultivado debe tener la capacidad de producir biomasa en forma durable y para ser sustentable debe tener una forma de renovación de su fertilidad.
¿Qué importancia tiene esto?
Por una parte, que existe una estrecha correlación positiva entre el rendimiento de los cultivos regados y el rendimiento potencial (sin limitaciones ambientales) de los cultivos, estando el rendimiento de los agricultores en medioambientes sin limitaciones aproximadamente un 30% por debajo del rendimiento potencial (obtenido en estaciones experimentales).
Por otra, el rendimiento potencial de los cultivos es un reflejo directo del mejoramiento genético y de las prácticas agronómicas necesarias para que éste se exprese.
Sólo un manejo agronómico sustentable permite sostener la producción potencial de los cultivos en el largo plazo, ya que de lo contrario baja la productividad del suelo. Son numerosos los informes que muestran una disminución de la productividad de los suelos con el tiempo en que éstos se mantienen bajo cultivo.
La disponibilidad de buenos suelos agrícolas (sin limitaciones importantes para los cultivos) esta globalmente copada, por lo que una mayor producción en esos suelos debe provenir de un mayor rendimiento por unidad de superficie, es decir, tiene que ser resultado del mejoramiento genético y la intensificación sustentable de los cultivos.
El rendimiento de los cultivos disminuye notablemente con la presencia de estreses ambientales físicos, particularmente sequía.
El mejoramiento genético del rendimiento bajo estrés de los cultivos ha tenido un progreso lento, del orden de 0 a 0,3 % / año.
¿Qué implicancias acarrea?
De lo señalado anteriormente se concluye que una mayor producción en buenos medioambientes, es decir el aumento de rendimiento por unidad de superficie en buenos medioambientes, esta básicamente limitada al progreso realizado en rendimiento potencial, el que a su vez depende del progreso realizado en rendimiento por mejoramiento genético. En estos medioambientes la tasa de progreso en mejoramiento es del orden de 1% / año, pero la demanda global por alimentos crece a 1,5 % / año.
Con el fin de lograr la expresión de este potencial y mantenerlo en el largo plazo, se deben aplicar manejos agronómicos que incorporen prácticas sustentables de producción, que mantengan la calidad de los suelos.
Asimismo, los medioambientes estresados no proporcionarán la totalidad de los alimentos faltantes ya que el rendimiento de los cultivos en esas condiciones y la tasa de mejoramiento del rendimiento es muy inferior.
Con los antecedentes anteriores se puede concluir que el aumento del precio de los alimentos se debe a un problema que va más allá de los aspectos meramente económicos. Hay consideraciones de mejoramiento genético y prácticas agronómicas sustentables de gran importancia. En este sentido, se vuelve imprescindible la necesidad del perfeccionamiento de los profesionales del área a través de doctorados y magísteres que aborden estas temáticas.
Para abordar el problema se requiere un aumento mucho mayor en el rendimiento potencial y bajo estrés de los cultivos. Esto conlleva la necesidad de intensificar la investigación en mejoramiento genético y en la sustentabilidad de los principales cultivos alimenticios. Además se requiere un manejo sustentable de los suelos agrícolas de forma que la productividad de éstos no decaiga y el potencial genético de los cultivos se pueda expresar".