El Curso de Corte y confección, enmarcado en el Programa de Calidad de Vida, permite a los funcionarios de Antumapu, hacer un alto en sus labores habituales para aprender, de la mano de la diseñadora de vestuario Carolina Regers, las nociones básicas de la costura.
"Me parece entretenido, novedoso y, además, con un ambiente muy grato. En el curso he aprendido a hacer ojales, poner botones, cierres, confeccionar un cosmetiquero y cortinas. Es decir, distintos tipos de costura que me servirán para reparar y modernizar todo mi vestuario y arreglar muchas otras cosas de mi casa", señala Jimena Mora.
La Asistente Social de la Facultad de Cs. Agronómicas, Katherine Riveros, añade que es un curso entretenido: "Sirve, además, para conocer a los compañeros de trabajo en otro ámbito que no sea el meramente laboral".
La metodología del curso, que dura 60 horas, se apoya especialmente en la exposición activa de la profesora, así como también en material didáctico tales como manual y variados ejercicios prácticos, donde los alumnos tienen la oportunidad de replicar los ejercicios en la máquina de coser que les fue asignada.
"El curso de costura es algo experimental y novedoso para mí. Me ha servido mucho porque he aprendido a coser sábanas, pegar botones, cambiar cierre a mis pantalones, etc. Cosas que nunca antes había hecho. Y estoy haciendo unas cortinas hermosas que estoy seguro quedarán preciosas y perfectas para lo que estoy buscando", señala Juan Salazar.
En este primer curso se enseña lo básico, así que los funcionarios asistentes aprenden el funcionamiento de la máquina y su manejo, pero además, aprenden a realizar pequeños trabajos como bolsos, estuches cortinas, etc.
"El curso es bastante útil. De a poco le empecé a tomar cariño a la costura, porque cuando comencé las clases no sabía ni pegar un botón a máquina. Además, considero que es de bastante utilidad para una que tiene estar preocupada de todas las cosas de mis hijos y mi marido", puntualiza Irma Vargas.