"Se haga lo que se haga, uno siempre erige el monumento a su manera. Y no es poco emplear solo piedras auténticas", con esta sentencia de la autora belga Marguerite Yourcenar, finalizó la segunda cita del ciclo Diálogos con el Conocimiento de la Vicerrectoría de Extensión en la Feria Internacional de Libro. El actor Héctor Noguera, junto a Leonor Lopehandía, realizaron una lectura dramatizada de "Yourcenar sin máscara" de las autoras Élyane Dezon-Jones y Michèle Sarde. El público absorto y atento, que repleto la sala Acario Cotapos, agradeció la presentación de los actores con un aplauso cerrado. Era el cierre del debate "Marguerite Yourcenar: La pasión y sus máscaras", que se realizó este miércoles 2 de noviembre en la Feria del Libro.
En la primera parte de la cita, la ensayista, miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, Adriana Valdés, sostuvo una interesante conversación con la académica Michèle Sarde, escritora francesa, Profesora Emérita de la Universidad de Georgetown, quien expuso a la audiencia cómo conoció a Yourcenar y la forma en que se aproximó a su vida para escribir los libros "Marguerite Yourcenar: La pasión y sus máscaras" y "Yourcenar sin máscara".
El debate fue moderado por la periodista Vivian Lavín, conductora del programa Vuelan las Plumas de la Radio Universidad de Chile. Luego los asistentes disfrutaron de una dramatización de los capítulos de esta obra y conocer más hechos de la vida de esta autora.
"Mi edad cambia de hora en hora"
Margurite Yourcenar, cuyo nombre verdadero era Marguerite Antoinette Jeanne Marie Ghislaine Cleenewerck de Crayencour, era de madre belga - quien murió cuando ella nació - y padre francés, ambos pertenecientes a la aristocracia. Nunca fue la escuela, tuvo preceptores privados durante su niñez, y también a su padre, quien le enseñó las lenguas clásicas. Tan importante fue su padre en su educación, que muchos lo califican como "el origen de la escritura de Marguerite Yourcenar". Fue su primer lector, financió la publicación de los primeros textos y juntos eligieron el seudónimo con el que Marguerite presentaba sus obras.
Según sostuvo Michèle Sarde para ambos - Marguerite y su padre - la edad y el sexo son cosas secundarias e intercambiables. "Mi edad cambia de hora en hora. En los momentos de cansancio tengo un siglo, en los momentos de alegría tengo la impresión de tener cuatro años", dijo alguna vez la autora belga. "Los gustos sexuales son aleatorios, lo importante es la belleza", le aconsejó su padre. "Este gusto ciego por la belleza la llevara a los tormentos del amor y la violencia", expresó Michèle Sarde.
Las máscaras de Marguerite
Michèle Sarde comentó que tuvo su primera aproximación a Marguerite Yourcenar a través de "Memorias de Adriano", dejándole una gran impresión: "no podía dejar de pensar que una mujer se escondía en la voz de un emperador romano, ¿era posible?". En 1987, cuando Yourcenar había fallecido hace muy poco, un editor le propuso realizar una investigación sobre esta gran escritora del siglo XX. Entusiasmada con la propuesta, pasó varios años en la Universidad de Harvard investigando los archivos dejados por la autora: una mezcla de documentos de identidad, calendarios, fragmentos de diarios y fotos antiguas. "Tenía la impresión de descubrir la vida de una amiga que me había encargado ordenar sus cosas durante una larga ausencia", confidenció.
La biblioteca de la Universidad cerraba a las 5 de la tarde, por lo que Michèle se trasladaba a un pequeño café de Cambridge, donde recuerda, "hablaba con Yourcenar en mi cuaderno de notas. Al comenzar el manuscrito el usted seguía en mi pluma, me pareció bien para un primer capítulo. Pensé que luego volvería a la tercera persona, pero esto no ocurrió más. Todo el libro está concebido como un diálogo". Así resumió la génesis de la publicación "Marguerite Yourcenar: La pasión y sus máscaras".
Sobre esta obra Adriana Valdés añadió que ésta se concentra mayormente en el tiempo de juventud, "un tiempo muy ardoroso de muchas pasiones, de una experiencia profunda que me conmovió". El libro se centra en el periodo de formación de la escritora, marcado por la importancia de su padre y su pasión amorosa por un hombre que constantemente la rechazaba. Al respecto Michèle Sarde dijo que las máscaras "son los textos literarios en los que Marguerite grita su pasión y la domina".
¿Por qué sin máscaras?
Luego de esta introducción la escritora francesa se refirió a la obra de la que es coautora junto a Élyane Dezon-Jones: "Yourcenar sin máscara". "Esta publicación desmitifica este disfraz literario de lo vivido y desnuda a la autora", explicó Sarde sobre este libro que se centra en la vejez de la escritora y su último amor: reproduciendo un episodio de su juventud, y cuando ya tenía 77 años, Yourcenar se enamora de Jerry Wilson quien en ese entonces tenía 30. "Una vez más un hombre que prefiere a los hombres. Al principio la trata bien, pero luego con una violencia que a menudo se reserva a las mujeres. Sólo que Yourcenar no es cualquier mujer, es una escritora mundialmente reconocida, una mujer que está a punto de ingresar a la Academia Francesa. Pero a ella esto no le interesa, sólo quiere bajar con este Jerry Wilson que ha esperado toda su vida", añadió.
Agregando más aristas a la figura de la escritora, Adriana Valdés le solicitó a Michèle que profundizara sobre la vida de Yourcenar en Estados Unidos y Europa, calificándola como "una mujer de dos mundos". La Prof. Sarde manifestó "que más allá de las carambolas del azar y de los caminos elegidos, la vida de Yourcenar está partida en dos por la Segunda Guerra Mundial". Como consecuencia de este hecho histórico, Marguerite se traslada a Estados Unidos, invitada por su amiga Grace Frick, con quien permaneció hasta 1979, cuando la traductora norteamericana muere de cáncer.
"Yourcenar construye en sus cartas su estatua y nosotros tratamos de deconstruir la estatua"
Para la redacción de este libro, Michelle junto a Élyane Dezon-Jones, usaron el mismo método que Yourcenar había utilizado para reconstruir a Adriano en sus "Memoria de Adriano": "en sus palabras, cada uno a su manera pero solo con piedras auténticas. Marguerite dice 'hay que saber infinitamente más de lo que se dice'. Con la coautora tratamos de aplicar este principio de trabajo a ella y utilizamos dos fuentes esenciales de documentación: la correspondencia y los textos literarios".
Entre los años '60 y '80 Yourcenar recibe cientos de cartas, las cuales clasificó en "cartas guardadas por la posteridad", "cartas quemadas por la autora" y "cartas íntimas que quedaron bajo llave para 50 años". Estas últimos serán revelados en el año 2037.
Michèle Sarde detalló que en las "cartas guardadas por la posteridad" se observa el control, e incluso la censura de su compañera Grace Frick, "quien actúa como traductora, secretaria y primera lectora de su obra. En esas cartas aparecen sus preocupaciones por la obra, detalles de la vida cotidiana y sobre todo la obsesión por la exactitud. Hay también cierto interés por los demás, así como también severidad por los autores jóvenes, y menos jóvenes, y los periodistas que no siempre la comprenden".
Sobre el método de trabajo agregó que "Yourcenar construye en sus cartas su estatua y nosotros tratamos de deconstruir la estatua". Además del archivo epistolar, se utilizaron los textos de ficción de la escritora belga, en los cuales a menudo se pueden leer entre líneas episodios de su vida íntima. "Nuestro propósito era hacer oír la voz de Yourcenar", finalizó.
Diálogos con el conocimiento
La escritora francesa Michèle Sarde participará además de otro encuentro de los Diálogos con el conocimiento: este martes 8 de noviembre bajo el título "Enfoque comparativo de las mujeres en Francia y Chile".
06/11 a las 19:30 hrs. Nuevas y viejas interrogantes; las respuestas del Feminismo del Siglo XXI
08/11 a las 18:00 hrs. Mujeres en el Poder del Estado
08/11 a las 19:30 hrs. Enfoque comparativo de las mujeres en Francia y Chile
09/11 a las 09:30 hrs. Luchas por los derechos reproductivos
09/11 a las 10:40 hrs. Mujeres en política. Movimientos y partidos
09/11 a las 18:00 hrs. Políticas de la diferencia. Diálogo entre Julia Kristeva y Francesca Lombardo