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Amapola, cantautora de paisajes e historiadora de arte latinoamericano: “Es muy gratificante que las personas canten tus canciones”

Amapola, egresada de historia del arte comenta su carrera musical
Amapola Cortés
Amapola tiene más de 12 mil oyentes mensuales en Spotify 2 álbumes
Amapola tiene más de 12 mil oyentes mensuales en Spotify 2 álbumes. Hasta la fecha cuenta con dos LP (Disco Negro / Hierbas Para la Tristeza) y varios sencillos, el último lanzado en noviembre de 2023 junto a la artista talquina Idea Blanco (Ya No).
“Es muy gratificante estar en un escenario y escuchar que las personas canten tus canciones. He conectado con muchas personas y de sus sentires también. Es muy fuerte eso ya que la canción deja de ser mía de cierta manera. Deja de ser mi sensación, mi pena, sino que se vuelve una cosa colectiva y ahí es cuando toma importancia”, concluye.
“Es muy gratificante estar en un escenario y escuchar que las personas canten tus canciones. He conectado con muchas personas y de sus sentires también. Es muy fuerte eso ya que la canción deja de ser mía de cierta manera. Deja de ser mi sensación, mi pena, sino que se vuelve una cosa colectiva y ahí es cuando toma importancia”, concluye.
Amapola Cortés
En muchas canciones llegué a acordes porque me gustó como sonaba. Después la gente muchas veces me dice ‘Amapola pasa las notas’ y yo sí, claro. Tengo que mandar fotos y qué vergüenza", sonríe Amapola.

En el barrio bonaerense de La Boca Amapola está cantando. Con los ojos cerrados y haciendo un arpegio con aire de milonga deja ver una sonrisa con brillantes en sus dientes. El público sentado en el suelo le sigue la melodía y canta suavemente con ella “La Tortuga”, la primera canción de su álbum “Hierbas Para la tristeza” (2019).

Quisiera ser como la tortuga / Que da vueltas al nacer / Las cartas hablaron de cambiar la perspectiva pa’ mirar / A veces quisiera prender fuego a todo este lugar / Y no sé donde empezar / Y no sé dónde irá a terminar…

Amapola siempre vivió con una guitarra al alcance. Su padre la suele tocar en la casa, al son de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Aunque nunca estudió teoría, sus dedos encuentran los trastes y reproduce acordes de los cuales muchas veces no conoce el nombre, pero proyectan sus sentimientos, pensamientos y vivencias.

"Cantadora de canciones y de paisajes", así se define como artista. “Pajarito”, “La Espera”, “Hierbas” y “Malezas”, el sencillo más conocido con 450 mil reproducciones en Spotify, son canciones que mezclan el mundo interior de Amapola con la luna, la tierra, y el sol. El mundo de la naturaleza. “Me gusta la simpleza de la guitarra y la voz. Me gusta mucho poder hacer música así, teniendo la opción de hacer otras cosas”, señala, explicando su estilo como cantautora.

Soy una persona muy contemplativa de los fenómenos naturales, pero también creo que lo soy porque así me criaron un poco. Siento que repercute en mi manera de ser y cómo me relaciono con el entorno”, comenta. Recuerda que cuando era niña solía pasar los fines de semana largos con su abuela en el Cajón del Maipo donde veían las estrellas por la noche, esperando que pasara una fugaz que iluminará el cielo.

En noviembre del 2023, publicó “Manzano” y “Volcán”, canciones dedicadas a la memoria de su abuela, quien falleció mientras Amapola cursaba sus estudios en México. La lírica de esta última está inspirada en el volcán Popocatépetl, ubicado en las cercanías de CDMX y que hizo noticia durante esos meses por una impactante erupción que arrojó una columna de ceniza y humo provocando temblores en las cercanías: “Yo mantenía una relación super poderosa con mi abuela. La letra es muy literal en el sentido que cuando ella fallece estaba ocurriendo también un eclipse de luna, y yo sentí que era muy importante escribir sobre ese momento y sobre ella”.

Te fuiste con la luna / Mi pena fue un volcán que no sabe ya donde soltar / Alguna magia habrá para poder hablarte / Cuando la luna esté redonda y brillante te cantaré… te cantaré

Amapola estudió Teoría e Historia del Arte en la Universidad de Chile. Si bien comenta que le interesaban otras carreras como Sociología e Historia se decidió por el mundo artístico, pero del lado académico: “Me dio susto darme cuenta estudiando que no era buena para la música”, cuenta. “Es algo que me gusta mucho y sería terrible darme cuenta de que por una nota califiquen algo que amo”, sostiene.

En la universidad vivió las manifestaciones estudiantiles de 2011, por lo que se interesó en la protesta desde una perspectiva estética: “Para mi fue súper revelador haber entrado a ese campus, ir a los mítines, haber tenido contacto directo con la protesta”, comenta. Basó su tesis en el tema discursivo y textual del uso de la capucha, investigando en “cómo el anonimato y la fuerza de lo común trama las identidades de los manifestantes”.

Ahí hizo su primer enganche con México. Estudiando sobre el Neozapatismo, movimiento político y cultural izquierdista, fue a radicarse a Ciudad de México donde registró y estudió mediante los murales y fotografías del Ejercito Zapatista: “Cuando todavía estaba mi licenciatura me enamoré de ese país. Quedé super flechada y decidí que yo tenía que venir a seguir estudiando acá”, cuenta.

Es por eso por lo que cursó una maestría en estudios latinoamericanos en la reconocida Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ahondando en investigaciones sobre movilizaciones sociales en el continente desde la museología, la teatralidad y la performance. Actualmente forma parte del equipo académico del Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, en el espacio memorial M68 dedicado a los estudiantes universitarios asesinados por la policía en la matanza de 1968.

En 2018 a dicho museo se le incorpora la narrativa de movimientos sociales contemporáneos, en lo que Amapola Cortés trabaja también como curadora de exposiciones: “Lo que hemos estado trabajando actualmente es en el montaje de exposiciones, sobre todo fotografía. Por ejemplo, el movimiento LGTB, el feminista, el estudiantil, el indígena y las madres buscadoras de desaparecidos forzados de México”.

Mientras se dedica a trabajar dentro del museo, Amapola también cursa un doctorado en Ciencias Antropológicas en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).  

Aun así, mezclar su vida académica con la música ha sido todo un desafío. “Soy como Hannah Montana, me dice mi compa”, contó Amapola para una entrevista con la revista La Raza Cómica en junio. Desde que se desempeña como investigadora en México lleva una doble vida entre la música y los libros.

-¿Cómo es para ti mezclar estas dos cosas?

-Para mí es súper entretenido, a mí me encanta (ríe). En un momento pensé que era una decisión que tenía que tomar de hacer lo uno o lo otro. Entonces que se den las dos cosas me parece genial. Pero sí, a veces llega a ser complejo…

Es agotador. Así define la sinergia entre ambas pasiones. ´Yo creo que si estuviera aquí llevando una carrera artística en serio no sé si lo lograría. La gente que viene a México a levantar una carrera musical está todo el día dedicado a eso, yo estoy dedicada a estudiar y al museo´, reflexiona haciendo alusión a exponentes como Mon La Ferte y Los Bunkers que pasaron etapas importantes produciendo en América del Norte.

Hasta la fecha Amapola cuenta con dos LP (Disco Negro / Hierbas Para la Tristeza) y varios sencillos, el último lanzado en noviembre de 2023 junto a la artista talquina Idea Blanco (Ya No). Comenta que disfruta escuchar y hacer música junto a otros cantantes emergentes pero que últimamente no ha estado componiendo: “Allá en Chile me salieron algunas notas, pero no pasó nada. No siento que tenga una estrategia compositiva ¿cachai’?”. Ahora dice que está dedicada a sus estudios.

Amapola cuenta que no tiene un gran conocimiento de teoría musical, pero eso no la frena de seguir tocando y componiendo. A veces toca los acordes elementales de la guitarra como el Sol y La menor, pero también hace punteos con otros más complejos: “Voy buscando sonidos. De pronto apretó la cuerda acá y está acá. En muchas canciones llegué a acordes porque me gustó como sonaba. Después la gente muchas veces me dice ‘Amapola pasa las notas’ y yo sí, claro. Tengo que mandar fotos y qué vergüenza (ríe)”

El público sudamericano le tiene mucho cariño. Ha tocado en Colombia, en Argentina y principalmente en Chile, tanto en festivales como conciertos en locales bohemios. La última vez que vino a cantar fue en junio de este año en Barrio Huemul, Santiago. Según La Raza Cómica le pidieron a Amapola que volviese pronto.

Frente a la reacción del público,con canciones como Tortuga, Amapola reflexiona: “Es súper bonito. Yo jamás me lo imaginé, porque nunca hice una carrera como tal. Mi objetivo nunca fue que la gente me reconozca, pero encontrarme con esa respuesta me da el sentido de hacer lo que sigo haciendo”, comenta.

Si bien encuentra muy gratificante poder conectar con la gente mediante su arte, Amapola también siente que es un signo de responsabilidad: “Es muy gratificante estar en un escenario y escuchar que las personas canten tus canciones. He conectado con muchas personas y de sus sentires también. Es muy fuerte eso ya que la canción deja de ser mía de cierta manera. Deja de ser mi sensación, mi pena, sino que se vuelve una cosa colectiva y ahí es cuando toma importancia”, concluye.