El investigador principal del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile y del Instituto Milenio Centro de Regulación del Genoma (IM-CRG), Alejandro Maass, integró junto a los destacados investigadores Léa Cabrol y Elie Poulin del Instituto Milenio BASE -este último director del centro-, la delegación científica que apoyó a los presidentes de Chile y Francia, Gabriel Boric y Emmanuel Macron, respectivamente, en la visita al buque AGB 46 Almirante Viel en Valparaíso, reforzando la colaboración científica entre ambas naciones.
El encuentro con los mandatarios, realizado el jueves 21 de noviembre, fue encabezado por el Comandante de la Unidad, Capitán de Navío Juan Pablo Enríquez, quien los guió en un recorrido por las diversas cámaras y laboratorios del rompehielos, diseñado para la investigación en áreas como oceanografía, hidrografía, biomasa y fauna marina, así como en física, química, geología y geofísica. Este buque científico antártico es el más grande construido en el país y en Sudamérica, cuya fabricación se enmarca en el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval.
Ambos presidentes realizaron una declaración conjunta titulada, por la parte francesa, “El llamado de Valparaíso", una iniciativa orientada a la preservación del océano con miras a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos, que se celebrará en Niza en 2025.
“El ‘Almirante Viel’ materializa no sólo la capacidad técnica y científica de nuestro país, sino también nuestro profundo compromiso con la Antártica y con el océano, con la sostenibilidad de los recursos que son patrimonio de toda la humanidad (...) Es un compromiso compartido por Francia y por el Presidente Macron, en particular, el enfrentar juntos la crisis climática, los cambiantes escenarios económicos y geopolíticos globales que nos exigen un sentido de responsabilidad que no es sólo nacional, porque proteger la Antártica y los océanos es también proteger el futuro de la vida en el planeta”, afirmó el Jefe de Estado chileno.
En esa línea, Gabriel Boric añadió que “Chile y Francia estuvieron entre los primeros países en firmar y ratificar el Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las jurisdicciones nacionales, también conocido como Acuerdo BBNJ o Tratado de Alta Mar. Por eso me permito agradecer a Francia su apoyo declarado para que sea Valparaíso la sede mundial del BBNJ. Para Chile esta es una manera de reconocer nuestro destacado papel en la cuenca del Pacífico, nuestro carácter tricontinental y nuestro compromiso como promotores de la protección de los ecosistemas marinos”.
Macron por su parte expresó que “vamos a tratar de convencer a un máximo de países para ratificar el Acuerdo BBNJ. Si lo ratifican 60 países entrará en vigor. Por ello, de aquí al 8 de junio de 2025, queremos movilizar a esos países. Eso nos permitirá respetar nuestros compromisos en materia de la protección de la biodiversidad”.
“Hace un año anunciamos la construcción de un nuevo barco con capacidad para romper hielo que operará en aguas del Pacífico y en el Océano Austral, este barco se llamará ‘Michel Rocard’, en honor al ex Primer Ministro francés. Propongo que el ‘Almirante Viel’ y ‘Michel Rocard’ puedan lanzar juntos de aquí a 2030 una primera gran campaña antártica de la investigación franco-chilena. Me alegré de ver la magnífica cooperación que existe entre sus universidades, sus centros de investigación y, obviamente, la Armada chilena”, agregó el mandatario europeo.
Colaboración franco-chilena
Durante la visita, el investigador y académico de la U. de Chile, Alejandro Maass, destacó “el rol del CMM como la primera unidad mixta del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) en Chile, trabajando en ciencia multidisciplinaria que co-coordinó la expedición CEODOS de TARA Océan y desarrolla el proyecto Key Ocean Planktonic Areas (KOPAs), financiado por el Fondo Francés del Medio Ambiente”.
Estos proyectos, que buscan integrar modelamiento matemático y ciencias ómicas, están diseñados para generar herramientas que faciliten la toma de decisiones en torno a la conservación del plancton oceánico, un elemento esencial para los ecosistemas marinos y el equilibrio climático.