En el corazón de la Patagonia chilena, el Valle Exploradores de Aysén se ha convertido en un epicentro de transformación socioterritorial. Lo que antaño fue un territorio aislado y vinculado a la actividad ganadera, hoy es escenario de lo que un reciente estudio denomina “gentrificación rural verde”.
Este término se define como un proceso en el cual comunidades rurales son desplazadas debido a la valorización del territorio impulsada por proyectos de conservación ecológica y prácticas vinculadas al turismo sustentable. Este fenómeno genera una transformación socioeconómica y cultural, donde los habitantes locales, generalmente de menores recursos, son reemplazados por nuevos residentes o inversionistas con mayores ingresos y estilos de vida orientados a la protección ambiental y el consumo de naturaleza.
La investigación internacional titulada "¿Gentrificación rural “verde”? Desplazamientos y eco-colonización en Patagonia- Aysén, Chile" fue publicada en Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía (2024) y cuenta con la participación del Profesor Titular de la Universidad de Chile, Enrique Aliste, junto a investigadores de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El profesor Aliste, académico del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Casa de Bello explica que el fenómeno tiene múltiples aristas. “El tema es delicado porque tiene que ver con las expectativas y proyecciones de los habitantes respecto de sus propios territorios. Por un lado, estas acciones se ven como oportunidades para revertir condiciones de abandono, pero al mismo tiempo, hay quienes ven amenazas reales de desplazamientos y cambios en sus propios estilos de vida”.
Infraestructura y transformación
Uno de los principales catalizadores de este fenómeno fue la apertura de la carretera X-728, que mejoró la conectividad de la zona, pero también aceleró procesos especulativos. “La infraestructura es sin lugar a dudas un dinamizador de los cambios en el mundo rural; esto para bien y para mal. Al facilitar los accesos, permite mayor dinamismo al mercado inmobiliario, con cambios efectivos en la propiedad de la tierra y la llegada de los eco-colonos”, señala Aliste, Premio Nacional de Geografía (2018).
Sin embargo, la conectividad también ha tenido un efecto positivo: “Estas mejoras ayudan a que los habitantes estén más conectados y menos vulnerables a situaciones que por años los han mantenido al margen de los servicios básicos”, añade el también académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
La conservación y sus contradicciones
El estudio propone una mirada crítica a la conservación ecológica en territorios rurales como Aysén. El profesor Aliste explica que, aunque los avances en conservación son notables, “el equilibrio entre justicia social y territorial con la conservación ecológica está tensionado por la entrada activa de agentes privados, muchos de ellos vinculados al extractivismo”. Esta paradoja, en la que las mismas fuerzas que han degradado la naturaleza ahora la protegen, plantea desafíos estratégicos de largo plazo.
“Hay acciones valiosas en conservación, pero poco espacio dejan a la justicia social. Necesitamos seguir investigando para comprender las consecuencias estratégicas en términos de propiedad del capital natural”, enfatiza el profesor Aliste, ex vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile (VID).
Un llamado a comprender el fenómeno
De cara a los desafíos del cambio climático, el estudio sugiere la necesidad de repensar las dinámicas de conservación en territorios rurales para garantizar que no comprometan las posibilidades de desarrollo social y económico. “Todos los fenómenos de la sociedad necesitan ser comprendidos en profundidad para acceder a buenas decisiones. Muchas veces se sufren efectos inesperados de lo que inicialmente parece una buena idea”, advierte el académico.
La conclusión principal del estudio es que la gentrificación rural verde en el Valle Exploradores, Aysén, representa un proceso complejo donde la conservación ecológica y el turismo sustentable, impulsados por agentes privados y discursos neoliberales, generan desplazamientos de la población local, reconfigurando las dinámicas territoriales y socioeconómicas. Este fenómeno tensiona la relación entre justicia social y conservación ambiental, evidenciando cómo el capitalismo "verde" transforma los paisajes rurales en función de intereses económicos globales, mientras se invisibilizan las prácticas tradicionales de las comunidades.
El equipo de investigadores lo completa Andrés Núñez (Pontificia Universidad Católica de Chile, PUC), Santiago Urrutia (Universidad de Buenos Aires y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET, Argentina), Alex Mayne (PUC) y Alejandro Salazar Burrows (PUC).