El evento, realizado entre el 10 y el 12 de diciembre en Santiago de Chile, reunió a delegaciones de 19 países de la región, además de representantes de España y Portugal. En este contexto, se destacó la labor de la Profesora Titular de la Universidad de Chile y directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación (IE) del plantel, Carmen Sotomayor, y su equipo en el análisis de los currículos de los países que participan en las pruebas ERCE (Estudio Regional Comparativo y Explicativo), ya que estas pruebas se construyen en base a los contenidos curriculares de los países.
El impacto de las pruebas ERCE en la región
Las pruebas ERCE evalúan los aprendizajes de estudiantes de 3° y 6° grado en áreas fundamentales como lectura, matemáticas y ciencias, y su diseño responde a los currículos nacionales de cada país participante. Para Sotomayor, este enfoque es clave: “Las pruebas ERCE son reconocidas en el mundo entero, porque entregan información sobre los resultados académicos de los niños de nuestra región, pero también porque respetan el contexto de los países y lo que éstos han definido que deben aprender sus estudiantes”.
A través de un exhaustivo análisis cualitativo y cuantitativo, el equipo liderado por Sotomayor ha identificado los contenidos y habilidades más relevantes en los documentos curriculares enviados por los países. Esto no solo aporta una comprensión detallada de las prioridades educativas regionales, sino que también proporciona evidencia crucial para el diseño de políticas públicas. “El currículum escolar es el marco con el que los docentes planifican sus clases, por esto es tan importante entender cómo está estructurado y qué habilidades prioriza”, explicó Sotomayor.
El reconocimiento a la directora del IE resalta también la importancia de la colaboración internacional en educación, un valor central del LLECE. Para ella, trabajar junto a UNESCO y otros países latinoamericanos permite abordar problemas compartidos, como las inequidades en el aprendizaje, la formación docente y el bienestar socioemocional de los estudiantes. “Vincularse con UNESCO nos permite comprender los problemas y desafíos educativos de nuestra región y colaborar para resolverlos. Es una construcción conjunta, donde aprendemos mucho de los demás países, ya que enfrentamos desafíos similares”, señaló.
La colaboración ha sido particularmente relevante tras la pandemia, que intensificó las brechas de aprendizaje en la región. El próximo ciclo del ERCE, programado para 2025, será clave para medir tanto los avances como los retrocesos educativos en los 19 países participantes.
Un legado para la educación latinoamericana
Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe, destacó el papel fundamental del LLECE en estos 30 años: “Este aniversario reafirma nuestro compromiso con la calidad educativa y con la producción de datos que impulsen políticas públicas más equitativas y efectivas”.
Por su parte, Carlos Henríquez, coordinador del LLECE, subrayó que el trabajo colaborativo entre países ha sido un pilar del éxito del laboratorio: “La sinergia regional ha permitido desarrollar herramientas de evaluación que aportan evidencia valiosa para las políticas públicas en la región”.
El reconocimiento a Carmen Sotomayor no solo refleja su dedicación personal, sino también la relevancia del IE como un actor clave en el ámbito educativo regional. Este galardón destaca el compromiso de Chile y de la Universidad de Chile con la mejora continua de la calidad educativa, aportando conocimiento y soluciones concretas a los desafíos compartidos por América Latina y el Caribe.