El Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile celebró la inauguración de nueve exhibiciones en su sede de Parque Forestal. Se trata de una selección de muestras de artistas nacionales e internacionales que reafirman la labor de museo universitario del MAC, promoviendo la transdisciplinariedad, y las relaciones entre arte, política y ciencia.
Esta inauguración, que se llevó a cabo el martes 3 de mayo, dio comienzo a las celebraciones de los 75 años del museo, fundado el 15 de agosto de 1947. En el evento participó el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, y autoridades de gobierno como las ministras de Cultura, Julieta Brodsky, y Medio Ambiente, Maisa Rojas, además de otras autoridades y miembros de la comunidad universitaria.
En la ocasión, el Rector Vivaldi destacó el momento en el cual se inscribe la inauguración, con un proceso constituyente en curso. "Es un momento en el cual entendemos que vamos a tener posibilidades de un arte que libremente pueda expresarse en su versión problematizadora y ofrecer nuevas perspectivas. Es esa nueva condición la que abre este ciclo de exhibiciones y lo que podría ser el reencuentro del arte con una sociedad mucho más ávida de recibir y escuchar propuestas de cambio", dijo.
Por su parte, el director del MAC, Daniel Cruz, destacó la idea de “un museo universitario comprometido con el desarrollo del conocimiento y con el innegable cuestionamiento a nuestra contemporaneidad”. “Las exhibiciones de este primer periodo proponen diversas miradas sobre cómo el arte contemporáneo de víncula con sus contextos, ya sean políticos, sociales y los saberes que permiten desde diversos procesos de investigación y creación, explorar los enigmas de nuestro tiempo. Hay investigaciones vinculadas a las ciencias, a la geología, a lo político”, explicó Cruz, quien en mayo cumple su primer año en la dirección del museo.
“Además, tenemos diversos hitos que se presentarán durante el año para reforzar la idea de un museo anclado en los diversos procesos culturales y en la comprensión del mundo desde el pensamiento sensible que emerge de la práctica artística”, agregó el director.
Arte, ciencia y naturaleza desde una mirada austral
Entre las muestras que se inauguraron destaca un eje que explora las posibilidades del arte contemporáneo en diálogo con la ciencia, la naturaleza y extensos trabajos exploratorios. Una de estas exhibiciones es Terra Ignota del artista chileno Nicolás Spencer. La muestra, curada por Alessandra Burotto, corresponde a una serie de investigaciones artístico-científicas en estrecha relación con las comunidades nativas de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Este proyecto releva un trabajo iniciado en 2015, que en esta ocasión exhibe una serie de instalaciones escultóricas/espaciales, obras sonoras y mediáticas basadas en la investigación transdisciplinaria; además de elementos de archivo y resultados de investigación.
Por otra parte se presentó Efecto Pichillancahue, exhibición que evidencia un trabajo de recopilación y documentación de Ignacio Bahna, curado por Mariagrazia Muscatello, en torno a la relación entre el glaciar Pichillancahue en la Región de la Araucanía y el macizo volcánico Rukapillan. Tras su última erupción, Bahna comenzó a documentar el proceso de deshielo del glaciar dando cuenta de la reducción de su extensión, presentándose como un territorio complejo, geológica y políticamente.
En esa misma línea Hidropoética 2012-2022, de Sandra Ulloa y Nataniel Álvarez, Colectivo Últimaesperanza, exhibe una serie de archivos fotográficos, sonoros y audiovisuales. Con la curatoría de Rodolfo Andaur, se presentan acciones que fusionan ciencia y nuevos medios enfatizando en la protección de los hielos eternos que yacen en gran parte de los territorios terrestres y marinos del extremo sur del continente.
Cerrando este eje se encuentra Delira de Nicole L’Huillier. Se trata de una muestra de la Colección MAC. Delira consiste en una instalación que utiliza componentes electrónicos hechos de metal, madera, materiales sintéticos y cerámica, que juntos se aúnan en una sola pieza. Esta obra es una celebración sonora en la cual, a través de una composición musical dedicada a la constelación Lyra, se construye un espacio de cacofonías y vibraciones.
Una reflexión crítica de lo sociopolítico
En tanto, otro eje de exhibiciones transita por imaginarios en torno a cuestiones y sucesos sociopolíticos. Se trata de artistas que han basado su trabajo en vivencias propias, ya sea en torno al género, la guerra, la reflexión en torno al encierro por la pandemia o los vínculos genealógicos.
Entre estas exhibiciones se encuentra Boris Lurie: No art! pin-ups, excremento, protesta, jew art, curada por Mariagrazia Muscatello y Montserrat Rojas. La exhibición, la única internacional del periodo, se centra en el trabajo del artista visual, escritor y poeta Boris Lurie. Su trabajo, compuesto por collages, pinturas y esculturas, fue una forma de protesta contra el arte pop y el expresionismo abstracto que en los años sesenta dominaban el circuito cultural y de mercado en Estados Unidos. En esta década, junto con Stanley Fisher y Sam Goodman, fundó el movimiento NO! Art. Para Lurie, "NO" significaba poner en discusión el estatus quo, proponiendo un arte políticamente comprometido que exigía una acción social. Su vida se vio profundamente afectada por el Holocausto y su trabajo se vincula a esta experiencia.
Por otra parte, OBRABIERTA: El tiempo, la vida, la información, curada por Alejandro de la Fuente, exhibe parte del archivo personal del artista Hernán Parada. Las obras, en su mayoría inéditas, abordan la desaparición y los abusos a los Derechos Humanos ocurridos durante la dictadura militar chilena. Gran parte del trabajo de Parada, está marcado por la desaparición de su hermano Alejandro en 1974.
En Tocar el tiempo, María de los Ángeles Cornejos propone una mirada desde el espacio íntimo del hogar. Con obras gráficas-textiles, la artista utiliza como punto principal una ventana. Es así como a través de la fotografía, busca capturar esta imagen interviniéndola con un bordado para construir una relación íntima con el espacio.
Desde otra vereda, Cosima zu Knyphausen presenta Pinturas de género, muestra que hace alusión al término que consiste en la representación pictórica de escenas de la vida cotidiana. Esta categoría dentro de la historia del arte y su jerarquía académica, es considerada de un grado menor, junto con el paisaje y el bodegón, y a través de óleos la artista busca cuestionar esta premisa.
Cerrando este eje, el cineasta Nicolás Superby nos invita a explorar el pasado del edificio que alberga MAC Parque Forestal. En María y los espíritus, se revelan archivos filmados por la familia del cineasta, además de cartas y diarios de su bisabuela María Tupper (1896-1965), pintora y artista chilena que dedicó gran parte de su vida a la búsqueda espiritual, lo que la llevó a realizar ejercicios rosacruces para salir del cuerpo en alma y contactarse con espíritus, en las mismas salas que albergan estas exhibiciones.