Un grupo de ocho académicos y académicas Māori –pueblo originario de Nueva Zelanda– llegó hasta la Casa Central de la Universidad de Chile este miércoles 9 de noviembre para participar en el coloquio “Experiencia educativa intercultural del pueblo Māoride Nueva Zelanda en la trayectoria educativa, Te Wānanga y la revitalización del Te Reo Māori”. Integraron la delegación las académicas Susan Mlcek, Kamaline Pomare, Tania-Rose Tutaki, Norma Rosales-Anderson, Jayneca Ologa Hitchens, Rachael Mario, y los profesores Emery Mihaere y Oscar Pena. La actividad contó, además, con la particiáción de la Rectora de la U. de Chile, Rosa Devés; la embajadora de Nueva Zelanda en Chile, Linda Te Puni; el subsecretario de Educación, Gabriel Bosque; y la directora sociocultural de La Moneda, Irina Karamanos.
La conversación se enmarcó en el V Encuentro de Educación y Estudios Interculturales: “Experiencias Educativas Comparadas Post-Pandemia entre el Pueblo Māori y Mapuche”, que este mes realizará actividades en Santiago, Ralco Lepoy (Comunidad Pehuenche) en Alto Biobío, Purén (Comunidad Mapuche) y Temuco. Estos espacios se vienen desarrollando desde el año 2016 en diferentes localidades y países, como Chile, Argentina, México y Nueva Zelanda, y uno de sus objetivos ha sido analizar de una forma comparada y cruzada las experiencias de educación intercultural en Latinoamérica y las islas.
“Reconocemos que la educación intercultural es un ámbito complejo, pero también irrenunciable para la formación integral de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de nuestro país, y -a través de ellos- de la población en general, siendo la convivencia entre personas de diversos pueblos una realidad que vivimos a diario en todo el territorio. Compartimos con ustedes esa realidad, así como con todo nuestro continente americano y con otros lugares del orbe. El reconocimiento de la diversidad cultural no solo hace justicia, sino que nos enriquece como sociedad”, afirmó la Rectora Devés al inicio de la conversación.
Por ello, afirmó que “requerimos de una educación que promueva y favorezca dinámicas inclusivas e interculturales para todas y todos, en los procesos de socialización, aprendizaje y convivencia; desde el sistema educativo, hasta el aula y su entorno (...) Debemos asumir que al hablar de educación intercultural estamos hablando de una educación que reconoce y valora esa diversidad que habitamos y de la que formamos parte”, añadió.
Antes de comenzar las exposiciones, la embajadora Te Puni se mostró alegre de poder compartir “las lecciones que hemos aprendido en nuestro camino de la revitalización del idioma Māori, un viaje que continúa (...) El refuerzo de los vínculos con pueblos indígenas, especialmente para promover el desarrollo económico indígena, es un eje importante de nuestra política exterior. La educación es la base del desarrollo y la valorización de culturas y perspectivas indígenas. El idioma ancestral es integral a la cultura, sin su lengua un pueblo indígena pierde su historia e identidad y pierde su futuro; la comunidad y su entorno –sea a nivel del país, región o globalmente– pierde una riqueza y una oportunidad para mejorar la inclusión y diversidad en su sentido más amplio”, agregó.
Por su parte, el subsecretario Bosque destacó el “Acuerdo de Cooperación en Educación entre Chile y Nueva Zelanda”, que firmó el Ministerio de Educación el pasado mes de junio, el cual “permite actualizar y fortalecer las relaciones entre ambos países, tan lejanos y tan distintos, o tan cercanos y tan semejantes (...) Esperamos que nuestros niños, niñas y nuestros jóvenes pertenecientes a pueblos indígenas puedan ejercer su derecho a aprender en contextos de mayor igualdad, en condiciones que se ajusten a sus particularidades culturales, a su lengua y a su forma de ver el mundo”, apuntó. Señaló, asimismo, que el convenio permite “aprender a través de otras experiencias exitosas para terminar construyendo un país que incluya tantos saberes que existen en nuestros pueblos”.
La experiencia neozelandesa
El coloquio comenzó con una exposición de Javiera Visedo, directora de Engagement en Latinoamérica de Education New Zealand, quien destacó instancias de colaboración pasadas, como la publicación de un libro o capacitaciones a profesores para practicar el inglés. “Espero que este sea uno de los tantos otros ejemplos que tengamos entre Chile y Nueva Zelanda, y queremos seguir desarrollándolos. Estamos aquí para facilitar estas conexiones y ser un puente que permita unir más nuestras naciones”, dijo.
Las encargadas de explicar cómo funciona la trayectoria educativa del pueblo Māori –la educación preescolar se conoce como Kohanga Reo, la primaria como Kura Kaupapa, la secundaria como Whare Kura y la terciaria como Wānanga Education– fueron las doctoras Susan Mlcek y Kamaline Pomare. Ellas expusieron cómo el idioma Māori pasó de ser la lengua dominante a circunscribirse solo a las comunidades que lo hablaban, un problema que se combatió desde la iniciativa personal de algunos ciudadanos y que pasó a convertirse en un objetivo de Estado en la década de los 90. La revitalización de la cultura, relataron, se dio de la mano de estrategias como reunir a las generaciones más antiguas con las más nuevas. "La esencia era reunir a los ancianos que hablaban con fluidez junto con sus mokopuna, que es la generación preescolar y sus padres, brindando un entorno de inmersión total donde podrían aprender y desarrollarse", contaron.
Posteriormente, la doctora Norma Rosales-Anderson y Janeca Ologa Hitchens expusieron sobre el “Pasado, presente y futuro de Te Wānanga o Aotearoa”, una institución de estudios terciarios que cuenta con más de 35 mil estudiantes en 80 localidades. Por último, Tania-Rose Tutaki y Mihaere Emery hablaron sobre la revitalización del Te Reo Māori, el idioma Māori, y los desafíos y oportunidades en torno a su rescate y preservación. “Comienza desde adentro hacia afuera, si comenzamos con nuestra parte interior vamos a lograr cosas mejores. Cuando estamos hablando de la revitalización estamos hablando de nuestra creencia, quiénes somos y qué creemos”, dijo Mihaere Emery.
Luego de las exposiciones, se abrió un espacio de preguntas donde participaron diversos miembros de la comunidad universitaria y de la sociedad civil, entre ellos, la ex presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, quien preguntó cuáles son los problemas más frecuentes que enfrentan en Nueva Zelanda al trabajar en educación intercultural. "Acá tenemos problemas muy fuertes con la identidad indígena y el racismo contra los indígenas", dijo, mencionando que "los niños no quieren hablar el idioma" porque la violencia a la que se han visto expuestos "afecta su percepción sobre sí mismos".
"Ha sido toda una lucha", respondió Susan Mlcek. "Hemos estado peleando por años por nuestros derechos, pero lo que ha pasado es que hemos podido identificar la historia y lo que nuestros seres queridos han hecho para que lleguemos adonde estamos hoy. Nos hemos posicionado en el presente y luego creamos el futuro para nuestras niñas y niños", añadió, haciendo un llamado a la "unión". "Si no estamos presentes, si no mantenemos la relevancia de quiénes somos y de por qué hacemos las cosas como las hacemos, entonces no podremos avanzar", complementó Kamaline Pomare.
El objetivo de esta actividad fue desarrollar un espacio de reflexión y diálogo intercultural educativo entre Chile y Nueva Zelanda, mediante un diálogo en base a las prácticas pedagógicas interculturales de la experiencia Māori en la trayectoria educativa y la revitalización del Te Reo Māori, elementos desde los cuales han podido avanzar en la implementación de la interculturalidad para todos en la trayectoria educativa y la pedagogía propia de los pueblos originarios.