Nicolás García y Federico Luebert

Académicos del Doctorado en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias descubren nueva flor en el norte de Chile

Académicos del DCSAV descubren nueva flor en el norte de Chile
Atacamallium minutiflorum o "Cebollín de Atacama" en el Parque Nacional Morro Moreno en la Región de Antofagasta, imagen de Nicolás García
Atacamallium minutiflorum o "Cebollín de Atacama" en el Parque Nacional Morro Moreno en la Región de Antofagasta, imagen de Nicolás García
Cebollín de Atacama - Mauricio Cisternas
Cebollín de Atacama, imagen de Mauricio Cisternas
Cebollin de Atacama - Raquel Pinto
Ejemplares de Cebollín de Atacama en el sector de Punta Lobos, imagen de Raquel Pinto

Su nombre científico Atacamallium minutiflorum y conocida popularmente como el "cebollín de Atacama" fue descubierta por los académicos del Doctorado en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterninarias  de la Universidad de Chile, Nicolás García y Federico Luebert.

Se trata de  una pequeña flor que mide entre 7 a 12 centímetros de altura y que solo puede ser encontrada en ambientes pocos accesibles en las provincias de Iquique y Antofagasta, específicamente en Punta Patache en Iquique, en Punta Lobos en Atacama y el Parque Nacional Morro Moreno en la Región de Antofagasta.

El motivo por el que es llamada el "cebollín de Atacama" se debe a que pertenece a la subfamilia Allioideae, es decir, tiene un parentesco con la cebolla y el ajo. La planta florece solamente en años de lluvias de invierno por lo que al tratarse de eventos esporádicos en zonas desérticas, este es el motivo por que no se había descubierto con anterioridad.

El hallazgo se inició en 2002, cuando la botánica Raquel Pinto observó por primera vez, en la zona de Alto Patache, Iquique, una planta con pequeñas flores verdosas. Luego de tres años, el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza Nicolás García, y el académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas Federico Luebert, la vieron en el sector de Morro Moreno de la comuna de Antofagasta. Fue ahí cuando, impresionados por su forma, les pareció que podría tratarse de una nueva especie.

"No estábamos seguros de qué era y teníamos sospechas de que era probablemente una especie nueva, pero una vez que obtuvimos secuencia de ADN de algunos marcadores moleculares, muchos años después, nos dimos cuenta de que correspondía a una línea evolutiva diferente que se desconocía hasta el momento", explicó García.

En los análisis moleculares que realizaron los investigadores, lograron identificar además que esta escasa flor es pariente del género Leucocoryne, al cual pertenece la flor Huilli, una de las responsables del desierto florido. Con esto se concluyó que el hábitat de la flor correspondía sólo a la cumbre de los farellones costeros, en los ambientes denominados “oasis de neblina”, ya que para sobrevivir requiere de la humedad otorgada por la neblina.

La importancia de su hallazgo es que permitirá a la población valorar la "exclusividad evolutiva que tenemos en la costa del norte de Chile" y resguardar estos ecosistemas frágiles a los efectos de la crisis climática.

El hallazgo fue publicado este año en la revista Taxon: