El trabajo impulsado por la Universidad de Chile y sus distintas unidades en torno a la aplicación de la perspectiva de género es una muestra del decidido compromiso adoptado por la institución y su comunidad universitaria en esta materia. Una de las instancias académicas que trabaja esta materia es la Cátedra Amanda Labarca, que coordina Roxana Pey, quien destaca el rol público del plantel como referente en igualdad de género y su labor en la formación de estudiantes críticos.
El año 2015, bajo el alero de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, se creó esta cátedra que surgió con el propósito de desarrollar actividades de extensión, investigación y docencia que tengan como eje central avanzar en la incorporación de la temática de igualdad de género en las distintas áreas del quehacer universitario. En esta línea, distintas acciones se han aplicado para cumplir las directrices iniciales, entre las cuales figura el Curso de Formación General “Diálogos sobre feminismos para fortalecer la democracia”, el cual apunta a generar capacidades en estudiantes de pregrado para comprender el enfoque de igualdad de género y aplicarlo en sus respectivas disciplinas.
En la víspera de este 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, Roxana Pey profundiza sobre el rol que cumple esta instancia docente de enseñanza y aprendizaje en torno al abordaje de la perspectiva de género en los distintos debates de la actualidad y advierte que es importante que la academia no se encierre en una mirada o reflexión meramente teórica o autorreferente, “pues la apertura a la sociedad tiene que ser respetuosa, con capacidad de valorar otras voces, formas de conocimiento y otras experiencias”.
- Como Cátedra Amanda Labarca, ¿de qué manera reciben este nuevo 8M?
Es necesario recordar que el 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer Trabajadora. Rememoramos las largas luchas y demandas de las trabajadoras, y nos situamos en la posición de continuarlas, porque no han concluido. Este no es camino lineal ni menos de sentido único, es de múltiples vertientes, de avances y de retrocesos reaccionarios.
Amanda Labarca no se pierde en esto y así lo declara en 1940. “Nos hemos empeñado en una batalla por nuestra emancipación y mejoramiento, muy parecida a la que libran los obreros del mundo. Como ellos, exigimos condiciones económicas mejores, educación más amplia, reconocimiento más completo de nuestra importancia como individuos y como grupo”.
Desde la Cátedra Amanda Labarca, nos vinculamos con las organizaciones sociales, las incluimos y escuchamos buscando el sentido que le daba Gabriela Mistral cuando escribió en 1925, “volviendo, pues, a la organización de las mujeres, este es el primer paso: vincularse para conocerse.”
- ¿Cómo visualizas el panorama actual de las luchas feministas en el país?
Recibimos este 8M del 2023 en resonancia con estos tiempos, con la primera Rectora mujer en la historia de la Universidad de Chile, con un gobierno que se ha declarado feminista, con grandes avances en esta materia, pero también con retrocesos. Vemos cómo aceleradamente aparecen opiniones, si las podemos llamar así, que traspasan ampliamente los límites del respeto, en particular en cuestiones de género. Eso es un retroceso grave porque deseduca, mueve una barrera en el sentido contrario a los derechos conseguidos por las luchas feministas, lo que no hace sino dañar la convivencia nacional y la democracia.
- ¿Cuál es el rol que debiesen cumplir instancias académicas como la Cátedra Amanda Labarca y las instituciones de educación superior en temas de género?
Desde la academia hay mucho que aportar. Es muy evidente que un aporte de gran impacto acontece en la formación de las y los profesionales, para que ejerzan sus profesiones con perspectiva de género y contribuyan a mejorar la sociedad en este sentido. Pero también desde la investigación científica, social y en la creación que se realiza y, en esto, la perspectiva de género debe abarcar todas las disciplinas, en la forma como se aborden esas preguntas e investigaciones.
Por cierto que, además, y sin claudicar, hay que revisar y enfrentar las brechas internas, así como las diversas formas de discriminación que subsisten, y que son causadas por elementos muy resistentes, muy arraigados, que han sido refractarios a todos los diversos discursos y normativas. Ahí hay tarea para los años venideros. Lo que se vaya logrando como avance en la Universidad será referente para la sociedad.
- ¿Por qué es relevante trabajar en pos de una perspectiva de género en la educación superior?
La educación superior es un asunto político porque dignifica y posibilita la emancipación. Las feministas de todos los tiempos lo han tenido claro y siempre ha estado en el centro de las demandas el acceso de las mujeres a la educación. “Honor a los representantes del pueblo que en sus programas de trabajo por él incluya la instrucción de la mujer”, escribió Gabriela Mistral en 1906. Educación no sexista demandamos hoy, sin sesgos, sin estigmas, con visibilización del conocimiento producido por mujeres, y eso requiere el imprescindible fortalecimiento de la educación pública en todos los niveles. En Chile, el sistema completo de educación, incluyendo la educación superior, es una preocupación de las feministas.
- ¿Qué te parece el compromiso adoptado por la Universidad de Chile y los avances sustantivos que se han logrado, como la Política de Igualdad de Género?
La Universidad de Chile ha sido muy firme y ha dado pasos significativos incluyendo la perspectiva de género en su modelo educativo y con su nueva política elaborada bajo la conducción de la Dirección de Igualdad de Género. Muestra una clara voluntad institucional, de la comunidad universitaria y de sus autoridades, y también muestra la complejidad para “lograr una transformación en la Universidad hacia la instalación de una cultura de igualdad de género”.
Es, asimismo, muy honesta, pues reconoce abiertamente la persistencia de problemas, como son las brechas salariales, las diversas expresiones de violencia de género, las discriminaciones y faltas de oportunidades. Y en esa honestidad, tal vez, radique su efectividad, pues en estas materias se debe hablar y actuar sin miramientos. Cualquier otra forma es caer en el ocultamiento, que no es sino una complicidad que perpetúa la discriminación o el abuso.
Y es muy significativo, a la vez que emocionante, que la Rectora Rosa Devés nos invite a conmemorar este 8M con la conferencia "Liderazgos para el futuro: educando para la igualdad de género", que dictará la ex Presidenta de la República, Michelle Bachelet. La educación sigue siendo el asunto más relevante para “ensanchar la democracia”, tal como era preocupación de Amanda Labarca, de Gabriela Mistral y es la nuestra hoy.
- Estamos comenzando el año académico ¿Cuál es tu mensaje a las futuras generaciones que hoy se incorporan a espacios universitarios?
Son tiempos muy inciertos y quienes entran a la universidad en 2023 tienen enormes desafíos individuales y colectivos. Comprender el presente requiere conocer el pasado y contribuir a una sociedad mejor requiere compromiso social. Veo que estas generaciones lo saben bien, entonces más que dar un mensaje, tenemos que escucharlas con más atención, con mayor humildad y aprender las lecciones que nos dan. Porque, desde la perspectiva feminista, en los recientes cinco años hemos avanzado un siglo, andando a otra velocidad que las mujeres jóvenes nos han imprimido, pues no están dispuestas a conformarse con migajas ni resignarse con promesas, y situaron a los feminismos ni más ni menos que al centro de las fuerzas de progreso.