“Descubrí que en general estudiamos como podemos, incómodos, discriminados. Que la Universidad tiene una Política de Equidad e Inclusión, pero que aún así no todas las facultades tienen prioridad cero para los estudiantes con discapacidad. Descubrí que en la Universidad no existe el acceso universal. Descubrí que los derechos de las personas con discapacidad eran vulnerados. Surgió la urgencia de seguir en este proyecto, llamado Cedifuch, de vincularme más. Surgió el miedo, el miedo al “fracaso”, miedo a no tener continuidad como organización, miedo a que lo que yo sentía tan importante, no lo fuese para más que unos pocos. Pero con el miedo, también ha surgido la esperanza. Hoy no tengo miedo por nuestra continuidad. He visto como nos hemos tomado los espacios, como hemos colocado la diversidad funcional en la palestra, como han llegado nuevas personas, más jóvenes, interesadas por participar y con ganas de pelear. Estoy orgullosa de la decisión que tomé el 2020 y quiero seguir participando, fortaleciendo la inclusión y los derechos de las personas con discapacidad en todos los aspectos de mi vida”.
El testimonio de Dafni Progulakis, estudiante egresada recientemente de la Facultad de Derecho, marcó el inicio del “Primer Encuentro Estudiantil PADI: Participación, Diversidad e Inclusión”, espacio abierto a todes les estudiantes y que tuvo como objetivo la reflexión colectiva entre pares sobre las barreras y los potenciadores para la participación desde las diversidades en la vida universitaria.
La integrante de la Coordinadora de Estudiantes con Diversidad Funcional (Cedifuch), hizo además un llamado a sus compañeres a movilizarse por sus derechos, compartiendo que en 2020, en plena pandemia y con 22 años, recibió su diagnóstico de autismo, el que tuvo consecuencias en todos los aspectos de su vida, enfrentando sola “desafíos que no deben enfrentar todos los estudiantes”, sin embargo este fue un impulso para organizarse, ya que “trajo consigo una sensación de que debía hacer algo para que otra persona no pasara lo que yo pasé”.
Sus palabras fueron acompañadas por las de Josefa Arán, estudiante de administración pública, quien desde septiembre del año pasado ha trabajado como monitora en diferentes actividades de la Oficina de Equidad e Inclusión: “He podido participar de muchos encuentros en los que antes no lo hacía porque sentía que no tenía mucho qué decir y que habían otras personas que podían aportar más, pero en realidad me he dado cuenta que tenemos que participar y tenemos que sacar la voz y dar nuestra opinión porque la Universidad la construimos entre todes”.
Luego de este llamado que realizaron las estudiantes, les asistentes se dividieron en grupos para participar de un taller que tuvo tres objetivos centrales: identificar las barreras para la participación, reconocer desde la experiencia estudiantil sus potenciadores y diseñar posibles propuestas para mejorar la convocatoria e incidencia de les alumnes en las diferentes instancias de la comunidad universitaria.
Para Melissa Alarcón, estudiante de química y farmacia, “es necesario que se pongan estos temas sobre la mesa y no sólo se quede ahí sino que además se escuche a las personas y que podamos participar y que se haga algo, sobre todo en lo que tiene que ver con inclusión y participación en la Universidad de Chile”.
Su compañera, Rocío Cerda, estudiante de periodismo y que participó también como monitora, concuerda: “Creo que estas jornadas son imprescindibles para las y los estudiantes porque tal como se mencionó potencia mucho la formación de comunidad, ya sea de conocerse, participar, encontrar un lugar donde pertenecer, así como también el comprometerse con la participación activa de las instancias que van más allá de lo académico”.
Alexander Velásquez, estudiante de ingeniería comercial, agradeció la instancia ya que al igual que varios estudiantes, contó que era primera vez que participaba en una espacio como este: “Esta instancia me pareció espectacular y me gustaría que se dieran más estas actividades para conocer a otras personas de otras facultades, principalmente porque mi facultad es muy cerrada y para mí fue muy enriquecedor conocer a estos compañeros”.
Por su parte, Víctor Valenzuela, estudiante de ingeniería plan común, señaló que vino “porque me pareció bastante novedoso tener una oportunidad como para abrirse al diálogo acerca de lo que es la diversidad y la inclusión, porque son temas que a pesar que son muy actuales no se les da el suficiente espacio y se tiene una deuda con estos temas”.
La instancia, que se desarrolló en la Casa Central de la Universidad y que fue organizada por la Oficina de Equidad e Inclusión, la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, la Dirección de Asuntos Comunitarios y el Departamento de Pregrado, estuvo encabezada por la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy, quien destacó la importancia y valor de la diversidad para la institución: “Somos conscientes de que cada uno de ustedes aporta su propia historia, cultura y perspectiva única, y es este mosaico de experiencias el que hace que nuestra Universidad sea un lugar enriquecedor y pluralista. Pero no solo estamos aquí para comprender y respetar, sino también para colaborar y elaborar juntos propuestas que mejoren nuestra rutina universitaria”.