La Universidad de Chile, fiel a su rol como institución pública, ha impulsado diversas acciones para asegurar el cuidado, protección y bienestar de los animales que se utilizan en la investigación y docencia. Para ello, durante 2017, se creó el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales (CICUA), alojado en la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la Universidad de Chile.
Con el fin de informar, generar espacios de reflexión y capacitar a la comunidad universitaria en torno al cuidado y bienestar animal, desde el año 2020, CICUA ha realizado una serie de coloquios. Su décima segunda actividad, titulada “Cultura del Cuidado”, se enfocó en profundizar sobre la promoción e implementación de medidas de protección de los seres vivos. El evento se realizó de manera online el pasado 2 de julio y contó la participación de 55 personas.
De acuerdo con la presidenta de CICUA y académica de la Facultad de Ciencias, Alejandra González, para la Universidad es importante “mantener y propiciar que nuestros estándares vayan más allá de la legislación existente, especialmente propiciando la cultura del cuidado en nuestro estamento triestamental”.
XXII Coloquio CICUA
“Cultura del Cuidado” se tituló la décima segunda versión de los coloquios impulsados por CICUA. La actividad contó con las presentaciones del médico veterinario y director para Europa y Latinoamérica de AAALAC International, Javier Guillén, y del médico veterinario y director del Área Veterinaria de la Fundación Ciencia para la Vida, Sebastián Valenzuela.
En la instancia, Guillén hizo hincapié en que la cultura del cuidado implica ir más allá de los requisitos legales, siendo un proceso evolutivo que requiere esfuerzos conjuntos, comunicación y coordinación de los diversos estamentos, personal técnico e investigadores.
En este sentido, médico veterinario indicó una serie de tareas que pueden realizar las unidades a académicas a través de CICUA, destacando la importancia de “promover el principio de las “3R” -reemplazar, reducir y refinar-, no solo en el cuidado, sino también en la utilización, es decir, hacia el personal a cargo del cuidado, y en las y los investigadores que los utiliza en sus procedimientos experimentales”.
Finalmente, el especialista puso énfasis en que “hay que escuchar al personal, formarlo, incentivarlo y reconocer su trabajo. La formación continua es clave para el éxito de una cultura del cuidado institucional”.
Por su parte, Valenzuela se refirió a cómo internalizar en estudiantes de pregrado y postgrado la cultura del cuidado, incorporando nuevas metodologías de aprendizaje. Además, relevó la importancia de la certificación de competencias para el uso y cuidado de animales en investigación, en quienes desempeñan labores en bioterios.
“La certificación de competencias es la base de la cultura del cuidado. Comprobar los conocimientos que tiene el estudiante o investigador en cuidado animal, por ejemplo, en manejo de vías endovenosas, administración de medicamentos, conocimiento de eutanasia, etc. Para que, posteriormente, el CICUA o comité de bioética correspondiente, pueda certificar estas competencias, de acuerdo con los criterios éticos que exigen en sus programas institucionales de uso y cuidado de animales”, concluyó el experto.