La Universidad de Chile imparte cursos de español desde inicios de los años noventa, cuando la llegada de estudiantes internacionales propició que profesoras y profesores del Departamento de Lingüística se hicieran cargo de la enseñanza de nuestro propio idioma. En 30 años de labor impulsada por las insignes profesoras Rosa Bahamondes Rivera y Claudia Flores Figueroa, la enseñanza del español ha crecido y robustecido una propuesta que en su amplio espectro ha realizado cursos para estudiantes extranjeros, diplomáticos, personas refugiadas en Chile, profesores de español del Caribe anglófono y ha creado diplomas -primero de Extensión y ahora de Postítulo- en los que se prepara a profesores para el manejo de metodologías de enseñanza.
En este marco, Claudia Flores, coordinadora del programa de Postítulo, apunta al momento actual y a lo significativo que ha sido “la inclusión y discusión propias de este ámbito de enseñanza de segundas lenguas en asignaturas del programa de pregrado Lingüística y Literatura con mención y también desde el año pasado en el Magister en Lingüística”. En este sentido, apunta a que “aún estamos al debe en la formación inicial de profesores si pensamos en el creciente ingreso de estudiantes no hispanohablantes al sistema escolar. Debemos hacernos cargo, incidir en la formación inicial de los y las docentes para que cuenten con mejores herramientas que les permitan asegurar el derecho a la educación equitativa e inclusiva de estos y estas estudiantes”.
Por su parte, Soledad Chávez Fajardo, directora del Departamento de Lingüística y profesora del diploma, felicitó al primer grupo que se gradúa del postítulo y relevó la importancia de la enseñanza del español en el mundo. “El español motiva, es la lengua oficial de más de 20 países y con una cantidad cada vez mayor en Estados Unidos: tenemos una responsabilidad muy importante”.
Alan Martin Menéndez, director de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades, destacó que “este postítulo es único en el país en cuanto al tipo de formación que ofrece y su manera de enseñanza que permite adaptarse a los tiempos y a las necesidades del mundo contemporáneo, facilitando que estudiantes de distintos rincones puedan acceder a esta formación”. Este programa, añadió, “responde al compromiso de la Universidad de Chile y de nuestra Facultad de Filosofía y Humanidades por ofrecer programas que estén a la altura de los desafíos educativos actuales, potenciando las competencias y herramientas de quienes, como ustedes, asumen la responsabilidad de enseñar nuestra lengua en su rica diversidad cultural y lingüística”.
Al finalizar Nicole Suid Gatica, en representación de las y los estudiantes del diploma, destacó el nivel de exigencia e intensidad del programa, además de la diversidad de participantes provenientes de disciplinas como la pedagogía básica, la educación diferencial, el inglés y el alemán. “Nos convertimos en un grupo curso con todas las de la ley y sin importar la virtualidad navegamos el postítulo durante todo el año con sus lecturas, pruebas, actividades grupales, las temidas microclases y el desafío de trabajar y estudiar al mismo tiempo. Volver a estudiar estaba siendo estimulante y al menos para mi las clases pasaron volando porque cada curso nos estaba dando la posibilidad de usar la lingüística de una manera muy concreta y ser promotores de derechos por medio de la enseñanza del español”.
“Pudimos revisar nuestras prácticas docentes, reflexionar sobre el aprendizaje, la interculturalidad, la diversidad en el aula y los derechos de las personas migrantes. Agradezco en nombre de mis compañeros a cada uno de nuestros profesores que guiaron estas reflexiones”, finalizó.