El miércoles 15 de mayo el Departamento de Lingüística y el programa de Magíster en Lingüística con menciones presentó el libro La traducción y la interpretación como claves en la protección de los derechos lingüísticos de las comunidades indígenas en el auditorio Eugenio Chahuán de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
Se trata de un diálogo de intercambio de experiencias entre la academia y la sociedad civil en el que se analiza los usos ideológicamente motivados de la lengua en contextos coloniales y poscoloniales, siendo uno de sus principales objetivos reconocer como un acto ético la traducción e interpretación de lenguas dominantes y minorizadas.
La editora Esther Monzó-Nebot de la Universitat Jaume I explica que necesitamos derechos lingüísticos para democratizar todas las voces: “En ese sentido hay voces que no pueden hablar o que no pueden oírse en la lengua dominante. También ocurre que la lengua distingue no solo capacidades o competencias lingüísticas, sino que también clases sociales”.
Mientras que la editora Vicenta Tasa Fuster de la Universitat de València, experta en derecho constitucional, se encargó de contribuir con el capítulo Colonialismo Lingüístico y Legislación Lingüística en América Latina y en España: la persistencia de las dinámicas históricas. En aquel capítulo la editora trata el efecto del colonialismo económico y político en la realidad cultural y lingüística, abordando temáticas de identidad, autoestima y dignidad de las poblaciones colonizadas.
En la publicación, el académico del Departamento de Lingüística Marco Espinoza Alvarado contribuyó con el capítulo Análisis comparativo de las políticas de traducción e interpretación en los recientes procesos constitucionales en Chile (2021-2022/2023): de la comunidad multilingüe al borrado de las lenguas indígenas. El profesor explica que “los debates lingüístico-ideológicos que surgieron, los discursos en circulación en torno a las lenguas, los actores involucrados, los procesos desarrollados, entre otras cuestiones, siguen siendo ámbitos poco explorados”.
Asimismo, analiza las políticas de traducción e interpretación de lenguas indígenas en los reglamentos de cada proceso, donde se reflejan las ideologías lingüísticas y se relacionan con las prácticas observadas. “El análisis muestra políticas de traducción e interpretación radicalmente opuestas en ambos procesos: desde un primer proceso cuyas políticas proyectan una comunidad imaginada multilingüe que incorpora a las y los hablantes de lenguas indígenas, hasta un segundo proceso donde se borra la diversidad lingüística en el país”.
Además, señala que una de las revelaciones de su análisis es “la necesidad de ir más allá de los textos en los análisis de políticas lingüísticas, de comprender que estas políticas definen tipos de sujetos, los jerarquizan y les asignan (o no) derechos, así como la importancia de situar la comprensión de estos textos en los contextos históricos en los que se producen”.
Al finalizar la presentación, el profesor de Mapudungun III de la Facultad de Filosofía y Humanidades y profesional de apoyo del Área de Diversidad Nacional, Cultural y Migrante de la Oficina de Equidad e Inclusión de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Álvaro Calfucoy, comentó cómo libros como este son necesarios para generar debate sobre la diversidad lingüística: “Creo que quienes tenemos el interés por la traducción, lo literario y por la diversidad lingüística tenemos que hacernos cargo de aprender esta diversidad de idiomas. En esta universidad hay cursos que no cumplen jamás con el máximo y siempre estamos arriesgando el mínimo. Es una cosa cultural, no particularmente de las personas de aquí, pero es una invitación a que existen oportunidades y personas que estamos trabajando en ello”.