Gabriela Santibáñez es la productora general de la Feria Kontrabando, un proyecto que nació en 2015 como una iniciativa itinerante para promover las artes gráficas y que, con el tiempo, se ha convertido en un referente de la cultura independiente en el país. Llegó a la organización en 2019, integrándose al equipo nuclear, donde se toman las decisiones de manera colectiva. “Trabajamos en conjunto, tratando de que nuestra metodología sea también nuestro manifiesto”, explica.
Cuenta además que la feria no solo es un espacio para la exhibición y venta de obras de artistas emergentes, sino también una plataforma para la música en vivo, el teatro callejero, los talleres comunitarios y otras expresiones artísticas que buscan desafiar los paradigmas hegemónicos del arte.
Gabriela cuenta que uno de los sellos distintivos de la feria es su enfoque social y comunitario. “Nos interesa promover expresiones artísticas que tengan un contenido social, que hablen de desigualdades, feminismo, luchas ambientales y otras causas que nos importan como colectivo”, afirma. Este compromiso con la resistencia cultural se refleja en la elección de los espacios donde se realiza la feria, como el Centro Cultural Espacio Matta en La Granja (Santa Rosa 914, metro Santa Rosa), un lugar que Gabriela describe como “un polo de cultura para toda la zona sur de Santiago”.
La cuarta versión del encuentro, bajo el título “Festival Kontrabando, Peri-feria Gráfika”, reafirma su misión de ser una plataforma para la igualdad y la inclusión a través de las artes. El evento, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, incluye talleres gratuitos previos a la feria, como el taller de muralismo para la niñez, ilustración para jóvenes y adultos, creación textil para adultos y personas mayores, cartelismo y pintura de letras, y la creación de muñecos gigantes en una experiencia grupal. Estos talleres, que se llevarán a cabo desde el 24 de marzo hasta el 3 de abril, buscan fomentar el aprendizaje artístico colectivo y la participación activa de la comunidad.
En tanto, la feria en sí se realizará el próximo sábado 5 y domingo 6 de abril, con más de 100 artistas, música en vivo, pasacalles, teatro lambe lambe, juegos y otras actividades gratuitas. “Queremos que nuestro público habitual, que quizás está acostumbrado a vivir en el centro, se pueda desplazar y abrir su horizonte a otras comunas. Al mismo tiempo, esperamos que los vecinos de estos territorios se sientan convocados y reconocidos en nuestro espacio”, señala Gabriela.
Por otro lado, Gabriela reflexiona sobre las brechas de género en el ámbito del diseño teatral y gráfico, un tema que considera fundamental abordar. “Como en muchas otras disciplinas artísticas, existe una brecha que se manifiesta en la visibilidad y las oportunidades que tienen las mujeres y disidencias, sobre todo en el área técnica. Aunque hay muchas creadoras talentosas, todavía enfrentamos desafíos para acceder a espacios de liderazgo y reconocimiento”, explica.
En este sentido, la Feria Kontrabando se ha convertido en un espacio que promueve de manera activa la equidad de género. “Nos esforzamos por incluir a mujeres, disidencias y artistas emergentes en nuestra programación. Queremos que la feria sea un reflejo de la diversidad y la riqueza creativa que existe en nuestro país”, afirma.
Su paso por la “U”: una experiencia transformadora
Gabriela Santibáñez ingresó en 2003 a la carrera de Diseño Teatral en la sede de Morandé 750 de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, una experiencia que describe como “transformadora”. “La U. de Chile, y en particular las licenciaturas en arte, tienen una búsqueda muy profunda del sentido de lo que hay detrás, del por qué y el para qué. Eso fue algo que me amplió mucho el horizonte y que me sigue acompañando hasta hoy”, reflexiona.
Durante sus años en la universidad, Gabriela no solo adquirió herramientas técnicas y teóricas, sino que también desarrolló una mirada crítica y reflexiva sobre el arte y la cultura. “A veces somos, podrían decir algunos, como los tontos graves, que profundizamos de más, pero después igual todo eso tiene mucha utilidad”, sostiene.
Uno de los momentos más significativos de su formación fue participar durante el tercer año en el Encuentro Internacional de Escuelas de Escenografía, en el Instituto Nacional de Bellas Artes en Ciudad de México, gracias a la gestión de la profesora Maite Lobos. “Fue una experiencia muy bonita. Conocer a estudiantes de diseño teatral de distintas partes de América nos hizo valorar mucho más lo local y la cultura popular en Chile”, recuerda.
Gabriela también destaca el papel de profesores como Luis Advis, quien le impartió clases de Historia del Arte en primer año. “Nos entregó mucho amor y entusiasmo por el arte más clásico, pero también el latinoamericano. Fue una persona muy dulce y, a pesar de que era una persona bastante mayor, tenía una mirada muy joven y despierta”, afirma.
Tras salir de la universidad, Gabriela participó en diversas instancias de teatro callejero y arte popular. “Me interesaron los carnavales y tuve el honor de trabajar con una compañía de teatro callejero llamada Teatro Mendicantes”, cuenta. En esta compañía trabajó con Pablo de la Fuente y Carola Sandoval, quienes son diseñadores teatrales de la Universidad de Chile, recorriendo poblaciones en Santiago y localidades de todo el país.
También ha mantenido el vínculo con su alma máter a través de proyectos como el Encuentro Imaginario Colectivo (IMA), una iniciativa que organizó en 2022 junto a excompañeras de la carrera para difundir el diseño escénico. Además, ha colaborado con varias compañías de teatro, danza y circo, siempre con un enfoque político y social. Este 4 de abril estrenará además en el Teatro del Puente una obra llamada “PA$$$TA(YO)BA$$$E!!!!”, para la cual trabajó como diseñadora escénica.
Una mezcla de porfía y paciencia
Gabriela tiene un consejo para quienes quieran emprender proyectos culturales o artísticos con un enfoque social y comunitario: “Es súper importante ser porfiados, en el sentido de insistir y no rendirse a la primera. Estos proyectos se van construyendo de a poco, y hay que tener una mezcla de paciencia, constancia y porfía para ir creciendo”.
También les recomienda no tener miedo a transformar las ideas iniciales. “A veces uno tiene una idea y quiere hacer las cosas de una manera muy específica, pero en el camino te das cuenta de que hay que adaptarse y cambiar. Eso no es malo, al contrario, es parte del proceso”, explica.
Para Gabriela, la pasión es el motor que impulsa cualquier proyecto. “Tiene que haber algo que te mueva, que te apasione, que sea genuino y autoral. Eso es lo que te ayuda a perseverar y no abandonar a la mitad”, sostiene. Este enfoque lo ha aplicado en su trayectoria, desde su trabajo con el teatro callejero hasta su rol en la Feria Kontrabando.
Finalmente, en su trabajo en gestión territorial y cultural, Gabriela subraya la importancia de la humildad y la observación. “Hay que escuchar mucho, aprender y observar. Eso es algo que nos enseña el diseño teatral: no llegar a imponer, sino primero entender lo que está pasando, nutrirse de los distintos elementos y luego proponer”, señala. Este enfoque lo aplica también en sus proyectos culturales, donde prioriza el diálogo con las personas y el territorio antes de tomar decisiones.