Para Sergio, el interés en la salud pública surgió como una oportunidad para explorar una especialidad desconocida y evaluar su impacto en su futuro profesional. “Salud pública es un área que la verdad no me sentía muy familiarizado de inicio y creí que era conveniente tener la oportunidad de conocer de qué se trata, vivir un poco la experiencia, averiguar de lo que es un médico de salud pública y para ver si más adelante considerarla como una alternativa para tomar la especialidad”, comentó.
Ambos estudiantes reflexionaron sobre el impacto que ha tenido la rotación en su formación. Sergio destacó la relevancia de adquirir herramientas de gestión. “Nos da herramientas que, por ejemplo, yo considerando en un tiempo más adelante ser General de Zonas, CDF, creo que el tema de trabajar con presupuestos, la parte de gestión, organizar, priorizar cosas, son importantes y no se vieron tanto en detalle en la carrera”, explicó.
Sebastián complementó esta perspectiva resaltando el valor de la experiencia práctica en salud pública. “En la carrera vemos muchos ramos de salud pública, pero nunca podemos imaginarlo en la práctica. Esto ayuda mucho a dimensionar que a veces uno tiene expectativas o decepciones sobre algunas cosas, pero si uno las ve en la realidad puede darse cuenta de que puede hacer un impacto real, ya sea a nivel personal o en un trabajo en equipo”, señaló.
Reflexiones sobre su futuro profesional
Ambos estudiantes también compartieron su motivación para estudiar Medicina y cómo ven su futuro en la profesión. Sergio expresó: “Mi justificación es muy básica, muy simple: quería trabajar con personas. Antes me proyectaba en una ingeniería, pero preferí un trabajo con más interacción, que trabajar en un computador”.
Por su parte, Sebastián relató su camino hacia la carrera. “Cuando salí del colegio no sabía qué quería estudiar. Entré a Bachillerato y después fui decidiendo mi camino. Solo sabía que me gustaban las ciencias de la salud y que quería ser un aporte a la sociedad. Así surgieron ambas ideas y me transferí a Medicina. Desde ahí he seguido un camino que me ha llevado hasta acá”, explicó.
La rotación en la Escuela de Salud Pública también representó un cambio en la dinámica de los internados, más centrados en la atención clínica. “Es como un respiro dentro de todo. Incluso hasta en lo físico cambia, porque hace años que no nos poníamos ropa, estabamos con traje clínico desde el año pasado”.
Sobre sus expectativas futuras, ambos se preparan para un nuevo internado ahora en el área de ginecología y obstetricia. Sebastián, quien venía de un internado de atención primaria en Pomaire, comentó que esta rotación le permitió conectar conocimientos sobre gestión con experiencias previas en terreno. “Si hubiera sabido esto en ese momento, tal vez podría haber aportado un poco más”, reflexionó.