Cuenta Anual de la Gestión presentada por el Rector de la Universidad de Chile, Prof. Luis A. Riveros. 2005

VII.3 Situación de la Deuda

Deseo insistir en lo que ya explicité en mi anterior cuenta en cuanto al nivel de la deuda bancaria, su estado de negociación y lo que la misma representa de nuestros ingresos y del patrimonio institucional, siendo estos dos elementos el comparador indispensable a tener en cuenta. La deuda bancaria total, medida a Diciembre de 2004, corresponde a $24.867 millones, lo que representa un 13% de nuestros ingresos anuales, y un 9% de nuestro activo (Gráfico 10, 11 y 12). No es, por lo tanto, una situación que pueda ser considerada inmanejable o exagerada como se insinúa en algunas publicaciones periodísticas y en comentarios superficiales sobre el tema. Esta deuda se generó fundamentalmente entre 1990 y 1995, y la institución ha tenido problemas financieros para disminuirla en términos reales, concurriendo sí al pago de intereses en forma anual. En 1998, la deuda representaba un 21% del ingreso y un 14% del patrimonio, mientras que en la actualidad más de la mitad se encuentra renegociada a largo plazo.

 
 
 

El compromiso de la actual administración ha sido que no prevalezca un incremento de la deuda por situaciones de déficit o de gasto presupuestario no del Fondo General. La deuda actualmente tiene validez sólo como un instrumento para efectuar inversión, como es el caso, por ejemplo, de las instalaciones de Imagenología del Hospital Clínico, que significó más de $8 millones de dólares, o la infraestructura del Parque Científico Tecnológico que envuelve alrededor de $20 millones de dólares con aval del Estado. Estas deudas se corresponden con un flujo de ingresos derivados de la propia inversión. Por lo demás, todos los proyectos que se emprenden son juzgados por el Consejo Universitario, puesto que las decisiones que afectan al futuro financiero de la Corporación deben ser lo más colectivas posible. Es necesario agregar que, por las razones anteriores, la ley que acaba de aprobar el Congreso para renegociar pasivos con la banca no es de interés vital para la Universidad de Chile; sólo lo sería si la dicha ley hubiese incluido alguna cláusula para favorecer la inversión que deben realizar las universidades estatales para modernizar su infraestructura. Sin embargo, esta ley nos permitirá pagar bonos de hasta 11 meses de remuneración mensual a funcionarios y académicos en condiciones actuales de jubilar, lo cual representa un enorme potencial de ahorro para la universidad si no existe reemplazo sino reasignación de tareas, y si los recursos de ahorro se orientan a la labor académica.

VII. ALGUNAS CONSIDERACIONES ESTRATEGICAS

VII.1 Nuevo Estatuto y Nuevas Políticas de Financiamiento

El nuevo Estatuto de la Universidad de Chile se encuentra en tramitación para ser promulgado como un DFL Presidencial, para lo cual se busca la autorización del Parlamento. Hasta ahora el Proyecto en cuestión se ha aprobado en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y con amplia constitución en la Sala del mismo cuerpo. Luego seguirá su tramitación en el Senado, donde esperamos también tener la aprobación al proyecto enviado por el Ejecutivo. Con posterioridad, es posible que existan algunos cuestionamientos que requerirían el pronunciamiento del Tribunal Constitucional, pero en cualquier caso la institución deberá preparar todos los reglamentos correspondientes al nuevo Estatuto para así hacer más expedita la debida promulgación a través del correspondiente DFL. Esta Rectoría ha dedicado parte importante de su gestión a la concreción de los nuevos Estatutos, para así actualizar nuestra institucionalidad y dar paso a nuevas estructuras, cumpliendo con una sentida aspiración de la comunidad universitaria. Por ese compromiso el Rector que habla decidió no acceder a la invitación para llevar adelante otras tareas públicas y así encabezar la gestión para obtener la aprobación parlamentaria y gubernamental en un momento tan significativo para la institución. Existirá la necesidad ineludible de poner en marcha el nuevo Estatuto, conformando la marcha de la Universidad con las nuevas estructuras y formas de operar, junto a un cambio importante en las normativas presupuestarias aplicables, así requiriendo un gran sentido de cuerpo para enfrentar exitosamente aquella transición. El Senado Académico, por una parte, y el Consejo de Evaluación, por otra, constituyen instancias claves en la nueva institucionalidad, que deberán conformarse adecuadamente y comenzar a cumplir sus importantes funciones. El Senado Académico, como sabemos, ha estado operando en una fase inicial, con todas las limitaciones que impone la actual legislación, pero su mandato ha sido extendido por el Consejo Universitario con el propósito que complete tareas, como la preparación del proyecto de desarrollo institucional, la revisión de reglamentos y preparación del cuerpo reglamentario del nuevo Estatuto. Asimismo, el Senado ha sido mandatado para encabezar la realización de un Encuentro sobre Financiamiento Estudantil.

Producto en gran medida de las ideas que hemos formulado como Universidad de Chile en múltiples oportunidades, el Ministerio de Educación y el Banco Mundial han decidido impulsar una nueva línea de financiamiento. La misma se ha de iniciar con los Proyectos MECESUP II, que se orientan a mejorar la administración de las Universidades Estatales sobre la base de crear mecanismos que envuelvan convenios de gestión. Asimismo, se espera un aumento en el Aporte Fiscal Directo basado en la misma metodología. Hago notar que es la primera vez que una política del Mineduc ha establecido una diferencia a favor de las universidades del Estado. De acuerdo a esto, la Universidad deberá comprometer resultados académicos contra recursos, para abrir camino a que el Presupuesto Estatal esté en el futuro caracterizado por cuentas de gestión, que permitan mayor transparencia para la renovación de los recursos. Esto abre una nueva perspectiva a nuestras finanzas, puede comprometer un mayor envolvimiento del Estado y puede, al mismo tiempo, garantizar un sistema más fluido y eficiente de asignación de recursos a las universidades del Consejo de Rectores. Estas nuevas medidas se acompañan de aquellas resultantes de la nueva ley que permite cancelar bonificaciones a los funcionarios y académicos que se jubilen. Por todo ello, la Universidad requerirá una gran consistencia en su gestión en la perspectiva temporal, para que la combinación entre instauración de los nuevos estatutos y de las nuevas políticas de financiamiento sobre la base de criterios de largo plazo, cumplan efectivamente el rol de asegurar un cambio beneficioso.

La Vicerrectoria de Economía y Gestión Institucional ha sido instruida para comenzar con la instauración de la nueva linea de proyectos basados en Convenios de Gestión consolidando el trabajo adelantado sobre indicadores aplicables a las unidades académicas. Asimismo, esta Vicerrectoría se ha hecho responsable por el diseño y discusión de los Lineamientos Estratégicos revisados para el período 2006-2010 que incluirá el Proyecto de Desarrollo Institucional elaborado por el Senado Universitario, sumando aquellos aspectos de interés estratégico para la institución en su fase de diseño, incluyendo la discusión que exista en materia de financiamiento estudiantil.

En el terreno de la investigación, y con los recursos provenientes del royalty minero, el Gobierno constituirá un nuevo fondo de Innovación y Tecnología, cuyos detalles se contendrán en una ley en preparación. La idea es promover investigación interdisciplinaria aplicada y con impacto en la actividad productiva, favoreciendo también proyectos regionales y de largo plazo. Evidentemente, existe acá una enorme oportunidad para nuestra Universidad, y debemos prepararnos adecuadamente para tener acceso a estos recursos.

VII.2 Proyectos Estratégicos

La institución está desarrollando dos iniciativas que han de tener una gran repercusión hacia el futuro, constituyendo elementos que potenciarán nuestro trabajo en materia de investigación, docencia y extensión. El primero de ellos es el Parque Científico y Tecnológico que está en su primera fase de inversión, y que mirado en su perspectiva futura, ha de ser el instrumento más importante para potenciar la colaboración universidad-empresa. En efecto, los retos de hoy para el sistema universitario giran en torno a innovación, emprendimiento e investigación aplicada y básica; la conectividad con la empresa resulta ser un instrumento indispensable para promover estos desarrollos y nuestro PCT ha de proveer este espacio para que la investigación constituya un nexo de colaboración activa con la producción. En el diseño estratégico del Parque se entiende que algunas unidades académicas de la Universidad se interesarán por hacer uso de esta posibilidad, y de esta manera generar una sinergia que es indispensable para el éxito futuro del proyecto. No hay que olvidar que el Estado chileno, a través del Gobierno y del Parlamento, otorgó su apoyo a esta iniciativa en la perspectiva, justamente, de que sea la Corporación la cabeza de la modernización que necesita la colaboración entre la Universidad y la industria nacional para que ésta alcance mayor competitividad.

El segundo proyecto se refiere al Instituto de Educación de la Universidad de Chile, cuyo rol estratégico tiene que ver con nuestra necesaria intervención en un sector tan importante y aún deficitario de la actividad nacional. Este Instituto se encuentra en una fase preparatoria, donde se estudia su conformación y el énfasis que desarrollará en su tarea como asimismo explorando las vías de financiamiento. Naturalmente, se pretende incluir aquí a todo el quehacer que la Institución ha desarrollado en distintas unidades para así tener un proyecto de cobertura pero también de gran calidad, y en ese espíritu trabajó por cerca de un año una comisión interfacultades, a cuyos miembros expreso su fundamental trabajo quiado por la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. La autoridad de gobierno, en esta fase preparatoria, ha recibido con beneplácito la noticia, y estamos estudiando conjuntamente las fuentes de financiamiento que permitirán un adecuado diseño para que hagamos un aporte sustantivo en investigación en educación, educación en ciencias y diseño de nuevas estrategias educacionales para Chile.

VIII. CONSIDERACIONES FINALES

Existe una marcha de la Universidad que se manifiesta auspiciosa respecto del futuro y frente a los retos que nos impone la sociedad chilena en los días de la globalización. No ha sido fácil sostener un trabajo de consolidación de un proyecto universitario con un bajo compromiso de nuestro propietario, el Estado chileno. Además no ha sido fácil toda vez que las consideraciones burocráticas, no exentas de una visión de pasado y de una cierta animosidad contra la Corporación en su aplicación, obligan a aletargar las acciones de cambio que impulsan las distintas unidades académicas. Me he manifestado públicamente respecto de estas materias con toda la decisión que impulsa el respaldo que siento por parte de la comunidad universitaria, pero también hemos llevado a cabo acciones internas destinadas al largo trabajo de cambiar nuestras culturas, incentivar un cambio académico y organizacional sostenible en el largo plazo y procurar el ordenamiento de nuestras finanzas. Los resultados de los que he dado cuenta todos estos años, muestran una Universidad de Chile vigorosa, con grandes éxitos en sus temáticas académicas fundamentales, en expansión en las tareas de investigación y posgrado, y marcando un rumbo para la educación superior chilena en materia de calidad. Persisten tareas que todavía soñamos con llevar adelante, las cuales algunos reseñan como debilidades, pero que prefiero dejar como etapas futuras que deben irse cumpliendo. Estamos en una institución caracterizada por la racionalidad, la inteligencia, y que por ello está en calma preparando siempre sus fuerzas para salir adelante.

La política pública presenta hacia el futuro opciones más estimulantes y renovadas, que esperemos se concreten en materia de financiamiento estudiantil, financiamiento de los posgrados y estímulos a la investigación. En lo interno, es necesario consolidar aún más en las materias fundamentales que consultan nuestros lineamientos estratégicos, acelerando el cambio que ocurre en las unidades académicas. Habrá que avanzar en la instauración de los nuevos cuerpos estatutarios y de la nueva lógica funcional implícita en nuestro Estatuto, en un tránsito que debemos asegurar se dé con entereza y en el propósito de progreso que observa la institución. Por eso, la actitud firme hacia el exterior, con señales claras respecto de las ambiciones y necesidades de la Universidad y del sistema de educación superior, junto con claridad y compromiso respecto a los pasos que debemos seguir adoptando en lo interno, constituyen los elementos claves para seguir asegurando una Universidad de Chile exitosa y de vocación nacional y pública.

Como Rector de la Universidad de Chile he presentado algunas propuestas para debate y pronunciamiento por parte de los candidatos presidenciales. Esas ideas tienen por objeto el convertir a la educación chilena en un instrumento fundamental para el avance del país en su proceso de desarrollo, para promover mayor equidad en lo social, y para volver a una realidad en que la educación sea un pilar fundamental para construir el futuro de Chile. En ese marco, he sugerido que se precisa una política de financiamiento estudiantil solidaria y efectiva, que es clave para un Chile de oportunidades. También he sostenido la necesidad de un cambio en la institucionalidad y financiamiento de la investigación científica y tecnológica, el reto de ampliar la educación técnica superior y aquél de enfrentar una verdadera reingeniería del sistema universitario. Creo que nuestra institución debe seguir encabezando una ambición de cambio y de progreso que debe permear la política pública educacional, y convertirse así, junto co la mantención de nuestros esfuerzos, en el augurio de los días mejores que siempre iluminarán a nuestra Universidad de Chile.

Santiago, 19 de Agosto de 2005

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