Arturo Cariceo sobre su retrospectiva en el MAAC de Ecuador:

"Éste fue otro acontecimiento que interpreto como una versión de Fuckin'Marcianos"

Arturo Cariceo sobre su retrospectiva en el MAAC de Ecuador
"Las exigencias de la realidad constantemente boicotean las utopías, en mi caso, la de repetir durante noventa años una pintura inconclusa y más aún cuando te involucras en la academia", dice Cariceo.
"Las exigencias de la realidad constantemente boicotean las utopías, en mi caso, la de repetir durante noventa años una pintura inconclusa y más aún cuando te involucras en la academia", dice Cariceo.
"E-videncias. La persistencia de lo audiovisual en el arte chileno" fue el nombre de muestra de arte audiovisual chileno que, bajo la curatoría de Arturo Cariceo, se presentó en la Galería Procesos.
"E-videncias. La persistencia de lo audiovisual en el arte chileno" fue el nombre de muestra de arte audiovisual chileno que, bajo la curatoría de Arturo Cariceo, se presentó en la Galería Procesos.
"De alguna manera ves, en retrospectiva, cómo me río del divertimento mainstream e ironizo el vértigo de la banalidad académica", dice sobre la muestra en que reunió 25 años de producción audiovisual.
"De alguna manera ves, en retrospectiva, cómo me río del divertimento mainstream e ironizo el vértigo de la banalidad académica", dice sobre la muestra en que reunió 25 años de producción audiovisual.
Diversas fueron las actividades que este académico del Departamento de Artes Visuales realizó en los últimos meses, en distintas ciudades de Ecuador y España.
Diversas fueron las actividades que este académico del Departamento de Artes Visuales realizó en los últimos meses, en distintas ciudades de Ecuador y España.

A mediados de abril, Arturo Cariceo salió de de nuestro país para desarrollar una serie de actividades, primero en Ecuador y luego en España. En el país latinoamericano, por ejemplo, impartió el seminario Arte: Tradición y Contracultura en la Casa de la Cultura del Azuay, y fue invitado por el director de la Galería Procesos, Patricio Palomeque, a curar una muestra de arte audiovisual chileno que tituló E-videncias. La persistencia de lo audiovisual en el arte chileno. "Fue en ese contexto que Cuty Espinel, programadora del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo, MAAC, comprometió mi retrospectiva para ser exhibida en Guayaquil, siendo inaugurada en el marco del Día Internacional de los Museos", recuerda Arturo Cariceo sobre Historia sentimental de la experimentación artística, título de esta exposición en la que reunió 25 años de producción audiovisual.

"Decidí presentar mi cuarto de siglo trabajando con medios audiovisuales en el MAAC porque el contexto era apto: tres salas con las condiciones necesarias para exhibir videos y la amplitud de criterio de los encargados del museo para exponer obras que fueron creadas para ser mostradas en ámbitos domésticos -como la sala de estar de las casas en el caso de los videos más antiguos- o producidas exclusivamente para ser vistas por Internet", cuenta este artista y académico del Departamento de Artes Visuales que hizo uso de esos espacios para distribuir su interés "por el apropiacionismo, el amor fou y la estética a nivel usuario a través de estas obras que abarcan distintos estados de ánimo intelectual y artísticos pero editados en un bucle conceptual, donde todas las piezas se retroalimentan porque considero que todas son lo mismo aunque producidas en contextos espacio-temporales muy distintos", agrega.

Y es que aún cuando en 1993 había decidido prescindir de museos, galerías, fundaciones y centros culturales, este académico estaba consciente de que ese "desapego, tarde o temprano, entraría en crisis cuando fuese invitado al contexto del arte o de la institución artística, pública o privada. Esto empezó a ocurrir en 1998 y, desde entonces, mi proyecto Loyola Records ha sido exhibido como obra, documentación o recensiones, por lo que esta retrospectiva no es más que la cita y reciclaje de todo lo que hice citando y reciclando audiovisualmente, otro acontecimiento que interpreto como una versión más de Fuckin'Marcianos", señala Arturo Cariceo sobre esta muestra con cuyo título parafrasea una pintura de Gonzalo Díaz, Historia sentimental de la pintura chilena, "aunque creo que el título es más reconocible en el itinerario icónico del arte chileno que el tríptico en sí mismo", añade al respecto.

¿Por qué ese título?

El título parafraseado, además de aludir a la fijación con la cita, apropiación, reproducción, plagio, remake o pastiche al que nos vimos involucrados -incluso sin saberlo- con esta pintura, también me permitió contextualizar la cultura de la experimentación, algo de lo que creo poco se sabe en Chile. Es una realidad espesa que afronto desde ese jodido concepto del amor fou, de donde extraigo lo sentimental aludido.

¿Cuál es la lectura que haces del trabajo desarrollado en los últimos 25 años?

Me satisface leer la consecuencia con un proyecto artístico, Loyola Records, que me propuse siendo adolescente. Algo que no ha sido fácil porque las exigencias de la realidad constantemente boicotean las utopías, en mi caso, la de repetir durante noventa años una pintura inconclusa y más aún cuando te involucras en la academia, donde es cómodo pontificar obviando lo que ocurre fuera de su perímetro, sobre todo ante el boom de escenas alternativas donde colectivos y labs son habitualmente síntomas de la inestabilidad laboral. De alguna manera ves, en retrospectiva, cómo me río del divertimento mainstream e ironizo el vértigo de la banalidad académica.

¿Qué otras actividades te mantienen aún en el extranjero?

En este momento te escribo desde Serranillos de Cazalegas*, cerca de Talavera, en la provincia de San Román de los Montes (Toledo), antes de iniciar una puesta en común y brainstorming sobre el estado actual del arte y nuevas tecnologías en compañía de artistas e intelectuales. Vengo llegando de Kassel y me gustaría poder resumir en todo lo que ando.

Desde que inauguré tres muestras simultáneas en distintos países tanto en febrero como en marzo de este año, sumado a las ya cuatro curatorías impresas para BG Magazine (dos con arte chileno, una de ellas con estudiantes de mi Cátedra Domingo Sánchez Blanco, y las restantes con artistas españoles), mi comisariado sobre arte audiovisual chileno en Galería Proceso, el seminario Tradición y Contracultura que impartí en la Casa de la Cultura del Azuay más tres conferencias (Universidad de Cuenca, ITAE y Museo Isaías Naih), el recital de dj-poetry con la poeta Ángeles Martínez y mi retrospectiva en el MAAC, todo en Ecuador, mi agenda académica-artística se complejizó, más aún con mi estadía en Europa, donde estoy involucrado en numerosas actividades docentes, de investigación y creación, todas ellas dadas de manera intensa y que van desde mi muestra en tres museos: MEIAC (Badajoz), el MIDE (Cuenca) y el Museo-Mausoleo (Morille), pasando por mi capacitación en museología y museografía de obras intangibles, hasta el ser incorporado como miembro al equipo de trabajo en nuevos medios junto a Lev Manovich, Juan Manuel Prada o José Ramón Alcalá en una importante publicación acreditada internacionalmente. Incluso descubrir con agradable sorpresa mi participación "invisible" en una muestra en Galería Miguel Marcos de Zaragoza, comisariado por Fernando Castro Flórez o intervenir el festival de arte emergente de la ciudad española de Cuenca, lanzar cinco discos en línea o dar conferencias desde "Arte y Porno", la "Cátedra Domingo Sánchez Blanco" hasta sobre mi "Obra Invisible". Incluso, el convenio de pasantías de la Cátedra con el Hotel Sierra Quil'Ama (Salamanca), pinchar discos en Dublín (Tributo a DJ Mehdi) y mis clases semanales on line hacia Chile.