Debido a la persistente baja en los niveles de fecundidad, la reducción de la mortalidad en edades tempranas y la mayor esperanza de vida, la que superaría los 85 años en 2050, Chile ha aumentado su población adulta mayor de un 9,5 por ciento en 1992 a un 18,1 por ciento en 2022, prácticamente el doble según un estudio reciente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Este aumento de la población adulta trae consigo, también, un aumento de los pacientes con patologías características de la tercera edad, como las enfermedades neurodegenerativas. Pero el principal problema, explica el psiquiatra del Centro de Memoria y Neuropsiquiatría de la Universidad de Chile y del Hospital del Salvador, Tomás León Rodríguez, es que no ha habido un aumento de médicos especialistas para este segmento de la población.
Es por esta razón que la Universidad de Chile realizará un curso online gratuito sobre demencia, destinado especialmente a profesionales médicos y no médicos de atención primaria e instituciones privadas que trabajen con personas con demencia y sus cuidadores.
El psiquiatra detalla que “las personas mayores tienen una mayor cantidad de enfermedades físicas como diabetes, hipertensión, pero también enfermedades de salud mental, dentro de lo cual se incluye una mayor prevalencia de cuadros depresivos, ansiosos y de cuadros que nosotros llamamos neurodegenerativos o demencias que afectan a la memoria, su capacidad de orientarse, de tomar decisiones. Y estos, en la medida que deben ser cuidados por un sistema de salud y un sistema familiar, suelen generar sobrecarga por, muchas veces, desconocimiento de estos sistemas”.
Si bien aclara que hay un aumento de pacientes con demencia, “también un aumento de la cantidad de personas con un envejecimiento saludable. En esto influye el envejecimiento de la población general. Sabemos que solo la minoría va a hacer un cuadro cognitivo, usualmente es como un 10 o un 20% a los 65 años y un 40% a los 85 años. Pero que la gran mayoría de las personas mayores van a ser independientes del punto de vista cognitivo y físico”.
La importancia de los cuidadores en los pacientes con demencia
La académica del Instituto de Ciencias Biomédicas, del Departamento de Neurociencias y del Departamento de Ciencias Neurológicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Andrea Slachevsky, asegura que “el diagnóstico, tanto para la persona como para su entorno, es algo que se va a tener que enfrentar por años y que involucra a la persona, al entorno más cercano, generalmente un cuidador principal y también a otros más cercanos”.
“En la atención de las personas con demencia, el cuidador es fundamental, que entienda lo que está pasando, que entienda la enfermedad, que sepa reaccionar frente a los síntomas, también evite cosas que puedan aumentar los síntomas. Por ejemplo, poner a la persona en situación de fracaso, pero a la vez es necesario que no la sobreprotejan, que desarrollen la capacidad de adaptarse y poder acompañar a la persona sin disminuirla o sobreprotegerla”, plantea la también investigadora principal del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) y directora del Centro de Memoria y Neuropsiquiatría de la Universidad de Chile y del Hospital del Salvador.
El cuidado, dice la neuróloga Andrea Slachevsky, “varía dependiendo de las capacidades de la persona. Hay que considerar que esto debe estar centrado en la historia de las personas, en sus necesidades, en el momento vital que están viviendo y el cuidado debe considerar todos esos elementos. En general, uno de los errores que uno ve es pensar que el cuidador es el único que puede cuidar a la persona, pero es muy importante que aprenda o que entienda la importancia de solicitar ayuda”.
Cómo identificar a un paciente con demencia
La académica de la Universidad de Chile indica que el diagnóstico de una persona con demencia depende de que “empiece a mostrar trastornos cognitivos, generalmente asociados a cambios de la conducta, y eso lleva a un trastorno de la funcionalidad, empezando a tener dificultad para desenvolverse en las actividades de la vida diaria”. Actualmente, agrega, "se establece como criterio para el diagnóstico de las demencias, para diferenciar etapas anteriores de la posible enfermedad causal, que la persona pierde la independencia y no puede valerse por sí solo", señala Slachevsky.
En esta línea, el psiquiatra Tomás León explica que “no es solo tener olvidos, sino que es la frecuencia, la intensidad, el tipo de olvido y el impacto de este olvido en mi capacidad de hacer actividades de la vida diaria, lo que nosotros llamamos funcionalidad”. En términos de frecuencia, detalla, son olvidos "cada vez más frecuentes, varias veces por semana. En cuanto a la intensidad, son olvidos que generan un impacto en mi día a día, del cual yo no puedo recuperarme rápidamente. No es que se me olvide un nombre y rápidamente me acuerdo, genera un impacto en el que yo rompo esta conversación. Son del tipo que nosotros llamamos amnésico, que no mejora con claves o que me den pistas, y que progresivamente va afectando nuestra capacidad o funcionalidad en el diario vivir”, señala.
Preparada-Mente
El próximo 1 de junio comenzará el curso online gratuito sobre demencia que imparte el Centro de Memoria y Neurosiquiatría del Hospital del Salvador, el Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Universidad de Chile y el Ministerio de Salud, una iniciativa que está dirigida a profesionales que trabajen con personas con demencia y sus cuidadores.
Las inscripciones para este curso son a través de un formulario digital. Uno de sus encargados, el psiquiatra Tomás León, explica que se entregarán herramientas para capacitar a profesionales de la salud que, sin conocimientos específicos en la materia, por el aumento de pacientes, se han visto enfrentados a su atención y a asesorar a sus cuidadores.
Dentro de las herramientas, dice León, están, por ejemplo, aprender a “no contradecirlos, no centrarse en las fallas (‘pero cómo no puede hacer esto, cómo se le olvida’) y llegar al punto de que no se infantilice y le hagan todo y no se sobre exija”.
Soledad Barría, ex académica del Departamento de Atención Primaria de la Universidad de Chile y ex ministra de Salud, quien participó en la creación de esta iniciativa, detalló que se hicieron estudios y sondeos con profesionales de atención primaria para armar este curso y adecuarse a las necesidades de los profesionales. "La gente siente que necesita tener más herramientas para poder tratar de mejor manera a las personas que sufren demencia. Esto no es fácil, ni para los cuidadores ni para el personal de salud", señala Barría.