A un año de la publicación de la declaratoria de Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico de 325 negativos correspondientes a la primera exposición de Rostro de Chile, el Archivo Central Andrés Bello de la U. de Chile ha ingresado la solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales para incorporar dos nuevas imágenes localizadas mediante un continuo proceso de revisión de los acervos que resguarda.
Dichos negativos dan cuenta de la muestra fotográfica más trascendental de la historia del país, al retratar el territorio nacional de norte a sur, dando cuenta de las realidades geográficas, la vida cotidiana y laboral de hombres y mujeres, en una época de creciente industrialización.
Este proyecto fue una idea original del maestro de la fotografía Antonio Quintana y del director del Laboratorio de Fotografía y Microfilm de la Universidad de Chile, el arquitecto-fotógrafo Roberto Montandón, quienes junto a un selecto grupo de fotógrafos invitados y a la maestría de Domingo Ulloa (quien estuvo a cargo de las aplicaciones de gran formato) recorrieron el país produciendo más de 7.000 registros, de los cuales se seleccionaron 410 imágenes para su primera exposición, inaugurada en el año 1960 en los patios de la Casa Central de la Universidad de Chile con motivo de los 150 años de la independencia del país.
En detalle, el proceso de declaratoria de los 325 negativos comenzó el 13 de octubre de 2022, cuando el Archivo Central Andrés Bello ingresó ante el Consejo de Monumentos Nacionales una solicitud oficial, con el fin de obtener el reconocimiento estatal y resguardar los registros de esta trascendental exposición. Posteriormente, el 06 de noviembre de 2023 se publicó este reconocimiento en el Diario Oficial.
En la actualidad, el núcleo patrimonial de la Casa de Bello, ha podido localizar fotografías que anteriormente no habían sido reconocidas como parte del conjunto original de Rostro de Chile, mediante un proceso sistemático de normalización de los acervos materiales. Esta metodología está regida por principios archivísticos, como el de procedencia, que garantiza la preservación del contexto original de cada imagen, y la descripción archivística, que facilita la accesibilidad y consulta.
"Contar con estos negativos fotográficos en la institución, y ahora incorporar dos más, es fundamental para resaltar esta historia tan significativa para la memoria y la fotografía en Chile. Además, representan un gran valor para la historia de la propia Universidad de Chile, que impulsó este proyecto con los recursos disponibles en su momento, en colaboración con un grupo de fotógrafos y funcionarios cuya propuesta ha perdurado más de 64 años, convirtiéndose en una parte esencial de la memoria visual, cultural y artística del país”, detalló Andrea Durán Rivera, coordinadora de la Unidad Gráfica Digital del Archivo Central Andrés Bello.
Asimismo, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, Pilar Barba, destacó el trabajo realizado por el núcleo patrimonial de la Casa de Bello. “La posibilidad de que el país se reencontrará con Rostro de Chile, que fue la exposición fotográfica más ambiciosa del siglo XX en Chile, fue posible a través de una ardua búsqueda arqueológica, como un proceso de recuperación archivística de nuestra memoria visual. El proceso de identificación de estos materiales ha tomado más de 10 años para la Universidad de Chile y es un orgullo que estas dos piezas identificadas en el último tiempo se incorporen a este conjunto fotográfico”.
En este sentido, en el futuro se espera seguir integrando materiales previamente no identificados, permitiendo que Rostro de Chile vuelva a su integridad como conjunto fotográfico, acorde con los estándares archivísticos y de conservación. “Nuestra misión es alcanzar el objetivo de reunir la mayor cantidad posible de fotografías originales. Que este puzzle continúe conformándose es, sin duda, una misión pendiente por cumplir", agregó la coordinadora.
Nuevos negativos
Con respecto a los negativos localizados, estos corresponden a registros de la Región Metropolitana y a la Región de Atacama. Ambos materiales son resguardados en sobres de conservación en la Colección Archivo Fotográfico del Archivo Central Andrés Bello. Estas fotografías son de gran y medio formato.
La primera imagen descubierta fue tomada por el fotógrafo Roberto Montandón entre los años 1957- 1960 y muestra el paso cordillerano de San Francisco, ubicado en la ciudad de Copiapó.
“Es relevante conocer lo que muestran estas fotografías y llegar a comprender su valor, ya que, en la década de 1960, los viajes eran mucho más complejos y los recursos para realizarlos no estaban tan al alcance de todos. En ese contexto, los fotógrafos que lograron hacer esos recorridos pudieron documentar lugares tan remotos como este paso cordillerano”, explicó la coordinadora.
En el caso de la segunda imagen, corresponde a un registro realizado por el fotógrafo de la Universidad de Chile, Mario Guillard. En la fotografía, se puede apreciar una toma elevada y panorámica de la Plaza Baquedano de la ciudad de Santiago en 1960, el tráfico, la disposición de las calles y edificios que existían en ese periodo. “En ese momento estamos viendo un espacio cívico y una ciudad que era otra en aquella época”, detalló Durán.
En este sentido, por medio de diversas actividades de divulgación gestionadas por el Archivo Central Andrés Bello, este patrimonio visual puede conectarse con diversas comunidades del territorio nacional, por medio de la consulta del material en la Biblioteca Digital de la U. de Chile.