Exposición:

"Por la belleza real" en sala Juan Egenau

"Por la belleza real" en sala Juan Egenau
"Por la belleza real" de María Jesús Román, se puede visitar hasta el 5 de diciembre en la sala Juan Egenau de la Facultad de Artes.
"Por la belleza real" de María Jesús Román, se puede visitar hasta el 5 de diciembre en la sala Juan Egenau de la Facultad de Artes.
"Consiste en 100 cuelgas de lentejuelas plateadas de 2 mts. cada una, lo que equivale a más o menos 9 kilos.  Cada cuelga fue hecha a mano, se fue pasando una a una cada lentejuela a través del hilo".
"Consiste en 100 cuelgas de lentejuelas plateadas de 2 mts. cada una, lo que equivale a más o menos 9 kilos. Cada cuelga fue hecha a mano, se fue pasando una a una cada lentejuela a través del hilo".
"Hay muchas horas de labor implicados en la realización de estos trabajos y al ser un trabajo monótono y mecanizado, el proceso síquico es también muy importante", explica María Jesús Román.
"Hay muchas horas de labor implicados en la realización de estos trabajos y al ser un trabajo monótono y mecanizado, el proceso síquico es también muy importante", explica María Jesús Román.
Cerca de 40 mil lentejuelas blancas sobre una superficie rígida conforman esta obra de María Jesús Román.
Cerca de 40 mil lentejuelas blancas sobre una superficie rígida conforman esta obra de María Jesús Román.

Hasta el próximo 5 de diciembre se podrá visitar la exposición "Por la belleza real" de la estudiante del Magíster en Artes Visuales y Licenciada en Artes Plásticas, María Jesús Román, en la sala Juan Egenau de la Facultad de Artes (Las Encinas 3370, Ñuñoa).

"Por la belleza real" está conformada por dos obras que miden 2 metros por 3 metros. Como cuenta la artista y ayudante de la académica Nury González, "en una hay dispuestas cerca de 40 mil lentejuelas blancas sobre una superficie rígida, mientras la otra consiste en cien cuelgas de lentejuelas plateadas de dos metros cada una, lo que equivale a más o menos 9 kilos".

Sandra Molina, en el catálogo de la muestra, explica que "la propuesta plástica de esta obra permite establecer una lectura vinculante entre el texto, la materialidad y el montaje mediante un concepto base: el vacío. Esto debido a que en las diferentes bases de interpretación de la obra, se puede connotar una clara intención crítica a partir de la neutralidad, tanto en la imagen como en el gesto de producción".

"El nombre de la muestra nace a partir de la reflexión en torno a uno de los conceptos que me interesa, que es el de superficie entendida como cáscara", explica la artista, agregando que "Por la belleza real es el eslogan de una conocida marca de productos de belleza, de ahí la vinculación que realizo a nivel de superficie, entendiendo ésta también como una cosmética".

¿Cómo nace la idea de trabajar en torno a este tema?

Es difícil contestar ese tipo de preguntas cuando la primera función del artista es crear. Los trabajos se van conformando a través del tiempo gracias a muchas reflexiones de distinto tipo en que, luego de un proceso de decantación, se vislumbra la salida visual a esas problemáticas unido a una continua búsqueda de materiales que le permiten, a cada cual, matar sus propias pulsiones. En mi caso, la obsesión de repetir un gesto "infinitamente" y, en este sentido, la lentejuela me permite plantear una propuesta donde cruzo también el asunto de la superficie y lo estético.

Las obras que presentas, ¿continúan una línea de trabajo?

Claro. Trabajar con objetos serializados, la repetición, el gesto mecánico, el monocromo, los conceptos de tiempo trabajado y producción son un continuo en mis trabajos. Hay muchas horas de labor implicados en la realización de estos trabajos y al ser un trabajo monótono y mecanizado, el proceso síquico es también muy importante. Ahí existe otro tiempo.

¿Podrías explicar tus obras tanto en forma como en fondo?

Lo que a mí me acomoda es trabajar desde un lenguaje más bien geométrico, ya que al utilizar objetos altamente estetizados pero sometidos a la rigidez de lo geométrico, de alguna manera se neutralizan y no se fetichizan. En el fondo, la superficie creada es gracias a los propios materiales. Las obras, finalmente, se consolidan con la interpretación del espectador porque uno sólo hace una propuesta, ordenando ciertos conceptos que luego se materializan. El artista puede elucubrar muchas cosas, pero la pega final es del espectador. Ahí cada uno, dependiendo de su propias herramientas de lectura, interpretará.

Las obras que presentas, ¿las hiciste exclusivamente para esta muestra?

No. El "cuadro blanco" lo presenté en una muestra que correspondía a primer año de Magíster, pero esa muestra duró muy poco y pocas personas la pudieron ver. Quedé con ganas de más y decidí presentar este proyecto a la sala Egenau, pero en una segunda versión. La idea era que fuese una muestra que resistiera el espacio y como este formato es relativamente grande, me pareció que dos eran suficientes para inundar el espacio. Además lo interesante es el desplazamiento desde la bidimensionalidad del cuadro blanco a la tridimensionalidad del "cuadro plateado".

"Por la belleza real" se inauguró este miércoles 21 de noviembre y se podrá visitar hasta el 5 de diciembre en la sala de exposiciones Juan Egenau de la Facultad de Artes, ubicada en Las Encinas 3370. La entrada es liberada.