Érica Vexler murió en Tel Aviv, Israel, el 30 de abril, víctima de un enfisema pulmonar. En 1973 se había marchado de Chile, donde llegó a ser subdirectora de la revista Ercilla. Como corresponsal internacional trabajó para la cadena Televisa y otros medios, destacándose como entrevistadora. Lidia Baltra, su compañera de generación, escribió la semblanza que publicamos aquí, complementada con un texto de la abogada y periodista mexicana Elsa Cárdenas, compañera de trabajo de Érica, quien la acompañó en sus últimos días.
"Un maestro de periodistas". Así definió el diario Clarín de Argentina a Luis Eduardo Córdova Claure (conocido desde siempre como Ted), en la nota necrológica que le dedicó el 11 de mayo, un día después de que falleciera en Havelok (Carolina del Norte, Estados Unidos), donde se había radicado en los últimos años luego de sufrir un ataque cerebral que le provocó una progresiva parálisis.
Nacido en Bolivia en 1932, Ted Córdova llegó a Chile en los años 50 para estudiar Periodismo y Economía en nuestra Universidad e incluso jugar en el equipo de fútbol profesional de la Casa de Bello. En su vasta trayectoria profesional en varios países creó periódicos y escribió numerosos libros. Junto a Gabriel García Márquez y el argentino Jorge Ricardo Masseti fundó en 1959 Prensa Latina, la agencia de Cuba.
Uno de los episodios más dramáticos de su vida fue el atentado que sufrió en 1971, a manos de una banda de extrema derecha tras el derrocamiento del gobierno nacionalista del general Juan José Torres, en el cual Córdova ocupó el cargo de director de la Televisión Boliviana. "Siete balazos fachos no matan a un viejo periodista" es el título del texto que escribió en el año 2000 a propósito de ese atentado. El artículo, que reproducimos aquí, le fue solicitado por su compañero de estudios Abraham Santibáñez, ex director de nuestra Escuela de Periodismo y ex presidente del Colegio de Periodistas.
Profesional del periodismo hasta el fin, Ted Córdova no cedió a nadie la primicia de su muerte. La anticipó el 3 de mayo, en una serena y a la vez conmovedora carta a todos sus amigos.