"Estaba terminando de exponer Sobre la historia natural de la destrucción en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, un trabajo que, al igual que la gran mayoría de las exposiciones, implicó un importante desgaste físico y moral. Sucede que este tipo de propuestas artísticas se muestran durante un periodo de tiempo determinado para luego desaparecer, porque son obras que se construyen in situ. Por ello es que me pareció interesante desplazarla a otro espacio dentro de Chile, como es esta galería ubicada en la ciudad de Valparaíso", cuenta Nury González, académica del Departamento de Artes Visuales y Directora del Museo de Arte Popular Americano, sobre los orígenes de Retazos de historias, muestra que se exhibirá hasta el próximo 6 de enero en la Sala Puntángeles de la Universidad de Playa Ancha.
Para dar forma a esta exposición, la artista trabajó a partir de propuestas que había exhibido anteriormente y que tenían en común el hecho de abordar algunas de las problemáticas que suelen estar presentes en su obra: la historia, la memoria y la identidad. "Lo que hice fue un cruce entre Sobre la historia natural de la destrucción, Ficción de un origen y Sic Transit, las dos últimas, exhibidas en Sala Gasco y en la Bienal de Pontevedra, respectivamente. Y en ese contexto, el acostumbramiento al abuso y a 'la pasada a llevar' que está presente en la primera de estas propuestas, por ejemplo, surgió como una cuestión que también se cruza con el problema de los sin tierra, tanto de quienes han sido despojados de sus tierras, como los mapuche, como de quienes han debido abandonarlas por razones políticas", explica.
Todo ello vinculado a la propia historia de esta artista que es hija de una mujer que a los nueve años debió dejar su país para seguir a su padre que abandonaba España en medio de la guerra civil y que incluso pidió la nacionalidad española "para hacer Sic Transit, la obra que presenté en la XXIX versión de esa bienal que, en esa oportunidad, tuvo como eje temático las migraciones", dice esta académica, agregado que por ello es que le parecía que esa obra "se hilvanaba bien con Sobre la historia natural de la destrucción, que incluye fotografías de éxodos, y también con Ficción de un origen, que viene a representar el propio rostro porque, finalmente, esta nueva exposición trata de destierros, abandonos y exilios, y por eso también su nombre, Retazos de historias, porque son miles de historias las que comparecen allí", agrega.
Esas historias fueron trasladadas hasta Valparaíso, produciéndose cambios en el montaje no sólo por las características de la sala en que se exhiben las obras, sino también por la naturaleza de la ciudad en que se inserta, un puerto que por antonomasia es además lugar de tránsito. De allí que uno de los cambios en Sobre la historia natural de la destrucción, por ejemplo, se relacione con el lugar desde donde se percibe el sonido del agua que acompaña este montaje, decisión que, como explica Nury González, "respondió al hecho de que el espacio de exhibición está bajo el nivel del mar, cuestión de la que me di cuenta estando allí. Entonces, obviamente que el lugar aporta a la obra, sobre todo al pensar en el sonido que envuelve al espectador mientras recorre la muestra y en la vista que tiene del mar al salir de la sala".
¿Una nueva lectura?
Claro, y una iluminación distinta también porque Sobre la historia natural de la destrucción está más en la penumbra, obligando al espectador a ir hasta el fondo de la galería para apreciarla, siendo muy distinto a Sic Transit y Ficción de un origen, que están en un espacio mucho más iluminado. Es que las obras, dependiendo del lugar en que se exhiban, se van cargando de otros significados y de otras lecturas, tal como sucede en esta exposición. Una ciudad como Valparaíso tiene toda la poética del viaje, de los nuevos rumbos, de las llegadas y las partidas, entonces, la exposición se carga de otras cosas que en este caso tienen que ver con los desplazamientos y éxodos que habitualmente tienen a un puerto como escenario.
Tal como sucede en esta exposición.
Es una exposición bastante circular porque lo que se lee ahí tiene que ver con el imaginario que uno construye a partir de su propia historia. Por eso es que en las fotografías que conforman Sic Transit, obra que por primera vez exhibo en Chile, aparecen pequeños niños de principios de siglo, escenas de grupos familiares en espacios como patios y jardines, grupos de personas en calles que claramente no se encuentran en Chile e imágenes mías de cuando era una niña y también de cuando ya se puede reconocer mi rostro. Junto a eso, todos los papeles que tuve que hacer para obtener la nacionalidad española y dos autorretratos que fueron producidos en lana a partir de las fotografía que me saqué antes y después de entrar donde el Cónsul que me concedió la nacionalidad española el 5 de noviembre de 2005, imágenes que forman parte de Ficción de un origen y donde el cambio que se produjo al entrar como chilena y salir como española queda adjudicado al rostro porque, como dice Lacan, es el más evanescente de los objetos y, para mí, además lo que representa a la sede de la identidad.
¿Qué la motivó a trabajar a partir de estas obras para esta exposición en particular?
Creo que nosotros nos constituimos por la historia y el cotidiano que cargamos y también por el momento político histórico que vivimos. En mi caso, se reúne el desastre del éxodo, del abandono de la tierra y de las pérdidas, lugar desde donde inevitablemente miro el mundo y lo que allí sucede. Es más, la conciencia y postura política que uno tiene también proviene de esa historia, por lo tanto, esto se trata de poner énfasis en aquella parte de la historia que me constituyó como individuo y que además permite entender por qué yo me hago cargo de ese éxodo que no es una impostura, porque yo fui criada con la economía de guerra, con la defensa de las injusticias, con la memoria, con la historia. Eso es y eso es lo que, en el fondo, lo constituye a uno como artista también.
Retazos de historias se podrá visitar hasta el próximo 6 de enero en la Sala Puntángeles, ubicada en O'Higgins 1270, Plaza Cívica, frente a la Intendencia de Valparaíso. La entrada es liberada.