Durante su participación en el Primer Encuentro de Innovación de la Universidad de Chile, el experto en el área de la Universidad de Cuyoa en Argentina, Rafael Kemelmajer, llevó a cabo un taller sobre la importancia del triple impacto en la generación de innovaciones, es decir, iniciativas con repercusiones beneficiosas en el ámbito social, medioambiental y económico. Además, el docente abordó los nuevos vínculos que pretende generar el programa Huella de Mendoza, dentro del cual participa, para fortalecer los lazos colaborativos con la Casa de Bello en materia de prototipado y validación de proyectos.
El Primer Encuentro de Innovación de la Universidad de Chile se realizó con gran convocatoria durante los días 10 y 11 de agosto. Este espacio contó con diversas actividades en donde se reunieron las distintas iniciativas de innovación de la institución, así como también, espacios públicos y privados del país y el extranjero. Dentro de estas, el especialista en innovación de triple impacto, Rafael Kemelmajer, realizó un taller sobre herramientas prácticas para fortalecer este enfoque en el área.
Este nuevo abordaje se enmarca dentro de los nuevos paradigmas que rodean a la innovación en los últimos años. Ante esto, el investigador señaló que su rol ha evolucionado, pues a si antes se enfocaba en resolver problemas individuales y privados, hoy el enfoque está puesto en generar abordajes y soluciones a problemáticas comunes en la sociedad. “Lo que buscamos principalmente en estos espacios es utilizar la fuerza del mercado, para solucionar problemáticas comunes”, aseguró.
¿A qué te dedicas en la actualidad?
- Soy economista y me dedico a la innovación económica para el bien común. Participo en ocho emprendimientos del área, soy profesor de la Universidad Nacional de Cuyo dando la cátedra de organizaciones de triple impacto. Presido el Polo Tecnológico de Mendoza y trabajo en muchos espacios sistémicos dentro de Latinoamérica.
Hoy estoy en varios emprendimientos que apuntan a resolver problemáticas de desintegración social, tales como la detección de cáncer en etapas tempranas, la disminución de la huella de carbono de empresas o la generación de una nutrición saludable. Todo en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Cómo analizas el actual escenario que enfrenta la innovación?
- La innovación está hace cientos de años, lo importante hoy en día son los nuevos paradigmas y enfoques. Cualquier persona que está en el mundo de la innovación cree que su sinónimo es mejorar un proceso para obtener un producto óptimo, eficiente o con valor agregado. Hoy es necesario entender la innovación también desde un proceso de fracaso, como un término de aprendizaje constante, por lo que necesitamos sociedades más abiertas al conocimiento.
Hoy queremos innovaciones que nos ayuden a resolver grandes problemáticas. Antes el mercado funcionaba para generar soluciones a un problema individual, ahora es para contextos y situaciones comunes.
¿Cuál es el rol de las universidades en este contexto?
- El principal rol de la universidad en la innovación es la formación. La universidad tiene el rol de formar a las y los pensadores.
Alguien que estudia en la UCH, ¿Está ahí para ganar más dinero, para tener mejor puesto, o para generar valor agregado a las problemáticas comunes que tenemos? No solo en Chile, sino en el mundo, porque alguien que está en la India se beneficia con la formación que se recibe en Chile. Por lo tanto, lo fundamental es saber qué tipo de personas se están formando para las necesidades que estamos teniendo hoy.
¿Articulación pública y privada?
- Tenemos que considerar el rol del privado, pues si comprendemos que la innovación proviene del fracaso, es difícil que el sector público esté abierto a eso, por lo que el sector privado recibe altos riesgos y recompensas. El Estado y el gobierno articulando para eso y la academia formando a líderes en el sector privado.
Viniendo de Argentina, Chile es un gran inspirador con ejemplos brillantes. Uno relevante es lo que ha pasado con CORFO, moviendo energías desde los privados, con varios programas exitosos.
Nuevos vínculos colaborativos: Programa Huella de Mendoza
Aparte de dedicarse a la formación en la Universidad de Cuyo, el profesor Kemelmajer es uno de los articuladores del programa Hub Huella de Mendoza, iniciativa colectiva entre la casa de estudios, el Municipio de la Ciudad de Mendoza y el Banco Galicia, que busca convocar a los diversos emprendimientos basados en innovación y tecnología que estén orientados en generar impacto social y/o ambiental positivo.
El objetivo de la convocatoria es desarrollar y validar prototipos que generen cambios significativos en el ecosistema argentino y que tengan el potencial de expansión a nivel global. Esto, a través del financiamiento de hasta $4.000.000 pesos argentinos a proyectos adjudicados, permitiendo la validación de productos y servicios y/o de modelos de negocio. La convocatoria a Huella de Mendoza se encuentra abierta y recibirá postulaciones hasta el próximo 31 de agosto.
Siguiendo esta línea, el programa trasandino invita a la comunidad de la Universidad de Chile a postular iniciativas que permitan potenciar el prototipaje y la creación de nuevos modelos de negocio en áreas como economía circular, huella de carbono, tratamiento de aguas, movilidad sustentable, salud y educación. Para esto, el Hub ofrece orientación a través de reuniones ejecutivas, alianzas con diversos actores del ecosistema innovador de Mendoza, capacitaciones, mentorías y la participación en eventos.
Kemelmajer afirmó que el programa tiene como objetivo fortalecer iniciativas de triple impacto en el ámbito internacional. “Al estar en Argentina, estamos viviendo la devaluación económica, por lo que es muy favorable la inversión. En este contexto, creemos que tenemos un espacio en el mundo para generar prototipado, por lo que buscamos emprendedores que quieran generar soluciones a problemáticas del planeta, que necesiten validar algún modelo, ya sea científico, tecnológico o comercial”, aseguró el especialista.
Por su parte, Katia Soto, profesional de la Dirección de Innovación de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo UCH (VID), afirmó que el vínculo con el programa es relevante, pues “es importante conocer experiencias de apoyo a la innovación social, pública y científico-tecnológica, de países vecinos. Principalmente, porque tenemos problemáticas y desafíos comunes, que nos abren una gran oportunidad para tener impacto social si logramos avanzar en superar las limitantes”.
Además, la profesional VID agregó que, respecto al llamado que hacen desde el HUB en Mendoza, “es relevante conocer la alianza que han formado con el sector público y privado, además del modelo mediante el cual la Universidad de Cuyo recibe a quienes buscan validar sus prototipos, pues no contempla condiciones de propiedad intelectual en esta primera etapa del programa y que ofrece toda la diversidad de capacidades de la Universidad. Finalmente, aprender cómo otras universidades se vinculan con la industria y demandas sociales, es siempre una experiencia virtuosa”.
El especialista argentino invitó a la comunidad de la Casa de Bello a ser parte del programa, el cual tendrá sus postulaciones 2023 abiertas hasta el 31 de agosto a través del formulario. Para esto, el jueves 10, el especialista se reunió con Roberto Álvarez, Director de la Escuela de Economía y Administración de FEN-UCHILE para conversar sobre futuras alianzas e intercambio de expriencias.
“Estamos haciendo un montón de cosas, generando co-liderazgos e innovación de triple impacto, es decir, como generar estas organizaciones que resuelvan problemáticas sociales, ambientales y económicas, pues estamos convencidos de que nos irá bien con aquellos que agreguen valor al mundo”, concluyó Kemelmajer.