A principios del nuevo siglo surgieron numerosas tecnologías que facilitaron la masificación de la comunicación y fomentaron un mayor sentido de conexión global. El pódcast fue una de ellas que se desarrolló rápidamente desde 2004, ya que no requería imagen y permitía acceder a contenidos e historias de calidad de manera más directa. Con la llegada de los smartphones, esta tendencia se intensificó significativamente, y hoy en día es común encontrar pódcast incluso en las radios de nuestros automóviles y en el transporte público.
Algunos elementos clave que han contribuido a la proliferación de este adelanto son las mejoras tecnológicas como mayor ancho de banda en el internet y el desarrollo del streaming, la amplia variedad de contenidos y formatos que presentan, además de los adelantos en materia de modelos de negocio que permitan su existencia.
El profesor Raúl Rodríguez, académico de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, pasó los últimos cuatro años y medio desarrollando su investigación La producción independiente de pódcast narrativos de no ficción en Iberoamérica: nuevos modelos de creación, financiación y relación con la audiencia, que presentó como tesis y concluyó con la obtención de su doctorado en Periodismo con mención internacional de la Universidad Complutense de Madrid.
De acuerdo con el profesor, el objetivo del estudio fue describir el escenario del pódcast narrativo de no ficción iberoamericano: “Específicamente se analiza toda la cadena productiva y de valor, de manera de conocer las narrativas sonoras, producción, estética, financiación y monetización, y publicación, distribución y relación con las audiencias. Por medio de una metodología mixta, que incluyó 23 entrevistas a los creadores, productores y/o diseñadores sonoros, y un análisis de contenido de 103 episodios de estos pódcast, se pudo conocer este sector independiente, que hasta ahora no ha sido abordado profundamente”, afirma.
Rodríguez sostiene que este modelo si bien tiene el desafío de la financiación centra su preocupación “más bien en la creación, en el tipo de historia que se narra, y en la relación con los oyentes”. La investigación se enfocó en 17 pódcast independientes, de ocho países iberoamericanos, que incluyen Brasil, Portugal, Chile, Perú, Argentina, Colombia, México y España.
Actualización de la narrativa sonora
Sobre las conclusiones a las que llegó con su investigación, Rodríguez explica que “las narrativas sonoras están en un proceso de actualización. Es decir, recogen la tradición de la narrativa clásica, aristotélica, que está presente en la literatura, en el cine y en la radio, pero sobre esa base se renueva y se actualiza a través de otras formas de contar. Lo segundo, me permitió conocer toda la cadena productiva, que era un campo de conocimiento que no se tenía. Tercero, los mecanismos de financiación. Esto último sigue siendo un problema y un desafío para los productores independientes. Si antes el amateurismo era algo que se hacía con muchas ganas, con muchas motivaciones, incluso teniendo pequeños micro-mecenazgos, hoy día, si bien han ido aumentando esos financiamientos, actualmente son muy precarios. Una salida para estos productores está siendo el branded pódcast”.
Además, el investigador destaca también dentro de sus conclusiones dos ítems más: “La estética sonora, que estamos aprendiendo en el sector gracias al trabajo del área audiovisual. Elementos que antes no se tenían adquiridos y que permiten al pódcast lograr una interacción más inmersiva con la audiencia. Y, por último, la relación con el público. Esto va desde la promoción del programa hasta estrategias de vinculación, desde los clubes de lecturas hasta la posibilidad de hacer una performance, para poder conectarse con la gente de manera concreta y real”.
Por último, Rodríguez señaló que la idea es que este estudio se transforme en un referente de la producción de pódcast en el continente y que se publique como libro en 2025. Asimismo, pretende seguir profundizando en la creación de nuevos proyectos sonoros narrativos de no ficción. En septiembre de este año, estrenará el documental sonoro Escucha Chile, la voz de la solidaridad, que tiene financiamiento CREART de la Universidad de Chile, para conmemorar los 51 años del golpe de Estado.