El Instituto de Estudios Secundarios (Isuch) de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile -que tiene como objetivo otorgar formación escolar regular a jóvenes con talentos en el campo de la música, la danza y las artes visuales, entre séptimo básico y cuarto medio- remodeló la sala de danza del cuarto piso del establecimiento, contemplando cambios de cielos y luminarias, demolición de tabique liviano, pintura nueva, además del reacondicionamiento de los camarines del tercer piso, entre otras cosas.
El vicedecano de la Facultad de Artes, Luis Montes Rojas, expresa a propósito de la remodelación: “Nuestra facultad reúne instituciones señeras para la vida artística de nuestro país, como MAC, MAPA o TNCH. En esa perspectiva, Isuch es una de ellas. Y a pesar de la complejidad de no tener todos los recursos, el espíritu de esta decanatura ha sido atender las necesidades y perspectivas de desarrollo de esta institución. Creo que esto se ha percibido, y como lo han manifestado algunos de los miembros de esa comunidad, se han materializado avances sustantivos”.
Además, el también artista visual de la Facultad de Artes agrega que constantemente se trabaja para alcanzar los mejores resultados tanto en los espacios físicos como en el proyecto educativo. “Sabemos que las necesidades son muchas, pero hemos trabajado intensamente para abordarlas, siempre escuchando a la comunidad que tiene las puertas abiertas para mantener un diálogo que debe ser fructífero para su desarrollo”, manifiesta.
En cuanto a las modificaciones hechas en el Isuch, Claudia Vergara, arquitecta, coordinadora de Planta Física de la Facultad de Artes y una de las encargadas de estas renovaciones, expone: “Uno de los principales arreglos fue el de las cubiertas. Había un sector que se llovía y a veces generaba filtraciones en lugares como la sala de danza, eso provocaba que cerraran el espacio y quedaran inhabilitadas las salas de ahí. Era un problema que debíamos resolver, entonces, lo que hicimos fue cambiar una parte del techo. Fue todo un desafío, probamos diferentes cosas hasta que funcionó y ya no se filtró más el agua. Esto representa un gran avance para que se puedan ocupar los espacios que antes se humedecían”.
Asimismo, la profesional comenta que en la sala de danza se cambió el piso dejando uno más espacioso y de mejor calidad: “Antes había un piso de madera con una goma negra encima, una muy delgadita, que estaba instalada solamente en un sector de la sala”, resume. El procedimiento de cambio se basó en el reemplazo del suelo por un piso vinílico especial para danza que cubriera la plataforma por completo y no solo una parte como era originalmente.
“En el verano cambiamos el piso de la sala de danza del piso 11 de la sede Alfonso Letelier Llona de la Facultad, cambiamos el piso vinílico por uno deportivo, y ese que cambiamos estaba en muy buen estado, por lo que decidimos llevarlo al Isuch e instalarlo allá, y funcionó muy bien, con la superficie cubierta entera y sin desniveles”, explica.
Adicional a lo anterior, se cambiaron todas las luminarias y cielos, obteniendo una renovación total del espacio.
Natalia Sabat, profesora de Danza del Isuch, opina: “Fue un aporte el cambio de piso por la luminosidad y por ende, la disposición anímica cuando llega luz día. También es positivo que el espacio es más amplio, al sacar el piano y cubrir toda la superficie con el mismo material, lo que permite realizar secuencias de desplazamiento”.
Sobre el entusiasmo y ánimo del estudiantado frente a los cambios, la profesora menciona que las mejoras colaboran a solucionar parte del proceso formativo: “Ha ayudado, es una parte de todo lo que se necesita para que el proceso de enseñanza aprendizaje se cumpla con las condiciones mínimas".
Camarines remodelados y armoniosos
Se realizaron cambios que consideraron prácticamente una renovación completa de los camarines del tercer piso que son usados tras las prácticas de danza. Esto para asegurar un mejor servicio higiénico, una mayor privacidad y una estética armoniosa.
“Se cambiaron los artefactos, los lavamanos y los separadores de duchas, pintamos todo de nuevo y cambiamos el piso, antes había una mezcla de colores beige y café, y ahora se ve estéticamente uniforme, un mismo espacio. También mejoramos la iluminación, pusimos una cubierta de granito para los lavamanos e instalamos espejos, sacamos los urinarios del baño que era de hombres, ya que no se utilizaban, y los reemplazamos por otro lavamanos”, explica la arquitecta.
En total, la superficie intervenida en el Isuch fuede 166 metros cuadrados, que fueron financiados gracias a la adjudicación del Fondo de Apoyo a la Docencia de Pregrado (FADOP), al apoyo de la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Gestión Institucional (VAEGI) y a la Rectoría de la Universidad de Chile, con un monto de inversión superior a los 13 millones de pesos.
Por último, cabe mencionar que se adquirieron cuatro nuevos proyectores para el instituto, los que corresponden a la primera línea de la licitación de proyectores del Modelo Epson E20, que comprenden una tanda de 39 proyectores comprados para la Facultad de Artes, de los cuales 32 se financiaron a través del Proyecto Arte y tecnología (Fondos COVID para Aulas Híbridas) y 7 a través del FADOP.
La intervención e inversión se justifica debido al valor que tiene la institución para la Universidad de Chile y el país: “El Isuch tiene una larga historia, se han formado grandes artistas que han sido distinguidos en nuestro medio, pero además sigue siendo un proyecto único en lo que se refiere a la formación secundaria de los estudiantes a la par de su formación artística. Por ende, creo que todo esfuerzo debe ir en la perspectiva de fortalecer la formación de nuestros y nuestras estudiantes, y estrechar los lazos con las áreas formativas que dependen de nuestros departamentos, para que se pueda poner en perspectiva esa formación en las etapas universitarias”, cierra el vicedecano de la Facultad.