La Facultad de Artes de la Universidad de Chile fue parte de la iniciativa “Puntos de Cultura”, un programa público a cargo del Departamento de Ciudadanía Cultural de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que tiene como objetivo aumentar el desarrollo de las prácticas socioculturales en organizaciones comunitarias, fortaleciendo su organización a través de financiamiento y asistencia técnica, aportando en su gestión, crecimiento, sostenibilidad y desarrollo en redes.
La colaboración se llevó a cabo a través de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad, en coordinación con las facultades de Artes, Derecho y Comunicación e Imagen, en la cual, la Facultad de Artes en particular, aportó con cuatro cursos-talleres durante los tres meses que duró el programa: junio, julio y agosto del presente año.
“Este esfuerzo conjunto involucró la planificación y ejecución de talleres y capacitaciones dirigidas a casi la totalidad de las organizaciones reconocidas como ‘Puntos de Cultura’ en la Región Metropolitana. La colaboración se gestionó mediante una estrecha coordinación entre las tres facultades y el Ministerio, con el objetivo de fortalecer la gestión en estas organizaciones comunitarias a través de herramientas teóricas y prácticas”, explica Erika Valdés Weiss, gestora cultural de Vicedecanato de la Facultad de Artes.
La participación de la Facultad se enmarcó en un programa de cuatro talleres teórico-prácticos titulado "Herramientas Artísticas para las Comunidades: Entrelazando Saberes, Fortaleciendo los Territorios", desglosado de la siguiente forma: (1) Curso-taller de Mediación Artística, impartido por Khatherine Ávalos en la Facultad de Arquitectura (FAU); (2) Curso-taller de Curaduría/Producción Artística, impartido por Carlos Gómez en la FAU; (3) Curso-taller de Arte y Espacio Público, impartido por Francisco Sanfuentes en la FAU y sede Las Encinas; y (4) Curso-taller Producción Técnica Artística, impartido por Carlos Mangas en el Teatro Nacional Chileno, sede Pedro de la Barra y sede Las Encinas.
Además de este trabajo, explica Erika, “la Facultad, en especial el Departamento de Artes Visuales, proporcionó apoyo en la gestión logística y la coordinación de espacios para las sesiones. Tuvimos actividades prácticas en el Teatro Nacional Chileno (TNCh) y en el Departamento de Teatro para el Taller Técnico de Iluminación y Sonido Escénico”. Y enfatiza: “La Facultad también contribuyó con el diseño de contenidos de todo el programa, teniendo así un rol crucial en la implementación de esta colaboración”.
Talleres pensados en entregar herramientas concretas
Los talleres impartidos fueron diseñados con un enfoque participativo, buscando no sólo transmitir conocimientos, sino también fomentar el intercambio de experiencias y la construcción colectiva de saberes. De esta manera, el taller de “Mediación Artística”, por ejemplo, abordó los vínculos entre arte y vida cotidiana, enfocándose en herramientas para la mediación artística y la participación comunitaria en la creación cultural.
Por su parte, el de “Curaduría/Producción Artística” se enfocó en metodologías curatoriales y de producción, ofreciendo herramientas para la investigación, selección y organización de expresiones artísticas en contextos territoriales.
“Arte y Espacio Público” exploró el espacio público como un lugar de expresión artística, combinando teoría con prácticas en el entorno urbano, incluyendo intervenciones directas. Mientras que “Producción Técnica Artística” brindó conocimientos en aspectos técnicos como escenografía, iluminación, y sonido, para fortalecer la capacidad de producción de eventos artísticos en organizaciones comunitarias.
Carlos Gómez, académico que ofreció el curso-taller “Curaduría/Producción Artística” comentó acerca de su experiencia: “La variedad entre los equipos de trabajo, y las singularidades asociadas a sus propios intereses y experiencias conformó un grupo heterogéneo que hizo que el proceso fuese interesante y dinámico. Agrupaciones vinculadas a rescate y relevancia de sus propios barrios, algunas cercanas a la creación artística otros más vinculados al arte popular o en práctica desde lo patrimonial, permitió reunir y conformar un equipo rico en diversidad, y con una vocación por lo comunitario”.
Asimismo, se refirió a la importancia de la valorización de la autogestión en los grupos que participaron de la instancia: “La importancia del intercambio bajo esta premisa es de un valor total, pues más allá de lo complejo que puede ser este tipo de estrategias, impregna a la Universidad, de un saber, el cuál es el popular, y que es vital cuando un proyecto es indispensable para una comunidad. Estos equipos de trabajo aglutinan diversas sensibilidades y experiencias, vinculan a personas a través del arte y la cultura, y el intercambio entre aquellos que parecieran ser desiguales, pero que mediante compartir historias, conocimientos y perspectivas, enriquecen el tejido social”.
Tras el término de “Puntos de Culturas”, la gestora cultural, Erika Valdés, concluyó en que la participación de la Facultad de Artes fue clave en el fortalecimiento de las organizaciones participantes del programa. “Se han establecido vínculos significativos que no sólo han beneficiado a las organizaciones culturales, sino también han enriquecido a la comunidad universitaria. Dado el éxito de esta colaboración, la Facultad evalúa positivamente la posibilidad de continuar participando en futuras iniciativas y alianzas también con las mismas organizaciones, con el objetivo de seguir construyendo y fortaleciendo la colaboración territorial que promueva el desarrollo cultural”, cierra.