Proyecto financiado por un Fondo Creart 2021:

Publicación revela proceso tras "La obsolescencia del cuerpo"

Publicación revela proceso tras "La obsolescencia del cuerpo"

“El proyecto surge de la necesidad de investigar la relación del cuerpo y el paso del tiempo, cómo desde nuestras disciplinas nos cuestionamos una mirada más bien lineal de nuestras biografías y la experiencia subjetiva en torno a lo vivido se torna una experiencia en común. Ahí aparece entonces una reflexión crítica hacia la idea del cuerpo como algo infinito que corre a toda velocidad”, explica Isabel Carvallo, bailarina y académica del Departamento de Danza, sobre el origen de "La obsolescencia del cuerpo", proyecto que lideró junto a Eleonora Coloma, compositora y también académica del Departamento de Danza, y a María de los Ángeles Cornejos, artista visual y académica del Departamento de Artes Visuales.

Desde la danza, en diálogo con la música y las artes visuales, el proyecto invitó a reflexionar creativamente sobre el carácter finito del cuerpo. “Estamos en una etapa de la vida en que comienzas a preguntarte cómo quieres vivir hacia adelante; e inevitablemente al hablar del límite de la presencia, del cuerpo, aparece el dolor y la muerte como parte de ese proceso”, explica Isabel Carvallo sobre lo que las motivó a trabajar a partir de conceptos como el dolor, la caducidad, el cansancio, lo obsoleto, la relación con el tiempo y la muerte.

De allí que el proceso de creación haya sido “muy dinámico, de mucha conversación y compartir experiencias personales en torno a los temas del proyecto, llevándolos a un plano cotidiano y por ello muy sensible. Eso hizo que converger nuestras disciplinas fuera muy natural, logrando perspectivas comunes desde un diálogo fluido entre las materialidades de cada una”, señala Eleonora Coloma en referencia al carácter interdisciplinar del proyecto, agregando que en el marco de dicho proceso fueron “presentando propuestas y borradores de movimiento, sonido y visuales en cada encuentro que, como un rompecabezas, poco a poco nos fueron mostrando el resultado final del proyecto”.

Los resultados

El proyecto, que contó con la colaboración de Vestuario Puntada Austral y Pejeperros Producciones, finalizó con una creación audiovisual exhibida en octubre de 2022 en CEINA como parte del Foro de las Artes de la Universidad de Chile, y un libro bitácora presentado en mayo de este año en el Centro Cultural de España, instancia en la que también se volvió a exhibir la creación audiovisual. Ambas propuestas integran, desde sus particularidades formales y conceptuales, las diversas materialidades que surgieron durante un año de ensayos, encuentros, discusiones y lecturas en torno a los temas que abordó “La obsolescencia del cuerpo”.

Para Eleonora Coloma el resultado de esta investigación sensible tiene varias aristas. “Se puede entender como una instalación performática donde confluyen objetos, texturas, acciones, gestos sonoros y corporales, música, danza, imágenes y textos que dibujan las temáticas obsolescencia, dolor y muerte. También es un video cuya narración audiovisual se centra en la danza. Pero también es una experiencia vivida que se registra en el libro bitácora, donde se reflexiona más profundamente sobre estos temas y cómo de ellos surgen sus materiales y lenguaje”, explica la académica.

Dicha publicación, que está disponible en las bibliotecas de la Facultad de Artes y que actualmente siendo distribuido en las principales bibliotecas culturales de Santiago, contiene “el proceso de trabajo, desde las primeras reuniones e ideas, hasta la filmación de la obra final, así como las distintas reflexiones, investigaciones y experiencias que nos impulsaron a la realización del proyecto”, cuenta Maria de los Ángeles Cornejos.

Nos pareció importante revelar el proceso de trabajo que convoca estas tres disciplinas, sobre todo porque es un desarrollo bastante complejo y no es visible en una obra terminada, las que van desde las discusiones conceptuales y la materialización de estas hasta las decisiones corporales, materiales y espaciales”, explica la académica. Y concluye: “Además, a través de los textos, el libro nos permitió develar el lugar desde dónde cada una estaba abordando la obsolescencia del cuerpo desde un espacio muy experiencial e íntimo y que es lo que termina dándole cuerpo a la obra”.