Claudia Vicuña, directora, coreógrafa y académica de la Facultad de Artes suma nuevos hitos creativos a su carrera como artista e investigadora de la Casa de Bello: fue invitada a participar en el proceso de creación de la obra Voyager de la compañía La Pieza Oscura, trabajó como co-creadora de la pieza Kuroshio interpretada por el Ballet Nacional Chileno en el Teatro de la Universidad de Chile, y actualmente se encuentra preparando el estreno de Ritoque Campo en el Teatro La Memoria.
Voyager de la compañía La Pieza Oscura, es una obra de teatro dirigida por Marcelo Leonart e interpretada por Francisca Márquez y Nona Fernández, quien además es autora de la obra, la cual está basada en su ensayo homónimo publicado en 2019. Para esta creación, la profesora Claudia Vicuña se desempeñó como directora de Movimiento.
Su estreno fue el pasado 15 de junio en el Centro Cultural Gabriela Mistral, más conocido como GAM, y estuvo en cartelera hasta el 14 de julio. La obra se inspiró en las sondas ge
melas capaces de almacenar fragmentos de la memoria estelar, Francisca Márquez y Nona Fernández encarnaron dos sondas gemelas que buscaban habitar el escenario narrando historias recopiladas a lo largo de su viaje de casi cincuenta años.
La académica, Claudia Vicuña cuenta que “la invitación fue a realizar un trabajo en colaboración desde el inicio de los ensayos haciéndome cargo de la dirección de movimiento, lo que supuso un trabajo en conjunto además con el director, las actrices y el diseñador. Todo este proceso fue muy dialogado y compartido, donde todo el equipo estuvimos participando no solo de nuestra área, sino de todo el montaje”.
Por otro lado, en la segunda obra, llamada Kuroshio, una pieza de danza interpretada por el Ballet Nacional Chileno (BANCH), figuró como co-creadora junto al director Artístico del BANCH, Mathieu Guilhaumon. Ambos coreógrafos desarrollaron un trabajo conjunto para dar vida a esta propuesta inspirada en una corriente marina japonesa que da nombre a la obra (“corriente negra” en japonés: Kuroshio). De esta forma, la pieza conforma un diálogo que rescata el valor de la naturaleza como fuente de inspiración.
“La experiencia fue muy motivante, ya que creo en la colaboración como principio de trabajo, y en este caso era trabajar con Mathieu, con quien nunca había colaborado y donde debíamos aunar lenguajes diferentes y organizar una metodología de trabajo entre nosotros y la/os intérpretes”, comentó la profesora Vicuña.
Las funciones de la obra se desarrollaron entre el 22 de junio y el 29 del mismo mes en el Teatro de la Universidad de Chile/Centro de Extensión Artística (CEAC), y también, tuvo una presentación única en el Teatro Municipal de Viña del Mar el 6 de julio pasado.
Al respecto, la coreógrafa expresó: “La experiencia fue muy buena, el teatro que tiene capacidad para 1.100 personas, estaba completamente lleno, con gente de todas las generaciones y muy receptivos a la obra en su totalidad es decir danza, luces, música, vestuarios. Llegó gente de distintas zonas de la quinta región, todos muy agradecidos de tener la posibilidad de ver este tipo de obras”.
Por último, en la actualidad la profesora se está preparando para el estreno de Ritoque Campo, una obra dirigida e interpretada por ella, que estará en cartelera desde el 22 al 31 de agosto en el Teatro La Memoria.
Ritoque Campo es una obra de danza contemporánea que busca confrontar la memoria y el paisaje a través del cuerpo. Es un recorrido por la intersección entre el campo de concentración de Ritoque (1973-1974) y el campo dunar que lo rodea, dos realidades que se entrelazan por la historia y el paisaje, y
que buscan revelar la lucha entre el intento de borrar el pasado tras la demolición de las instalaciones y la memoria persistente que el campo dunar sigue albergando.
Esta obra “viene del trabajo presentado ahí mismo el año 2023 llamado Ritoque. Ahora se hace una versión más extendida y con nuevas reflexiones en torno a la temática abordada, con cambios también en los diseños”, cierra Vicuña.