El lunes 12 de agosto, en la Sala de Reuniones de la Rectoría de la Universidad de Chile se llevó a cabo una cita entre las autoridades universitarias y las y los integrantes del Consejo de Evaluación (CEv). La instancia, liderada por la rectora Rosa Devés Alessandri y la presidenta del CEv, Verónica Figueroa Huencho, tuvo como principal objetivo conversar sobre los desafíos de la función evaluadora y las proyecciones para los próximos años. Asimismo, el Consejo presentó su agenda de trabajo con el fin de encontrar espacios de colaboración con los equipos de la rectoría y contribuir así a una mejor gobernanza en esta materia.
En la reunión también participaron consejeros y consejeras titulares y suplentes del CEv, junto a la prorrectora de la Casa de Bello, Alejandra Mizala Salces; y el vicerrector de Asuntos Académicos, Claudio Pastenes. Estos últimos valoraron el trabajo del Consejo y su rol en las mejoras sustantivas de la Universidad. En esta línea, se destacó la importancia de trabajar de manera colaborativa con las comisiones superiores de la universidad y otros actores clave.
Como parte de los desafíos del Consejo de Evaluación se conversó sobre su posicionamiento interno y externo, donde espera ser una instancia activa en procesos de reflexión estratégica, esperando realizar en 2025 (entre otras actividades) un seminario internacional que abordará los desafíos actuales en la evaluación de la educación superior. “Este seminario buscará crear espacios de diálogo en torno a la evaluación y sus proyecciones a nivel global, tratando de identificar cuáles serán los desafíos que esta función asumirá en los espacios de la educación superior y actuar de manera proactiva como Consejo, pensando siempre en el liderazgo de nuestra Universidad”, señaló Verónica Figueroa, presidenta del Consejo de Evaluación.
En cuanto a los desafíos internos, ambas instancias conversaron sobre la necesidad de desarrollar políticas que aborden de manera integral la gestión académica y los focos de las evaluaciones de las carreras, considerando la diversidad que caracteriza a las trayectorias académicas. Se planteó, asimismo, la importancia de avanzar hacia políticas que puedan ser conocidas por toda la comunidad y donde cada unidad académica pueda ajustar sus propios incentivos.