Restauración y conservación
La Casa Central es un Inmueble de Conservación Histórica reconocido por el Plan Regulador de la ciudad de Santiago. Está protegida por la Ley de Monumentos Nacionales, y ha sido objeto de publicaciones y estudios académicos sobre su historia y arquitectura, destacando como uno de los principales referentes del patrimonio universitario de América Latina. En este contexto, con el propósito de mantener su valor patrimonial, tanto el edificio como sus diferentes espacios han sido objeto de numerosas restauraciones y acciones de conservación a lo largo de su historia.
La Universidad de Chile ha realizado sistemáticas intervenciones estructurales, restauraciones artísticas y mejoras en accesibilidad e infraestructura que han buscado preservar su valor histórico, promoviendo -al mismo tiempo- su uso como espacio vivo para el debate público, la cultura y la educación. Prueba de ello es el prolijo trabajo de conservación del que ha sido objeto el Salón de Honor, cuya primera remodelación, entre 1908 y 1910, se produjo en el marco del Programa de Arte Público del Centenario de la República, y continuó con distintas intervenciones a lo largo del siglo XX.
Desde el año 2000, a través de un plan maestro de conservación patrimonial coordinado por su Dirección de Servicios e Infraestructura, la Universidad ha impulsado importantes acciones en esta línea, como la restauración de la fachada oriente, limpieza y recuperación de molduras y relieves deteriorados; la intervención estructural con refuerzos sismorresistentes tras los terremotos de 1985 y de 2010; el proyecto de restauración y rehabilitación del ala norponiente iniciada en 2008; la recuperación integral del Salón de Honor en el 2019, obra que contempló la intervención de cielos, mobiliario, sistemas de iluminación y piezas originales, además de un nuevo sistema eléctrico y de climatización; y la restauración del ala sur-oriente correspondiente al Archivo Andrés Bello, ejecutada entre 2022 y 2024.
En las últimas décadas, de esta forma, la Casa Central ha logrado materializar importantes mejoras en accesibilidad, eficiencia energética y conservación patrimonial, conjugando la protección del edificio con su uso activo, inclusivo y actualizado. Estos trabajos han sido posibles gracias a la coordinación institucional entre unidades universitarias y el financiamiento tanto público como privado. Asimismo, existe un plan permanente de mantenimiento preventivo que considera limpieza de fachadas, monitoreo estructural y revisiones periódicas de cubiertas, instalaciones eléctricas y sistemas de climatización
Todas estas intervenciones han sido dirigidas por equipos interdisciplinarios, conformados por arquitectos patrimoniales, ingenieros, restauradores, arqueólogos urbanos e historiadores, y han seguido criterios de restauración patrimonial internacionalmente reconocidos, como los de la Carta de Venecia y las recomendaciones de ICOMOS, priorizando así la conservación de materiales originales, la reversibilidad de las acciones y el registro documental. Actualmente, además, existe un plan de gestión integral del edificio que contempla mantenimiento periódico, monitoreo estructural, archivo técnico, registro de bienes muebles y un protocolo de intervención para emergencias, el cual ha servido como referencia para otras instituciones latinoamericanas.