Una vida dedicada a la medicina, la docencia y el servicio comunitario.

Profesora Ana María Madrid: una carrera al servicio de la gastroenterología y el desarrollo de Licancheu

Profesora Ana María Madrid: legado en gastroenterología y Licancheu
La profesora Ana María Madrid es vicepresidenta del Consejo de Evaluación y cuenta con una carrera profesional de más de 30 años en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
La profesora Ana María Madrid es vicepresidenta del Consejo de Evaluación y cuenta con una carrera profesional de más de 30 años en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
La doctora Madrid en medio de un operativo en Licancheu, en la sexta región de Chile
La doctora Madrid en medio de un operativo en Licancheu, en la sexta región de Chile
Por varias décadas, la profesora Madrid desarrolló operativos médicos en su localidad natal, Licancheu, donde atendía a más de cien adultos mayores al día.
Por varias décadas, la profesora Madrid desarrolló operativos médicos en su localidad natal, Licancheu, donde atendía a más de cien adultos mayores al día.

Durante los últimos días de diciembre de 2024, la profesora Ana María Madrid, vicepresidenta del Consejo de Evaluación (CEv) de la Universidad de Chile, recibió un reconocimiento muy importante. El Hospital Clínico de la Universidad de Chile reconoció su trayectoria profesional de 30 años en el acto anual, donde se destacó su invaluable aporte a la medicina y la docencia.

"Este reconocimiento me da mucha alegría, ya que después de más de 30 años en el Departamento de Medicina del hospital, siento que de alguna manera me he pagado por todas las horas de mi vida que le he dedicado a este lugar", comenta emocionada la gastroenteróloga.

La profesora Madrid es una de las profesionales más importantes de su área de trabajo en Chile. Pionera en la gastroenterología, la académica ha sido clave en su desarrollo en el país. "Hace más de 20 años, junto al doctor Carlos Defilippi implementamos estudios funcionales que solo nosotros realizábamos en Chile", relata. Su visión y esfuerzo la llevaron a fundar la Agrupación Chilena de Neurogastroenterología y a presidir la Sociedad Latinoamericana de Neurogastroenterología, consolidando el vínculo de la región con la comunidad mundial.

"No es un camino fácil; requiere tiempo y recursos que muchas veces salen de uno mismo. Pero he logrado formar un programa de subespecialización en nuestro centro y ya hemos formado a cinco especialistas con certificación de postgrado de la Facultad de Medicina", destaca.

Equidad en la Universidad

A lo largo de su carrera, la consejera Ana María Madrid ha enfrentado desafíos como mujer en un ámbito profesional liderado históricamente por hombres. Sin embargo, asegura que su avance ha sido producto de sus méritos y no de su género. "Uno tiene estos cargos por méritos personales y no por ser mujer”, indica.

Durante su trayectoria como consejera del CEv, la profesora ha manifestado gran interés por desarrollar investigaciones ligadas al género dentro de la Casa de Bello. Así, el año pasado publicó un estudio técnico que analiza las remuneraciones según el género de los trabajadores y trabajadoras. En esta investigación se reveló que, en una década, la brecha de sueldos entre hombres y mujeres sigue presente en la casa de estudios.

Respecto a su trabajo como consejera asegura que “Me ha gustado este trabajo y, aunque siento que más he aprendido que aportado, sigo esforzándome por dar lo mejor", reflexiona.

Medicina al servicio de la comunidad

Pero así como ha dedicado su vida a la investigación científica, también ha tenido espacio para el trabajo comunitario. Su compromiso con la medicina la llevó a desarrollar operativos médicos en distintas zonas del país desde que egresó de la Universidad de Chile. Así, durante varias décadas se trasladó a Licancheu, su tierra natal, para atender a los vecinos de la zona.

En la junta de vecinos de la zona se reunía dos sábados al año con vecinos que acudían en busca de medicamentos o una atención de salud. Los operativos partían a las ocho de la mañana y terminaban pasada la medianoche, luego de atender a más de cien personas, la mayoría adultos mayores. Ahí eran atendidos por la doctora Madrid, pero también por su hermana, su yerno o su prima, quienes la acompañaban en las maratónicas jornadas.

Aunque actualmente ya no realiza estos operativos ya que existen médicos permanentes en la zona, mantiene un vínculo muy cercano con los habitantes de Licancheu, en la comuna de Navidad, en la región del Libertador General Bernardo O’Higgins. "Esa es mi tierra y la amo más que a mi propia vida. Hacer trabajo comunitario está en mi sangre; lo hacían mis antepasados y lo hacía mi padre; obvio lo haré yo también", comparte con pasión. "Esto sí llena mi alma y me hace muy feliz, porque siento que soy un aporte real", afirma.

Actualmente, su labor en la zona ha evolucionado hacia la creación de una corporación cultural y un museo en la antigua escuela de la localidad, el que levantó de la mano de otros profesionales que volvieron a la localidad. Aquí se realizan actividades para los adultos mayores y jóvenes de la comuna. El museo fue inaugurado en 2021 y cuenta con tres salas, las que exhiben colecciones paleontológicas, de historia natural y de arte.

En su dedicada carrera a la medicina, la doctora Ana María Madrid reconoce dos pilares fundamentales que la motivan día a día: Dios y su familia. "He trabajado al alero de mi religión; siento que Dios me ha acompañado siempre en este camino. Sin Él, nada de lo logrado sería posible. Él me alienta en el cansancio y me anima a trabajar para los que están necesitados, no solo de lo material sino también de lo espiritual", concluye. Son ellos su mayor motor para continuar entregando lo mejor de sí en cada tarea que emprende.