Valor arquitectónico y patrimonial
El edificio de la Casa Central se caracteriza por una lógica compositiva que combina monumentalidad, simetría y austeridad, con uso de elementos decorativos sobrios y una organización funcional en torno a patios interiores que responde tanto a criterios estéticos como climáticos y de uso institucional. Su estilo neoclásico se expresa a través de columnas corintias, frontones triangulares, frisos ornamentales y un sistema de patios interiores que organiza funcionalmente los espacios. La calidad de sus materiales originales, la estructura de albañilería de ladrillo, la piedra canteada de sus sobrecimientos, la madera de raulí en puertas y artesonados, además de los pavimentos de madera y baldosa, aún se conservan en gran parte del edificio.
Su fachada principal se alinea con la Alameda, configurando un frente urbano de carácter institucional, mientras que al interior se organiza en torno a patios de planta cuadrada que distribuyen las circulaciones. El acceso principal conduce directamente al hall de entrada y al Salón de Honor, lugar emblemático que ha acogido innumerables ceremonias republicanas, actividades académicas y homenajes públicos. Este espacio, ubicado al centro de la Casa Central, tiene tres pisos de altura, una capacidad para más de 300 personas, mobiliario original de la apertura de este edificio, un escudo de la Universidad obra del escultor Nicanor Plaza, y un mural realizado por el artista chileno Mario Toral que da fondo al espacio, entre otros objetos de valor patrimonial.
Otro espacio relevante de este edificio patrimonial son las dependencias del Archivo Central Andrés Bello, núcleo patrimonial de la Universidad que alberga colecciones documentales, bibliográficas y museológicas fundamentales para reconstruir la historia de la institución y de Chile. Su patrimonio incluye actas fundacionales, correspondencia de personajes históricos, libros antiguos y objetos científicos, materiales sobre los que desarrolla un trabajo de investigación, conservación y memoria de primer orden. Custodia la Lira Popular, una colección de impresos ilustrados que circularon masivamente en los principales centros urbanos del país entre 1880 y 1920 declarados por UNESCO como “Memoria del Mundo”; el Archivo Fotográfico Rostro de Chile, colección declarada Monumento Histórico; y conserva todos los números de los Anales de la Universidad de Chile, la revista universitaria más antigua de América en lengua castellana.
Bajo su resguardo se encuentran también colecciones del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, egresado de esta casa de estudios que en 1954 donó a su alma mater más de 5 mil libros, 8 mil caracolas, además de discos, diarios y revistas que fueron declarados Monumento Histórico Nacional, a los que se suman otros cientos de documentos entregados a la institución en comodato el año 1991. El Archivo Central Andrés Bello gestiona también la Sala Museo Gabriela Mistral, proyecto inaugurado el año 2015 en homenaje a la Premio Nobel que, a través de distintas exposiciones, ha buscado generar reflexiones ciudadanas en torno a la identidad nacional.
En el primer nivel también destaca el Gabinete de Rectoría, espacio utilizado por autoridades de enorme gravitación en la historia nacional y universitaria que conserva valiosas obras de arte, objetos y mobiliario del siglo XIX. El recinto destaca por su gran altura, de aproximadamente 7 metros, con pisos de parquet de palmetas de dos colores de roble americano, originales y cuidadosamente restaurados. Su decoración y disposición evocan la dignidad de la máxima autoridad universitaria y la continuidad institucional a lo largo de más de 150 años.
Otros espacios significativos son los salones de reuniones del Consejo Universitario y del Senado Universitario, además del Salón Ignacio Domeyko, las salas Eloísa Díaz, Enrique Sazié y Amanda Labarca, y los patios Andrés Bello y Domeyko, que en 1907 –con motivo de la celebración de un importante congreso científico- fueron embaldosados y remodelados con monteras metálicas para soportar cubiertas de vidrio sobre ellos. Entre los múltiples tesoros patrimoniales que este edificio resguarda, figuran también el popular retrato de su primer Rector, Andrés Bello, obra del pintor Raymond Monvoisin que ha sido plasmada en el billete de mayor valor en Chile, así como la escultura original de mármol de este referente intelectual latinoamericano creada por el escultor Nicanor Plaza, que actualmente ocupa el patio Andrés Bello.