El pasado viernes 28 de noviembre se realizó en el Complejo Universitario Vicuña Mackenna 20 el seminario “Educación, Convivencia y Comunidad Universitaria”, una instancia organizada por la U. de Chile cuyo propósito fue reflexionar sobre la convivencia en la comunidad universitaria, sus tensiones y estrategias de abordaje basadas en un enfoque formativo y restaurativo, de construcción de ciudadanía.
El encuentro contó con la participación de la Rectora de la U. de Chile, Rosa Devés, y del subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, y contó con una conferencia inaugural a cargo del Defensor de la Comunidad Universitaria de la U. Complutense de Madrid en España, Rafael Orden Jiménez. Se realizaron, además, mesas redondas y paneles de conversación.
“Es un tema que nos ha reunido a las universidades durante el último tiempo en el marco del Consejo de Rectoras y Rectores, donde hemos contado con la generosidad de quienes son líderes en estos temas en distintas instituciones. Ha sido un foco muy principal en la Universidad de Chile, donde todo lo que hacemos, de alguna manera, tiene esta preocupación al centro", afirmó la Rectora Devés en la inauguración del evento.
En sus palabras, la Rectora Devés destacó algunos ejemplos donde la convivencia es fundamental, como son la participación estudiantil, el compromiso institucional con los derechos humanos y las políticas de cuidado. También instaló desde el comienzo la pregunta que guió toda la jornada: cómo lograr que el manejo de los desencuentros sea verdaderamente “restaurativo, para que se traduzca en aprendizaje y salgamos fortalecidos”.
A sus palabras se sumó el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana Calderón, quien destacó la relevancia de estos espacios de discusión, señalando que los diálogos son "fundamentales para enfrentar los desafíos que tenemos en el futuro en materia de educación superior", recalcando que las nuevas generaciones traen consigo "mayores potencialidades" relacionadas con una "concepción más elevada del bienestar y aspiraciones de felicidad mayor".
Experiencia española: De coexistir a convivir
El encuentro contó con la participación central del Profesor Rafael Orden Jiménez, Defensor de la Comunidad Universitaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), presentado por la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy, quien destacó que la experiencia de la UCM “dialoga con nuestro propio enfoque, orientado a garantizar que cada estudiante cuente con las condiciones, herramientas y oportunidades necesarias para su desarrollo integral”, expresó.
Con dicho preámbulo, el profesor Orden Jiménez compartió el valor que posee la UCM siendo la única defensoría en España con una unidad de mediación integrada; una herramienta que se promociona para mejorar las relaciones dentro de la universidad y con la administración. En su conferencia, el profesor Orden resaltó la importancia de educar para el diálogo, haciendo una distinción fundamental entre "coexistir", que se centra en actuar por beneficio propio, considerando al otro un extraño, y "convivir", que busca entender al otro y construir algo común.
En su relato, mencionó que la característica más notable de la Defensoría Complutense es su función activa e integrada de mediación, que se sustenta en un enfoque pedagógico y no únicamente sancionador para la resolución de conflictos. El modelo transformativo de mediación que practican, explicó, busca precisamente "educar a las partes, no tanto para resolver solo ese problema, sino para que sepa afrontar futuros conflictos y problemas". Al cierre de sus palabras, felicitó a la U. de Chile por la innovación de sus estatutos al incorporar la futura Defensoría Universitaria.
Panel inaugural: “Formación para la paz, la ciudadanía y la democracia”
El primer panel fue moderado por Cristóbal Bruna, del Senador Universitario estudiantil, y contó con la participación de Alfredo Zamudio, representante del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo; Camilo Herrera, director ejecutivo de 3xi; y Emmanuelle Barozet, profesora de Sociología de la U. de Chile e investigadora principal del COES
Los panelistas coincidieron en que la crisis de cohesión social está alimentada por prejuicios y por una comprensión limitada de la paz. Zamudio destacó que “la paz no es solamente ausencia de conflictos, no es solamente la ausencia de las balas, sino también la plena presencia y el respeto de los derechos”. Complementando este diagnóstico, Camilo Herrera señaló que lo que más separa a los chilenos no son las ideas, sino los imaginarios y estereotipos construidos sobre el opuesto, volviendo tóxica la polarización. Herrera enfatizó que la distancia más peligrosa es la emocional: “La polarización más relevante es la polarización afectiva”.
Para enfrentar esta brecha, subrayaron la importancia de generar espacios de encuentro que fortalezcan la resiliencia democrática. Como ejemplo de iniciativas en esa dirección, Barozet presentó el curso “Técnicas de la Democracia Deliberativa y la Mediación” (TDDM), que reúne a actores diversos para evitar el antagonismo territorial. “Nos importa juntar a gente que trabaja en organizaciones distintas”, señaló.
Los desafíos de la sana convivencia en la vida universitario
Los paneles “Convivencia universitaria: fracturas y oportunidades para el abordaje de los conflictos y la formación ciudadana” y “Ciudadanía universitaria, desafíos de la organización y representación estudiantil” abordaron los retos contemporáneos de la vida universitaria desde perspectivas institucionales y estudiantiles. El segundo panel, moderado por la presidenta del Centro Deportivo de Estudiantes, Laura Mlynarz, reunió a las profesoras Rosa María Olave, coordinadora de la Subcomisión de Mecanismos Colaborativos de Resolución de Conflictos del CRUCH; Liliana Galdámez, Directora Jurídica, y Pamela Díaz-Romero, Directora de Bienestar y Desarrollo Estudiantil de la U. de Chile. Las expositoras coincidieron en que los conflictos deben entenderse como una oportunidad para la educación: Mlynarz planteó que permiten “aprender a dialogar en la diferencia”, mientras Olave subrayó que los hechos visibles suelen ocultar “epicentros” estructurales que exigen abordajes transformativos. Galdámez, advirtió sobre los límites de una respuesta disciplinaria estricta, recordando que muchas denuncias son, en realidad, tensiones que “no siempre pueden resolverse mediante procedimientos formales”.
Asimismo, el panel profundizó en las tensiones y las crisis sociales recientes, factores que han erosionado las confianzas y promovido la judicialización de la convivencia. Pamela Díaz-Romero hizo un llamado a avanzar hacia prácticas colaborativas que aseguren “responsabilización y reparación oportuna”. Las panelistas reforzaron la idea de que las instituciones deben comprender un error como parte del aprendizaje, pues, como se señaló, “a los 18 o 19 años es común equivocarse”.
El tercer panel, moderado por Carolina Díaz de la Oficina de Mediación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, reunió a las dirigentes estudiantiles Constanza Muñoz, Camila Garrido y Martina Pabletic, quienes reflexionaron sobre la convivencia y los desafíos de la representación estudiantil. Las participantes destacaron que muchos conflictos “no encajan dentro de la normativa”, dificultando soluciones más dialogadas, y coincidieron en la necesidad de formación en mediación para el estudiantado. Pabletic advirtió que páginas anónimas constituyen un “espacio de violencia estudiantil entre pares”, mientras Garrido subrayó que la violencia digital facilita “tirar la piedra y esconder la mano”. También destacaron experiencias triestamentales que fortalecen la pertenencia y el diálogo, remarcando la urgencia de avanzar hacia comunidades que conversen, prevengan y reparen sus conflictos de manera colaborativa.
Conferencia de cierre: El sentido de la convivencia
El cierre magistral estuvo a cargo del sociólogo Manuel Canales, Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Sociales, quien llamó a trascender el lenguaje formalizado. El profesor Canales identificó que la verdadera convivencia requiere tres condiciones fundamentales: "reconocimiento, mística o identidad y proyecto".
El académico argumentó que, inmersos en un ethos de competencia, hablar de convivencia en Chile hoy es un acto de resistencia, ya que el sistema promueve lo contrario. Por lo tanto, en sus palabras, hablar de convivencia "ha de ser entonces cada vez un acto en sí mismo cargado de sentido político, de resistencia y emancipación". Canales invitó a "politizar el cotidiano" y a construir espacios de reencuentro, señalando que la convivencia se construye no mediante dogmas, sino "haciendo y conversando, como un ejercicio humano que requiere la voluntad de vivir juntos”, concluyó. -