Palabras del Rector Víctor Pérez Vera en reapertura de MAC Quinta Normal
A pocos meses de haberse cumplido los 200 años de vida republicana de Chile, nuestra nación sufrió los avatares del terremoto del 27 de febrero de 2010. Fue una catástrofe natural que cobró vidas humanas, destruyó las fuentes de ingreso y hogares de miles de personas, y afectó gravemente importantes piezas del patrimonio de nuestro país.
Como es evidente, el proceso de reconstrucción ha tenido como prioridad el apoyo a las pérdidas habitacionales de los chilenos y chilenas afectados: sabemos que el despojo del espacio íntimo, del espacio para reproducir la vida es un impacto material, pero también emocional. Resolver y sanar ese daño es fundamental.
En este contexto, entendemos la lista de espera para los aportes en la reconstrucción y restauración de emblemáticos edificios patrimoniales de Chile -que albergan nuestra historia y memoria- y que constituían relevantes espacios públicos de encuentro para la sociedad. Nuestra propia Casa Central, también monumento histórico, se encuentra actualmente cerrada, aguardando su recuperación y con ello el reencuentro con la ciudadanía.
En este escenario, nuestra universidad ha sido objeto de generosas ayudas que no podemos dejar de visibilizar y reconocer. El gobierno alemán ha tenido el gesto, por medio de su Programa de Conservación Cultural, de contribuir de manera grandiosa a la reconstrucción y restauración de un valioso patrimonio nuestro: el edificio de Quinta Normal del Museo de Arte Contemporáneo, conocido como MAC. Por ello expreso mi gratitud, en nombre de la Universidad de Chile y de nuestra comunidad nacional, al pueblo alemán representado por su gobierno. Su aporte, no sólo nos permite recuperar este patrimonio, declarado Monumento Nacional ya en 1920, sino también rescatar un espacio importante para el cultivo de las artes, pero sobre todo para su difusión a la ciudadanía en una comuna emblemática de Santiago.
Las artes constituyen una de las ramas que la Universidad de Chile se ha propuesto revitalizar en nuestro país, junto con las Humanidades, las Ciencias Sociales y de la Comunicación, pues estamos ciertos que el desarrollo humano integral supone el goce y la comprensión de los lenguajes siempre desafiantes y cuestionadores que estas disciplinas plantean. Asimismo, pensamos que la historia de nuestra institución está impresa en el edificio del MAC que hoy, gracias a la ayuda del Gobierno Alemán podemos restaurar, y con ello queremos decir que el denso y largo devenir de una academia ligada a la República podrá seguir recreándose y expresándose en una materialidad sin grietas, sin las fisuras que la catástrofe impuso. De modo contrario, habría de pasar mucho tiempo para que pudiéramos exhibirla reconstruida. En Chile hay un déficit cultural confirmado de manera majadera en las estadísticas educacionales y en las del consumo de bienes simbólicos. Por ello, la urgencia de· abrir las puertas de este espacio donde el arte se prodiga a la comunidad es una tarea de enorme relevancia, porque no sólo se liga al edificio en tanto tal sino a su trabajo obligado frente a ese déficit. Por ello, agradecemos doblemente la generosidad del Gobierno Alemán: como aporte a la institución y como aporte al fomento del arte en el país.
Esta reunión de hoy día y el reconocimiento que hacemos de su contribución, es un modo de expresar reciprocidad y la gratitud que Chile, representado por nuestra universidad, les debe.
Muchas gracias.