Carta a la comunidad universitaria en relación con la ocupación de la Casa Central de la Universidad de Chile por parte de un grupo de personas

El día Jueves 19 de Mayo un grupo reducido de personas ocupó dependencias de la Casa Central de nuestra Universidad, colocando pancartas en el exterior que daban a conocer que se trataba de una “toma” relacionada con la protesta ante la nueva ley de financiamiento universitario. Esta acción es aparentemente aislada y no tiene ninguna justificación racional, ni tampoco es una forma efectiva de apoyar a los reclamos que ha hecho la Federación de Estudiantes acerca de la mencionada ley. Constituye un hecho bochornoso que representa una injuria a la institución, a sus estudiantes, profesores y funcionarios, sin que se pueda establecer con claridad sus objetivos ni tampoco su eventual impacto. El intento ulterior de justificar esta medida sobre la base de temas en discusión es paradójico e inaceptable como alternativa para enfrentar la situación presente.

Felipe Melo, Presidente de la FECH, solicitó al Consejo Universitario una reunión especial para abordar el tema del financiamiento estudiantil. Así se hizo, y el día Miércoles 18 de mayo se publicó una declaración del Consejo en cuya redacción participó el Presidente y el Vicepresidente de la FECH, contando con la aprobación unánime del Consejo y el total respaldo de las autoridades superiores de la Corporación. Es aún más incomprensible, entonces, una acción de violencia ejecutada al día siguiente de la declaración, que sellaba una posición institucional recibida con beneplácito por parte de la comunidad universitaria.

La ocupación de la Casa Central no hace sino introducir confusión en la opinión pública respecto de la posición de la Universidad y de los estudiantes. Solamente beneficia a quienes no comparten la visión institucional sobre la situación y destino de la educación pública. Estando en curso un trabajo conjunto con la comunidad centrado en muchos aspectos externos a la institución, esta acción no constituye una forma legítima de expresarse sobre tema alguno.

La ciudadanía es testigo de la decidida posición de este Rector en defensa de la educación pública y con respecto a la creación de un sistema de financiamiento estudiantil efectivamente solidario. Me encuentro entre quienes han suscrito el documento de la FECH que propugna tales principios, porque estoy convencido acerca de sus planteamientos de fondo. La opinión pública sabe de mis diferencias con la autoridad política en esta materia, en discusiones que he llevado a cabo con respeto pero con firme convicción. Asimismo, he defendido pública y consistentemente la participación estudiantil en instancias universitarias, un tema que será central en la discusión del proyecto de Nuevo Estatuto que se iniciará en estos días. Por todo ello, la acción que se ha llevado a cabo es irreflexiva y contraría totalmente las ideas y forma de convivencia que la Universidad de Chile ha defendido permanentemente.

He tomado la decisión de no conferir con quienes han ocupado la Casa Central de la Universidad de Chile, solicitándole a la FECH que tome responsabilidad en este tema como legítimo interlocutor y cabeza del movimiento estudiantil. Los funcionarios de Casa Central desempeñarán sus funciones en otras unidades de la Universidad, para no poner en riesgo su propia integridad física y evitar la humillante espera a las puertas de la Casa Central. Con el rigor de la justicia perseguiremos a los responsables de daños que se cometan en el recinto principal de la institución, símbolo permanente de la inteligencia y de la libertad de pensamiento y expresión en el Chile Republicano.

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