Carta a la Comunidad Universitaria por parte del Rector de la Universidad de Chile, Profesor Luis A. Riveros

Quiero manifestar a la comunidad universitaria la conveniencia de analizar algunos de los aspectos que han caracterizado a las protestas estudiantiles para que las autoridades y académicos los tengamos en consideración para su adecuado manejo e información.

Esperamos normalizar totalmente el trabajo de la Universidad de Chile en el curso de estos días. Algunos grupos de estudiantes que se encuentran participando en “tomas” de locales no responden necesariamente a las directivas de las organizaciones estudiantiles, por lo cual el diálogo con ellos se hace más difícil. Estos grupos, conformados por estudiantes de primer y segundo año principalmente, actúan sin una plataforma de ideas que resulte posible de abordar por la respectiva autoridad. Se trata de reclamos contra la política pública y las necesidades de financiamiento estudiantil, a los que se agregan otros temas más locales de variada importancia y sobre lo cual las autoridades de la Universidad de Chile han estado siempre dispuestos a dialogar en un ambiente de normalidad institucional.

El Ministro de Educación ha reclamado acerca de una eventual falta de los Rectores al no actuar sobre estos hechos, como si las actitudes violentistas pudieran tener la fuerza como respuesta. Por otro lado, el Ministro de Educación ha llamado a diálogo a los estudiantes, puesto que la plataforma estudiantil concierne fundamentalmente a los temas de financiamiento y a las definiciones de política pública que emanan de esta secretaría de Estado. En la Universidad se ha mantenido contacto permanente con las organizaciones estudiantiles a todos los niveles, y ha existido total y permanente coordinación a nivel de Facultades e Institutos, pero creemos inadecuado el uso de la fuerza pública. En la actualidad se mantienen algunos locales ocupados, mientras otros mantienen paro de actividades. Cerca del 70 por ciento de los estudiantes pertenecientes a las diversas unidades académicas se encuentran en clases en forma normal.

La autoridad no participará en conversaciones de ningún grupo si no se deponen las “tomas” y si no actúan las directivas oficiales de los órganos estudiantiles. Los Decanos y Directores aplicarán las medidas del caso para que una vez normalizada la actividad se dé término al semestre dentro de las fechas preestablecidas, puesto que no resulta apropiado exigir a los profesores que continúen entregando docencia más allá de los períodos reglamentariamente establecidos. Los destrozos y acciones de fuerza emprendidas contra locales universitarios deberán evaluarse con detalle, para que no sean funcionarios y académicos quienes respondan de hechos de terceros ante la autoridad administrativa y política.

En la Universidad de Chile no se coarta la libertad de expresión ni el necesario diálogo sobre temas universitarios; para ello se han generado diversas instancias de participación estudiantil. Por ello, rechazamos en forma absoluta la violencia contra locales, funcionarios, académicos y la gran mayoría de los estudiantes, y condenamos la perpetración de ilícitos al interior de nuestras instalaciones. También rechazamos decididamente la acción de grupos que no siguen a las propias directivas que los estudiantes se han dado para conducir sus proyectos, y que se colocan así contra la Corporación y sus intereses superiores. En particular, rechazamos la acción violentista y anónima que reprime la expresión libre y el derecho de todos los estudiantes a atender la actividad lectiva que la Universidad de Chile está obligada a proporcionar.

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