Carta del Rector a la Comunidad Universitaria, acerca de un acto político externo que conllevó un agravio al monumento a Andrés Bello.

He recibido innumerables llamados y comentarios desaprobatorios con relación a un acto político que tuvo lugar el día Viernes 6 de Enero recién pasado en el frontis de nuestra Casa Central. En el contexto del mismo sus organizadores, encabezados por los señores Diputados don Guido Girardi y Don Víctor Barrueto, vistieron a don Andrés Bello en su monumento con ciertas prendas alusivas a la presente campaña presidencial. Además de algunas declaraciones relativas a la posición que el primer Rector de la Universidad de Chile habría ocupado con relación a la coyuntura política, el acto se desarrolló con el puro propósito de atraer la atención de la prensa y del público que circula en el sector, utilizando como punto de atracción el monumento a Bello ataviado de acuerdo al propósito de campaña electoral.

Estimo que este acto ha constituido una falta de respeto a la Universidad de Chile y a su fundador. Pienso que se trata de un acto irreflexivo que daña la imagen de la Universidad y de Don Andrés Bello en forma gratuita, ofensiva y totalmente injustificada. Considero que esto es aún más grave al considerarse que los dirigentes de esta manifestación son ambos egresados de nuestra Universidad y connotadas figuras públicas. Por todo ello he enviado a los señores Diputados Girardi y Barrueto una nota en que les llamo la atención sobre este hecho y le presento nuestra protesta más enérgica.

Hemos hecho un gran esfuerzo por defender a la Universidad de Chile de los múltiples ataques y problemas asociados a intereses de todo tipo, a un mal regulado sistema de educación superior y a una política pública que escasamente distingue entre instituciones comerciales y una Universidad que ha dedicado su historia a la excelencia académica y al servicio del país. Hemos sido particularmente exitosos en alcanzar y sostener una imagen pública coherente con la importancia que esta institución tiene para Chile y su educación. Por eso no puedo aceptar actos que como éste, dañan nuestra imagen y tratan de aminorar nuestro legítimo orgullo como institución nacional y pública.

Agradezco los mensajes que muchos profesores, funcionarios y estudiantes me han enviado. La unidad es lo que nos fortalece como institución, especialmente cuando ella debe propiciar ante un entorno difícil la comprensión y el respeto acerca de lo que la Universidad de Chile significa para el país.

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