Palabras 60 años de la Facultad de Ciencias y Profesora Emérita Alicia Labra
Es una gran alegría compartir el inicio de este importante Año Aniversario, en que se celebrarán los 60 años de la Facultad de Ciencias.
Siempre es emocionante volver a esta facultad en la que reconocemos un hogar: hogar de la Ciencia y hogar de tantas personas que nos han inspirado y enseñado con su trabajo académico ejemplar a lo largo de estas seis décadas. La Facultad de Ciencias ha sido, y sigue siendo, un emblema del oficio investigador, así como de la máxima expresión de la libertad académica. Pero también representa algo que es más difícil de describir y que identifico como dignidad académica, un concepto que podría encarnar una combinación única de fuerza, resistencia, responsabilidad, creatividad y libertad, esencial para generar un espacio de trabajo riguroso, que es al mismo tiempo una plataforma sólida para defender principios y preservar la autonomía.
Estaremos celebrando con ustedes con entusiasmo y compromiso los 60 años.
Igualmente, es un honor representar hoy a la Universidad de Chile cuando se confiere a la Profesora Alicia Labra la distinción de Profesora Emérita, lo que además la convierte en la primera Profesora Emérita de la Facultad de Ciencias, distinción que honra a todas las grandes académicas de la historia de esta facultad. Hemos avanzado desde ese claustro fundacional de 1964, que contemplaba 26 profesores, todos hombres…
Es un privilegio poder expresar admiración por su trayectoria científica en el campo de las matemáticas, así como por su entrega generosa a la Universidad de Chile en los más diversos ámbitos. Personalmente tuve el privilegio de conocer de cerca su aporte a la educación matemática y, especialmente, a la formación de profesoras y profesores, lo que a su vez llamó a muchos otros académicos y académicas a involucrarse en la educación escolar.
Los profesores y las profesoras eméritas representan a esa Universidad que queremos que perdure, y por eso la Universidad les llama a permanecer para siempre en su seno, porque solo a partir de ese cimiento firme puede elevarse lo nuevo.
Pero, en este caso, es evidente que la Profesora Labra también representa la nueva universidad, esa que debe ser más humana, que debe enseñarnos a cuidarnos recíprocamente, con más amabilidad, con más generosidad, rebelándose a la competencia para profundizar la colaboración. Para lograrlo no necesitamos más discursos: necesitamos más ejemplos, y su trayectoria es en ese sentido invaluable.
Por ello es también tan acertado haber rendido homenaje hoy a la querida Profesora Liliana Cardemil, otra gran exponente de esa fuerza de mujer que se expresa en la actividad científica, formando e inspirando a muchos. Al recordarla, hoy renovamos el compromiso con la senda de humanidad que ella construyó.
Expresamos entonces, una vez más, nuestro más profundo agradecimiento a la Facultad en la persona del señor Decano, y celebramos que la Profesora Labra permanezca estrechamente vinculada a la Universidad de Chile, asegurando que su noble manera de vivir la academia continúe siendo un ejemplo para las generaciones futuras.
Muchas gracias.
Rosa Devés Alessandri
Rectora de la Universidad de Chile