Discurso en Ceremonia de Apertura III Encuentro de la Red de Conocimientos Indígenas APRU en la Universidad de Chile

  • Kunamastasa jilatanaka kullakanaka
  • Mari mari kom pu lamngen, mari mari kom pu che
  • Iorana korua taatoa
  • Tataykuna mamaykuna napaikunkichi
  • Good morning everyone

Muy buenos días a todos y todas.

Un respetuoso saludo a las autoridades ancestrales presentes de los diferentes pueblos indígenas que habitan este territorio y a los muchos participantes de estos pueblos que han acudido a esta convocatoria. También a las autoridades que presiden las delegaciones de las distintas universidades que han acudido a este encuentro. Su presencia y acompañamiento es un honor para nosotros.

Damos también una cálida bienvenida a las delegaciones de Auckland, Melbourne, Hawái, Adelaida, Quito, Oregón, Monterrey, Sidney y Manila. Y Chile, por cierto.

Nos emociona y compromete apreciar que, a través de la Red de Conocimientos Indígenas de APRU, se abren espacios para el diálogo y la colaboración entre las comunidades de nuestras universidades y de nuestros territorios en distintas partes del mundo. Es la contribución invaluable que hace APRU desde y en distintos ámbitos del conocimiento, actuando como un agente de paz y entendimiento.

Hoy, damos inicio a este Tercer Encuentro de la Red de Conocimientos Indígenas de APRU, cuyos integrantes han ido recorriendo el mundo unidos por el Pacífico. Así han viajado a México, Australia y ahora a Chile, recogiendo conocimientos y comprometiendo voluntades.

“El océano Pacífico se salía del mapa”, dijo nuestro poeta Pablo Neruda, quien amaba el mar. “No había dónde ponerlo. Era tan grande, desordenado y azul que no cabía en ninguna parte. Por eso, lo dejaron frente a mi ventana”.

“Necesito del mar porque me enseña

no sé si aprendo música o conciencia”

Nos contó en su poema El Mar.

Y aquí estamos, en tierra chilena y nerudiana, reunidos por el mar, acompañados por 1.000 caracolas, que son un regalo suyo –guardado por 70 años– para aprender, ya sea “música o conciencia” sobre los saberes de nuestros pueblos originarios, para conocernos, entendernos y salir a educar a partir de esos aprendizajes nuevos que resultarán de este encuentro.

Desde finales del siglo XIX, en nuestra Universidad, ha habido intentos de incorporación de las lenguas y saberes indígenas, y de sus integrantes a sus cuerpos estudiantil, funcionario y académico, durante todo siglo XX y ahora en el siglo XXI. Sin embargo, sabemos que tanto la incorporación de sus conocimientos y lenguas, como la de sus integrantes en distintos momentos ha sido errática, siguiendo la lógica del Estado de Chile –con sus propios vaivenes– que en su concepción modernizadora, civilizatoria y unitaria instaló una idea de homogenización del pueblo de Chile y de asimilación de una cultura patria, que se pretendía única y extensiva a todo el territorio nacional. En ese contexto, se fue instalando en la Universidad una perspectiva compartida con el resto del mundo universitario a nivel global, aquella de mirar y considerar a los pueblos indígenas como objetos de estudio, entes pasivos de un proceso de desaparición gradual de sus culturas y sus lenguas, impuesto casi por el “orden natural” de las cosas.

Gracias al trabajo académico persistente de académicos, académicas e intelectuales, principalmente de los pueblos originarios, se han ido abriendo caminos, para desde sus pueblos y culturas trabajar por la revitalización lingüística, como por la incorporación de sus conocimientos y sus identidades en nuestra casa de estudios.

Es así como desde 2019 contamos con una Política universitaria para avanzar en la incorporación de los pueblos indígenas sus culturas y sus lenguas, que nos ha impulsado a tomar conciencia sobre la responsabilidad que tenemos como universidad para aportar a la restitución de derechos y la participación efectiva desde la educación superior.

Con este reconocimiento de la pre-existencia y la permanencia de los pueblos indígenas en Chile y con la convicción de su aporte insustituible a nuestro país, es que hemos creado el Comité de Pueblos Indígenas, de acuerdo con lo señalado en la política mencionada, para la promoción de los avances en cada una de las estrategias y líneas de acción allí contenidas. Este Comité, sin duda, jugará un lugar central en los avances que requerimos para el establecimiento de diálogos de saberes fructíferos entre integrantes de distintas culturas, formas de pensamiento y epistemologías diversas.

Es por ello que este encuentro es tan fundamental y apunta al centro de nuestros valores y de nuestros propósitos, y al ser ésta la Universidad de Chile, no es sólo importante para la academia, es importante, o debe serlo, para Chile.

Este encuentro que hoy inauguramos representa esa nueva etapa, en la que estamos comprometidos a promover un diálogo de saberes fructífero, un diálogo que nos permita no sólo aprender, sino también crecer juntos en una relación de respeto y colaboración. Queremos relevar que los contenidos del programa, las ceremonias y temáticas que se abordarán han sido definidas por personas indígenas de nuestra comunidad educativa, lo que da cuenta de nuestro compromiso con el futuro desde la Universidad de Chile, marcando un cambio con un pasado que no siempre dio lugar a estos conocimientos.

Sabemos que nos queda un largo camino por recorrer y que los desafíos son muchos. Pero también sabemos que no estamos solos. Hoy, estamos rodeados de representantes, académicos y comunidades que comparten con nosotros la visión de una universidad más inclusiva y abierta a los saberes diversos, desde la convicción de que los problemas más apremiantes que enfrentamos como humanidad solamente pueden ser resueltos con el aporte, la visión y la experiencia de todas y todos.

Agradecemos por ello a todos y todas quienes lo hacen posible, a APRU y cada uno de sus integrantes, al comité organizador local conformado por notables académicos e intelectuales que mueven conciencias y transforman, aportando también a las nuevas políticas públicas.

También quisiera agradecer –una vez más– la participación de las autoridades ancestrales, quienes nos han regalado una hermosa ceremonia de apertura, como lo harán también al cierre, lo que recibimos como una señal de confianza en nuestra universidad. Hacemos nuestro el espíritu de fraternidad que anima el encuentro y la complementación del conocimiento ancestral y el conocimiento científico para el beneficio de todos y todas.

Queridos amigos y amigas, este encuentro no es sólo un evento académico; es un momento que encierra pasado, presente y futuro, a través del cual pasamos a formar parte de algo más grande, que va más allá de nuestras fronteras, de nuestras lenguas y de nuestras culturas.

Chaltu may. Muchas gracias.

Rosa Devés Alessandri
Rectora de la Universidad de Chile

Compartir:
https://uchile.cl/u222140
Copiar