Palabras Inauguración Plazoleta Francisco Brugnoli Bailoni
Con gran emoción, represento a la Universidad de Chile en esta ceremonia de inauguración de la plazoleta que honrará la memoria de Francisco Brugnoli. Agradecemos a la alcaldesa Irací Hassler y al Concejo Municipal de la Ilustre Municipalidad de Santiago por este homenaje a un pionero de la vanguardia del arte experimental en Chile, maestro de generaciones, transformador de espacios académicos y ejemplo de lo que significa ser verdaderamente universitario.
Especiales agradecimientos también a la Facultad de Artes y a su decano Fernando Carrasco, al Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y su director, Daniel Cruz, por movilizar esta causa justa que humaniza y hace bien a la ciudad.
Quienes estamos aquí lo admiramos y lo quisimos, aprendimos de él y agradecemos a la vida que nos haya dado la oportunidad de estar presentes en este día junto a su hermosa familia, una extensión de sí mismo, que tantas veces nos recibió en su hogar para reflexionar sobre la Universidad y sus responsabilidades. Hoy, juntos hacemos de esta plaza y de este parque, también un hogar Brugnoli.
La mayor parte de su trayectoria estuvo fuertemente vinculada a la Universidad de Chile, ya sea como estudiante en la Escuela de Bellas Artes, como profesor joven en el período de la Reforma Universitaria en Valparaíso y al retorno de la democracia en nuestra Facultad de Artes.
Fue profesor hasta el fin de sus días, porque Francisco Brugnoli era esencialmente maestro, de muchas generaciones de artistas, arquitectos y teóricos, pero también maestro de la libertad, de la capacidad de resistir, de soñar y de aportar al bien común. Supo de tristezas, vivió la exoneración, pero nunca dejó de ser maestro. Enseñar estaba en su alma y así lo entendimos quienes desde los más distintos ámbitos disciplinares aprendimos de él.
Durante el período en el cual fue forzosamente alejado de la Universidad, promovió junto a otros artistas la fundación del Taller de Artes Visuales (TAV), que funcionó como un espacio alternativo de encuentro, formación, producción y circulación de arte experimental en plena dictadura. De igual forma participó de otro espacio alternativo de encuentro: la Asociación Universitaria y Cultural Andrés Bello, que defendía a la Universidad de la intervención militar. Porque si los espacios de diálogo y creación se veían amenazados, Brugnoli sabía recrearlos valientemente. Por esa misma razón, en la década del ‘80, fue parte fundamental en la creación de la Escuela de Artes de la Universidad ARCIS.
A su reincorporación a la Universidad de Chile, asumió un liderazgo académico que, trascendiendo las fronteras de su disciplina, contribuyó a devolver a la Universidad su espíritu plural, solidario y social, jugando un rol fundamental en la elaboración de los nuevos estatutos, participando para ello en discusiones y reflexiones en las que se buscaban acuerdos, con trabajo y compromiso. Muchos recordamos las reflexiones de la llamada “sala Niemeyer” que él siempre valoró.
Desempeñó diversos cargos de responsabilidad, ya sea como Vicedecano (1994-2003), primer Vicerrector de Extensión (2006-2010) y el que nos trae a este lugar su rol de director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), por 23 años, entre 1998-2021.
Su legado al museo es enorme.
En más de dos décadas, y a través de colaboraciones con instituciones culturales nacionales e internacionales, posibilitó el arribo de las selecciones de las Bienales de Sao Paulo, y de una serie de exposiciones de artistas y colectivos de renombre internacional como Luis Camnitzer, Fluxus, Joseph Beuys, David LaChapelle, David Shrigley, Sophie Calle, Martha Rosler, Michelangelo Pistoletto, Marcel Duchamp, Superflex, entre otros.
Por otra parte, mantuvo siempre un compromiso con la integración de jóvenes talentos emergentes, apoyando y fortaleciendo nuevas instancias de participación, como los salones de estudiantes, concursos de arte joven y otras instancias expositivas para artistas recién egresados de las escuelas de arte. Destaca particularmente su interés por fortalecer la enseñanza del arte a través de la creación de la Unidad de Educación, y la integración de nuevos formatos y tecnologías, a través de la incorporación del MAC a la red Iberoamericana Anilla Cultural Latinoamérica-Europa en 2010.
Lideró la restauración del edificio del Parque Forestal, hizo crecer la colección de 1.700 piezas a más de 3 mil y creó la segunda sede del MAC en el Parque de Quinta Normal.
Recibió múltiples reconocimientos, como la Medalla Valentín Letelier (2005), la Medalla Rector Juvenal Hernández Jaque, mención Artes, Letras y Humanidades (2011) y la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile (2022).
Cuando recibió la Medalla Rectoral en 2022, nos recordó nuestra responsabilidad con la institución, para lo que él llamó “el cumplimiento del binomio mágico Universidad-país”. Por eso, celebramos que hoy Brugnoli pase a ser ciudad, a ser país, al cual tanto entregó.
Muchas gracias.
Rosa Devés Alessandri
Rectora de la Universidad de Chile