Palabras en Inauguración del Encuentro Internacional Metared S
Es una alegría recibirles en la Universidad de Chile con motivo de la realización de este Encuentro Internacional MetaRed S. Agradecemos su presencia y valoramos el gran aporte que esta Metared está haciendo en nuestras universidades, a partir del trabajo comprometido de sus integrantes.
Los cambios que se requieren para avanzar hacia una sociedad más sustentable son grandes, y los grandes cambios sólo pueden lograrse si se trabaja coordinada y colectivamente. Por ello, la voluntad de establecer colaboraciones lo más amplias posibles, que ha animado a esta red desde su conformación, es la mayor garantía de que podremos cumplir con los objetivos planteados.
Recientemente, tuve el privilegio de participar en el encuentro de Presidentes de Metaredes Universia en Cusco y pude reconocer –de primera mano– el valor de la cooperación en torno a esa triada que representan la Sustentabilidad, la Innovación y las Tecnologías de Información. Por cierto, que también apreciamos el compromiso de quienes lideran la Metared S en los distintos países y les agradecemos por ello.
Estamos viviendo tiempos muy difíciles, que se caracteriza por un conjunto de crisis interconectadas que incluyen el cambio climático, las desigualdades sociales, las tensiones geopolíticas y la acelerada transformación tecnológica. Conscientes de nuestra responsabilidad, las instituciones de educación superior estamos buscando los mejores caminos para aportar, desde nuestras misiones, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y reducir el impacto de las crisis ecológicas que hemos provocado.
La aceleración de estos cambios exige una respuesta también más rápida, robusta, coordinada y visionaria desde nuestras instituciones. En este escenario, el papel de las universidades se vuelve más crucial que nunca, y trabajar en red potencia nuestras acciones.
Si bien el rol de las universidades, especialmente de las latinoamericanas, ha estado marcado por el cuestionamiento de las estructuras sociales y al conocimiento establecido, para contribuir a la construcción de un mejor futuro, en la actualidad se requiere también de profundas transformaciones institucionales para aportar efectivamente a los objetivos planteados.
Esto porque el concepto de sostenibilidad, que nos reúne hoy, trasciende los límites de la protección ambiental. Implica una visión integral que abarca la justicia social, la equidad económica, el acceso a la educación y a la salud, la participación política y la democracia. Las universidades debemos incorporar estos principios en los currículos y la pedagogía, en nuestra convivencia, en la investigación, en la forma en que nos vinculamos con el medio y en la gestión. También, de manera importante, tenemos que resguardar la diversidad de nuestras comunidades universitarias.
En ese sentido, la semana recién pasada sostuvimos aquí un importante Encuentro sobre Conocimientos Indígenas en el marco de la Asociación de Universidades de la Cuenca del Pacífico (APRU). El propósito era abrir espacios para el diálogo y la colaboración entre las comunidades de nuestras universidades y de nuestros territorios en distintas partes del mundo. Estamos conscientes de que nos encontramos en un punto de inflexión, donde el intercambio de saberes se convierte en una herramienta fundamental para construir sociedades más justas, respetuosas y equitativas.
Asimismo, trabajamos en la Universidad de Chile por incrementar los diálogos interdisciplinares. Es así como la Profesora Anahí Urquiza ha liderado la creación de una Certificación Complementaria en Inter y Transdisciplina en Sustentabilidad, y avanzamos hacia otra certificación en Innovación. Esperamos que estas nuevas certificaciones sirvan como lugares de encuentro de estudiantes y docentes de distintos ámbitos para poner en diálogo sus saberes y aprender colaborativamente. Nuestros y nuestras estudiantes tendrán que habitar un planeta con condiciones más difíciles y, al mismo tiempo, tendrán que liderar procesos de transformación para hacer viable la vida de los humanos en el planeta, protegiendo a la población más vulnerable. Debemos prepararlos para ello.
En una región como la nuestra, marcada por profundas desigualdades, la educación superior debe ser el motor de la transformación social, así lo hemos entendido desde la fundación de nuestras instituciones y hoy ese compromiso se hace presente con fuerza, ya que las brechas de desigualdad de género, socio-económicas y étnicas, son agravadas por el deterioro de nuestros ecosistemas.
No sólo debemos ser centros de formación de nuevas generaciones de profesionales altamente capacitados, sino también instituciones comprometidas con la investigación relevante, la innovación social y pública, el fortalecimiento de las instituciones y la sostenibilidad en general.
Estos propósitos requieren un esfuerzo de adaptación para generar el conocimiento que se requiere, articular con otros sectores de la sociedad y flexibilizar los procesos formativos.
Por ello, trabajamos para fortalecer un sistema educativo inclusivo, que no sólo permita el acceso a la educación superior a más personas, sino que también sea capaz de empoderar a los y las estudiantes a convertirse en líderes de la sostenibilidad en todos los ámbitos de la sociedad. En un momento de creciente polarización política y social, nuestras universidades deben ser guardianes de los valores democráticos y de la justicia social, formando estudiantes no sólo capacitados en sus respectivos campos, sino también comprometidos con el bienestar colectivo.
El desafío global de la sostenibilidad es una oportunidad para repensar, transformar y renovar nuestras instituciones.
Este evento que inauguramos hoy es señal de que transitamos ese camino a partir del aprendizaje colectivo y la colaboración entre nuestras instituciones. Les agradecemos por ello y les invitamos a todos y todas a aprovechar estas jornadas de reflexión y generación de vínculos.
Muchas gracias.
Rosa Devés Alessandri
Rectora de la Universidad de Chile